En lo que va del año, por mes, se registraron más de dos muertes por esta causa. En la mayoría de los casos se trató de jóvenes. “Por cada suicidio pueden existir entre 10 y 30 intentos” advierte la Organización Mundial de la Salud y varios informes de riesgo suicida.
El último día de abril, en el barrio Ejército Argentino, un padre encontró a su hijo de 25 años sin vida. Una semana antes, específicamente el lunes 21, un hombre tuvo que dar aviso del cuerpo sin vida de su primo que lo encontró en su domicilio sin signos vitales. Ambas situaciones están en investigación, pero las pruebas apuntan a posibles suicidios. A estos datos, también hay que sumar otros hechos ocurridos en el interior de la provincia sin demasiada resonancia en los medios, y trabajados oficialmente como suicidios.
Sin datos precisos actuales, la última información concreta del Ministerio de Salud de la Nación data del 2023. Provista de la Dirección Nacional de Estadística Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación, en 2023 se registraron 438 suicidios de chicos de entre 10 y 19 años.
En un reporte publicado por el diario La Nación la semana pasada se señaló que mientras a principio de 1990 la tasa de suicidios entre chicos de 15 a 19 años era de 5 cada 100.000, en 2023 se ubicó en 11 cada 100.000 en el país según los últimos datos oficiales disponibles.
Esa media varía según las provincias. De acuerdo a la Dirección Nacional de Estadística Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación y al Censo 2022, hay varias que están por debajo de ese índice y algunas por arriba.
Catamarca con 14 casos de suicidio adolescente es la que encabeza la lista en tanto ese número supone una tasa de 20 cada 100 mil habitantes según su población. Chaco y Formosa también están por encima de la media: 29 casos (15 cada 100 mil) y 13 casos (12 cada 100 mil) respectivamente. Jujuy, mientras tanto registró en el año 2023 15 casos que representaron 11 cada 100 mil habitantes.
Les siguen otras provincias del norte argentino, aunque con índices inferiores a la media. Tucumán con 29 casos y Santiago del Estero con 18, comparten una tasa de 10 suicidios adolescentes cada 100 mil habitantes. Le sigue Salta con 22 casos que supusieron 9 cada 100 mil habitantes.
El resto de las provincias posee índices inferiores: Misiones 13 casos (6 cada 100 mil); Corrientes 14 casos (7 cada 100 mil); Santa Fe 36 casos (7 cada 100 mil); Entre Ríos 13 casos (6 cada 100 mil); Córdoba 25 casos (4 cada 100 mil); La Rioja 3 casos (5 cada 100 mil); San Juan 8 casos (6 cada 100 mil); Mendoza 15 casos (5 cada 100 mil); San Luis 7 casos (8 cada 100 mil); Buenos Aires 138 casos (5 cada 100 mil); CABA 7 casos (2 cada 100 mil); La Pampa 2 casos (4 cada 100 mil); Neuquén 5 casos (5 cada 100 mil); Río Negro 3 casos (3 cada 100 mil); Chubut 6 casos (6 cada 100 mil); Santa Cruz 2 casos (3 cada 100 mil); Tierra del Fuego 1 caso (3 cada 100 mil).
SITUACIÓN GLOBAL
El último estudio publicado por The Lancet Public Health, advierte que cada año ocurren alrededor de 746.000 muertes por suicidio en todo el mundo. Aunque hubo un leve retroceso en algunas zonas, cómo China, en otras latitudes continúa en aumento.
Los actuales provistos por el estudio manifiestan que existe un 39% de suicidios en América Latina Central, con un aumento del 123% solo entre las mujeres mexicanas.
Un 13% en América Latina Andina, con Ecuador a la cabeza. Un 9% en América Latina Tropical, con las tasas más altas en Paraguay. Y un 7% en América del Norte de ingresos altos, incluido un aumento del 23% entre las mujeres estadounidenses.
PREVENCIÓN
El consultor en Enfermedades no transmisibles de la Organización Panamericana de la
Salud y de la OMS, Dr Sebastián Laspiur, advierte que el suicidio es un problema complejo y, consiguientemente, las actividades de prevención exigen la coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, incluidos los de salud, educación, trabajo, agricultura, comercio, justicia, derecho, defensa, política y medios
de comunicación.
Entre esas actividades que se deben realizar, tienen que ser amplias e integradas, dado que ningún enfoque individual por separado puede tener efecto en una cuestión tan compleja como el suicidio.
Algunas de las acciones que desde el organismo internacional proponen para reducir el riesgo de suicidios, son:
-restricción del acceso a los medios de suicidio (por ejemplo, plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos)
-información responsable por parte de los medios de comunicación;
-implementación de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol;
-identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo;
-capacitación de personal de salud en la evaluación, detección y manejo del riesgo suicida;
-seguimiento de la atención dispensada a personas que intentaron suicidarse y prestación de apoyo comunitario.
También la Organización generó una serie de recomendaciones para reducir el impacto psicosocial a consecuencia de la pandemia y el aislamiento, como son:
-Fomentar el desarrollo de rutinas, incorporando la actividad física y un balance en el trabajo, lo doméstico, recreación y descanso.
-Mantener contacto social virtual, llamadas telefónicas, mensajes de texto, etc, y conversar con allegados acerca de las emociones vividas.
-Comunicación social sobre la pandemia responsable sin alarmar.
-Sostenimiento de servicios de salud mental esenciales (por ejemplo, mediante teleconsultas) para evitar recaídas y otras consecuencias en personas con trastornos previos de la salud mental y abuso de sustancias.