El Gobierno realizó un pago de intereses al Club de París por unos 190 millones de dólares que, en conjunto con otros giros a organismos de crédito internacionales, tuvieron un impacto total de 228 millones de dólares en las reservas del Banco Central. A lo largo de octubre había previsto pagos al Fondo Monetario Internacional, pero el Ministerio de Economía decidió “patearlos” para una semana después de las elecciones presidenciales.

Los datos de la autoridad monetaria muestran que el lunes el nivel de reservas brutas cayó en 285 millones de dólares. De ese total, la mayor parte estuvo explicado por el descuento que implicó en el colchón de divisas el pago que motorizó el Poder Ejecutivo a un puñado de acreedores bilateriales. Entre ellos, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), que depende del Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Club de París.

Este último implicó 190 millones de dólares, como parte del acuerdo de reestructuación del pago de deuda que alcanzó el Ministerio de Economía en octubre del año pasado, que prevé dos pagos semestrales de capital e intereses hasta 2028 para repagar los USD 1.970 millones que quedaban pendientes de cancelación con ese consorcio de naciones acreedoras. Más de la mitad de la deuda argentina al Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22 por ciento). Más atrás le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento).

El convenio alcanzado con ese organismo, además, prevé que el 40% del saldo pendiente sea cancelado a lo largo de 2024. Según habían estimado en Economía, los pagos anuales oscilarán entre USD 240 y 390 millones por año y fueron estimados para que caigan en los momentos en que el calendario de deuda debería estar más aliviado. Desde el año próximo y también durante 2025 tendrán lugar los cuatro pagos más onerosos a ese grupo de países. La tasa de interés ponderada es de 4,5% anual. En un principio, el interés es de 3,9% y ascenderá paulatinamente. Desde este mes trepará a 4,5% y que volverá a aumentar hasta 5,2% por ciento en abril de 2027. 

Los dólares financieros y la posibilidad mantenerlos a raya durante las semanas previas a las elecciones serán uno de los elementos que Massa seguirá con mayor atención, aunque también el frente de las reservas. La decisión que tomó Sergio Massa fue la de unificar los tres pagos que aparecen en la hoja de ruta con el Fondo Monetario Internacional a lo largo de octubre. 

A lo largo de octubre el Poder Ejecutivo afrontaba tres instancias de pago al organismo y determinó unificar todos los giros hacia el último día del mes, tal como había realizado en junio y julio, mientras todavía renegociaba el acuerdo con el staff técnico. El calendario original estipulaba un primer pago el 6 de octubre por USD 1.280 millones, otro el 12 de octubre por USD 640 millones y un tercero por USD 673 millones, el último día de octubre. Ahora pagará los USD 2.600 millones, todos juntos, el último día de octubre, ocho días después de las elecciones.

“Los operadores siguen atentos cotidianamente al saldo del BCRA que sigue siendo exiguo y de ahí la negativa dinámica de las reservas tras las crecientes intervenciones en busca de intentar contener la elevada ‘brecha’ en esta etapa de transición. Aún así, se continúa evidenciando la firmeza de los dólares financieros y libre, dado que la constante dolarización de los agentes económicos ejerce continua presión, y así es que permitir un deslizamiento al ritmo de la inflación sería conveniente para evitar mayores tensiones”, comentó el analista Gustavo Ber. 

Por su parte, Adcap Grupo Financiero consideró que el tipo de cambio oficial “luego de ajustar por inflación, el nivel actual está bien por debajo de la reacción post PASO y el stress de julio de 2022, equivalente a casi 900 pesos actuales”. Y por otra parte, aseguraron que “con las nuevas medidas, como la extensión del régimen cambiario especial para los exportadores de soja, es posible que el Banco Central tenga algunas herramientas para mantenerlo en los niveles actuales o ir bajándolo lentamente a medida que nos acercamos a las elecciones generales”.

“Octubre se anticipa como un mes agitado. En vísperas de los comicios generales, el dólar CCL (referencia para transacciones internacionales) saltó casi un 10% y el dólar Blue comenzó a acompañarlo desde atrás. El tipo de cambio de convertibilidad (la relación entre pasivos en pesos y reservas brutas) asciende a $1.000. Considerando que ha mantenido un comportamiento parejo con el CCL, el valor implícito induce a pensar que las cotizaciones paralelas aún tienen un recorrido alcista por delante”, anticipó un informe de LCG.

“El límite lo impondrá la demanda en un contexto de clásica dolarización de portafolios preelectoral que se conjuga con un poder adquisitivo que se pulveriza con el pasar de las semanas. Sin embargo, el partido no termina el 22 de octubre dado que el mercado descuenta que habrá un ballotage donde Massa podría ser partícipe, reflejando una menor expectativa de devaluación en octubre, trasladándola hacia el final del año. Los agentes incorporan toda la información en su función de reacción y actúan en consecuencia”, apuntó esa consultora.

 

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