Un legislador porteño demandó penalmente a Pablo Toviggino, por supuestas estafas y defraudaciones. La nueva denuncia en contra del tesorero de la AFA se suma a otras que lo convierten en visitante frecuente de los pasillos de tribunales.
Ver un partido de fútbol no solo implica el disfrute del deporte, sino que también incluye sentimientos de todo tipo, gritos, pasión desenfrenada y, lo que nunca falta, voces en contra de las decisiones arbitrales. Es normal que los hinchas de los equipos perdedores acusen al juez del encuentro de cobrar tal o cual infracción a favor de sus rivales o de perjudicarlos con el resultado final.
Así, los insultos de la hinchada en contra de los réferis se transforman en moneda corriente y en parte del escenario habitual de las contiendas deportivas. Ello se exacerba con los comentarios de los periodistas, quienes analizan las jugadas y no solo señalan cuáles fueron las decisiones erradas, tanto del árbitro como del VAR, sino que los acusan de parcialidad por sus actuaciones.
Sin embargo, esta vez el escándalo ascendió un escaño más y llegó directamente a la justicia, donde el tesorero de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Pablo Toviggino, el árbitro Nicolás Jara y el director nacional de Arbitraje de la AFA, Federico Beligoy fueron acusados por supuestos hechos de estafas y defraudaciones, debido a la presunta manipulación de partidos.
La denuncia fue presentada en sede penal por el diputado de CABA, Facundo Del Gaiso. Según lo explicaron en Clarín, las acusaciones se deben a “la supuesta manipulación de partidos en el fútbol de ascenso, que habrían estado marcados por arbitrajes sospechosos y presuntos pagos en criptomonedas”.
La presentación judicial señala que los hechos denunciados se pueden tipificar como estafa y otras defraudaciones, delitos establecidos en los Arts. 172, 173 y 174 del Código Penal.
Además de las denuncias específicas contra los responsables del arbitraje, el legislador declaró en Olé que su pretensión es también que “investiguen cuál es el rol de Toviggino, de su manejo del fútbol del interior y lo que pasa con Sarmiento de la Banda. Esto es un generador de violencia, un día va a haber un muerto”.
"El accionar objeto de la presente denuncia resulta prima facie constitutivo de los delitos de estafas y otras defraudaciones por los cuales Nicolás Jara, Federico Beligoy y Pablo Toviggino deberán responder como autores penalmente responsables", se afirma en la presentación judicial.
De esta manera se suma una denuncia más en su contra, las que se agregan a las que hicieron el abogado Edgardo Taboada y el empresario periodístico Aldo Corbalán.
DE SANTIAGO A LA AFA
El rosarino Pablo Toviggino apareció como referente de fútbol santiagueño cuando se convirtió en presidente del club Comercio, una entidad deportiva tradicional, pero con escasa cantidad de socios. Como titular de ese equipo, rápidamente se convirtió en presidente de la Liga Santiagueña de Fútbol.
Fue escalando posiciones hasta que, en 2015, apareció como dirigente de la AFA, coronándose como presidente del Consejo Federal de Fútbol, una designación que llamó la atención de propios y extraños, pues Toviggino era un desconocido hasta ese momento. Al año siguiente se convirtió en uno de los cuatro miembros de la Comisión Normalizadora y también en el tesorero de la entidad madre del fútbol argentino. (Ver nota adjunta)
El alto cargo que ocupa en la máxima entidad del fútbol lo puso en el ojo de la tormenta y muchas veces fue señalado como la mano que ayudó a los clubes santiagueños –Central Córdoba, Mitre, Güemes y Sarmiento- en sus distintas etapas de ascenso. Sin quitar méritos por lo que éstos hicieron deportivamente para ocupar el lugar el lugar que hoy ocupan, los supuestos “arreglos” a su favor son dichos reiterados e inocultables.
Por ello, Del Gaiso quiere que “se termine el código de mafiosos de la AFA, en términos de silencio que muchos hacen para no perder beneficios porque lo castigan. Que se ponga luz en todo lo que es la AFA, es el momento", afirmó a Olé.
