Manchester United cayó 3-2 con Galatasaray aún con los dos goles de Rasmus Höjlund, mientras que Wilfied Zaha, Kerem Akturkoglu y Mauro Icardi convirtieron para los de Estambul en Old Trafford por la segunda jornada del Grupo A de la Champions League. Alejandro Garnacho ingresó desde el banco de los suplentes de los Red Devils.

Los turcos suman 4 puntos en estos dos partidos tras rescatar un empate frente a Copenhague luego de comenzar perdiendo 2-0 en la primera jornada y se quedó a 2 de Bayern Munich. Por su parte, Los de Ten Hag no levantan cabeza: cero puntos y siete tantos recibidos y apenas una victoria en los últimas seis presentaciones. En la siguiente fecha, Galatasaray recibe a los bávaros mientras que Manchester United vuelve a hacer de local frente a los daneses.

El partido comenzó friccionado en el Teatro de los Sueños y con dos posturas muy claras: el local con vistas de llevarse puesto a su rival desde la presencia de sus marcadores centrales en la mitad de la cancha mientras el visitante esperaba cómodamente refugiado en su propio área y salía rápidamente de contragolpe. Con ese ímpetu inicial, abrió el marcador rápidamente por medio del refuerzo danés que ya lleva dos en siete partidos.

Casi sin proponérselo, el conjunto de Estambul llegó al empate en una jugada poco virtuosa pero totalmente efectiva. Un conocido de la casa como Zaha venció la defensa de André Onana mediante un disparo poco ortodoxo para establecer las tablas.

Si le faltaba un condimento a un partido que arrancó con todo, típico de una gran jornada de Champions League, se desató una torrencial lluvia que nunca afectó el billar del Old Trafford, un paño inmejorable. Fue siempre el elenco dirigido por Erik Ten Hag el que llevó adelante la iniciativa del duelo copero, pero ya sin tanta claridad.

El segundo tiempo comenzo diferente. Galatasaray se dispuso a atacar más y se paró más adelante en el campo de Manchester. Tal es así que quedó mucho más expuesto que en la primera etapa. En velocidad, el principal candidato a explotar esos huecos a las espaldas de la zaga del equipo turco era Marcus Rashford y fue él quien desperdició una inmejorable chance.

 

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