30 de enero, 2025
Pienso, luego existo

Este 27 de febrero, al conmemorarse el natalicio de Manuel Taboada, recordamos a una de las figuras más trascendentales en la historia de Santiago del Estero y de Argentina. 
Nacido en Matará en 1817, Taboada no solo fue un destacado político y gobernador, sino también un hombre de principios, un líder en la lucha por el federalismo y una figura clave en la consolidación de su provincia y la formación de la Nación Argentina.
Manuel Taboada llegó al mundo en una época convulsionada, en la que el país se encontraba dividido entre unitarios y federales. 
En este contexto, Taboada se formó como un ferviente defensor del federalismo, defendiendo la autonomía de las provincias frente al centralismo de Buenos Aires.
Su temprana militancia política lo llevó a alistarse en las filas del federalismo y a convertirse en un hombre clave para la política santiagueña.
En una época de continuas luchas internas, Taboada fue un personaje fundamental en la defensa del orden federal, el cual entendía como el mejor medio para el desarrollo y la prosperidad de las provincias, en especial la suya.
Fue un líder que consolidó la provincia, y es, ciertamente, una figura que nos remite al ideario de firmeza y de lucha por la autonomía de Santiago del Estero.
 Su liderazgo fue esencial en un período de gran inestabilidad política, marcada por la sucesión de gobiernos en la Nación y por las luchas internas en las provincias. 
El legado de Manuel Taboada es, ante todo, un legado de federalismo y de lucha por la autonomía provincial. Fue un defensor férreo de las tradiciones santiagueñas y de los intereses del interior, convencido de que el país solo podría prosperar si las provincias gozaban de un verdadero poder autónomo.
Hoy, más de 200 años después de su fallecimiento, su figura no puede ser olvidada por las nuevas generaciones y debería contar con la admiración de todo el pueblo santiagueño, porque sin dudas, Taboada, sigue siendo una de las personalidades más relevantes de la historia provincial. 
Su vida y su obra continúan nos debería seguir inspirando a quienes defendemos la autonomía de las provincias y el fortalecimiento del federalismo argentino.
En cada rincón de Santiago del Estero, su nombre debe resonar como símbolo de lucha y de trabajo en favor del bienestar de la provincia.  

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