SARMIENTO
El último hecho en el que se señala el presunto favoritismo de Toviggino a favor de un equipo santiagueño involucra directamente al club Sarmiento de la ciudad de La Banda. Clarín señala que “según denuncias, el arbitraje favoreció al equipo santiagueño, lo que generó fuertes cuestionamientos”.
El diario Olé señala que “Sarmiento de La Banda fue favorecido por errores arbitrales en los partidos contra Olimpo y en los dos ante Germinal”. Es más, enfatiza que “en el match de ida, jugado en Chubut, a los locales le anularon en forma absurda un gol por un offside que no existió”. A la vez, señala que “en la revancha, los de Rawson fueron perjudicados por la no sanción de un penal alevoso”.
A modo de epílogo el medio enfatiza que “Toviggino, recordar, llegó a la AFA desde Santiago del Estero”.
Mientras que, en Urgente24, se destaca que “Sarmiento de La Banda es un equipo que ha tenido arbitrajes polémicos en el Federal A y una vez que comenzó la etapa final comenzó a salir a la luz ya que aumentan sus posibilidades de llegar a la Primera Nacional”.
En tal sentido, indica que “en cuartos de final, con Olimpo de Bahía Blanca pasaron una serie de cosas insólitas”, entra las que destaca las siguientes:
Asimismo, señala que “en semifinales, la ‘víctima’ del arbitraje fue Germinal de Rawson. Este equipo Iba perdiendo con Sarmiento y convirtió un gol totalmente válido que fue anulado por el línea”.
De igual manera, agrega que “ya estando en la final, el perjudicado fue otro equipo de Bahía Blanca, Villa Mitre. Si bien los bahienses ganaron 1 a 0, hubo dos off side mal dados que hubiesen sido situaciones claras de gol y una roja no sancionada por una piña a uno de los jugadores del Tricolor”.
En este punto cabe resaltar que el próximo partido será en Santiago del Estero, el domingo próximo. Por ahora, la ventaja está a favor del equipo bahiense.
PRIMERA DENUNCIA
La denuncia del legislador porteño le hizo a Toviggino no es la única que carga sobre sus espaldas. La primera de ellas fue planteada por el abogado Edgardo Taboada. Tal es así que LA COLUMNA se hizo eco de ella y el 3 de junio de 2021 publicó, en su edición N° 1427, un extenso informe titulado “Dos pícaros con suerte”, donde se destacaba que el máximo representante local del fútbol nacional, Pablo Ariel Toviggino fue denunciado penalmente por asociación ilícita y estafa, entre otros delitos, por tratar de apropiarse ilegítimamente de varios inmuebles.
“Una banda de delincuentes formó una asociación ilícita y llevaron a cabo un cúmulo de hechos delictivos que atentaron reiteradamente contra la propiedad y la fe pública, conformaron una maniobra compleja en procuras de apropiarse ilegítimamente del inmueble denominado “Vinal Sestiana”, y de otros inmuebles en todo el territorio de la provincia”, aseguraba el letrado.
En esa oportunidad, el letrado denunció a una docena y media de personas, quienes habrían tenido determinada participación en los hechos; en algunos casos, sus nombres habrían sido utilizados para cometer delitos sin que ellos lo supieran. En otros, las personas acusadas son una pareja de escribanos, empleados del Registro de la Propiedad y, para sorpresa de muchos, se mencionaba a Toviggino como uno de los principales responsables de la organización ilícita.
El informe publicado constaba de innumerables pruebas aportadas por Taboada, quien, entre otras acusaciones, señaló que “Toviggino fue el organizador de las primeras fases de la ejecución de los fraudes y estafas, haciendo las veces de gestor inmobiliario, ubicando inmuebles, reclutando prestanombres, contactando a los escribanos para las falsificaciones de documentos y la inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble”.
Aquella publicación provocó un profundo cimbronazo en la sociedad santiagueña, sobre todo entre todas las personas señaladas como parte de la supuesta organización delictiva. Cada uno de ellos hizo lo que debía hacer en el plano judicial, pero a nadie se le ocurrió acusar a LA COLUMNA por la difusión de la causa penal. Quedaba claro que esta revista no era responsable de las demandas planteadas ni mucho menos de las acusaciones vertidas por el abogado Taboada. Sin embargo, no fue así. Alguien entendió que había que eliminar al mensajero, en este caso la revista, y fue más allá.
MATAR AL MENSAJERO
Es así que dos semanas después de la publicación, exactamente el 16 de junio de 2021, Pablo Toviggino presentó una denuncia penal en el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para pedir que se investigue a Aldo César Corbalán, fundador y director de revista LA COLUMNA, publicación que ya tiene 31 años de vida.
Su intención era que se investigue a Corbalán para determinar si “en marzo de 2021 se comunicó telefónicamente -desde un abonado telefónico identificado como "número privado"- con Toviggino, mientras estaba en su domicilio, en CABA. En la oportunidad, luego de insultarlo, le habría manifestado: “Sos una mier…, un hijo de p… y te voy a hacer cagar en la revista”.
De igual manera, en mayo de ese mismo año “en una fecha aún a determinar”, habría recibido otra llamada, cuando se encontraba en la sede de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), supuestamente realizada también por Corbalán desde un número privado. En esa oportunidad, “luego de insultarlo y referirle que él, supuestamente, había dejado de financiar su revista, lo amenazó manifestándole ‘vas a ver lo que te va a pasar. Ni tu mamá te va a saludar. Te voy a hacer mierda. Te voy a cagar la carrera. Te voy a matar’”.
Según la denuncia del dirigente de fútbol, las llamadas deberían ser tipificadas como supuestos delitos de “amenazas”.
Si bien tales llamadas se habrían realizado en marzo y mayo, la denuncia judicial fue realizada luego de la publicación del semanario. Ello se ajustaría a la frase metafórica “matar al mensajero”, que se refiere al acto de culpar a una persona que trae malas noticias en vez del autor de las mismas, en obvia alusión a las graves acusaciones que recibiera de parte de Taboada y que fueron denunciadas por esta editorial.
Sin embargo, los tribunales porteños decidieron que la denuncia sea “archivada por falta de pruebas”.
Con su demanda, Pablo Toviggino pretendía silenciar no solo a Aldo Corbalán sino a revista LA COLUMNA. Su pretensión habría sido acallar a esta publicación y evitar nuevos informes que los afecten, como aquél donde un abogado asegura que “es el jefe de una organización que roba campos”. Sin embargo, propósitos de censurar a esta revista fueron en vano, pues la justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desechó sus pretensiones.
CALUMNIAS E INJURIAS
Una vez que la causa en su contra fue archivada por falta de pruebas, el 25 de noviembre de 2022, Aldo Corbalán decidió denunciar a Toviggino por “calumnias e injurias”, tanto la ofensa difamatoria como el ultraje directamente personal.
La causa recayó en la vocal de Cámara, Dra. María Eugenia Carabajal, jueza que diera lugar a las primeras medidas procedimentales, como notificar a la parte denunciada y, en abril de 2023, requirió que comenzaran a delinearse los pasos para dar inicio a la audiencia de conciliación obligatoria. Con lo cual, la demanda comenzó a moverse en sede judicial.
Sin embargo, el 19 de diciembre del año pasado, a pocos de iniciarse la feria judicial, el juez Julio Carmelo Vidal, otro vocal de Cámara dictó una resolución inentendible: declaró la incompetencia de la causa.
Así es que el juez Vidal decidió que la demanda en contra del directivo de la AFA ordenó archivar la causa, aun cuando la jueza de origen no dijo nada al respecto y dictaminara las primeras medidas. Lo que significa que se asume como competente para actuar en el asunto. Ante la jubilación de la jueza Carabajal, ocurrida en noviembre pasado, fue Vidal quien pasó a timonear la causa.
Así fue que, en tiempo récord, decidió que los tribunales santiagueños no podían resolver al respecto, y la causa cayó por completo.
CONTRA LA LIBERTAD DE PRENSA
En aquella demanda en contra del dirigente de fútbol se enfatizó en el ataque a la libertad de prensa que sufrió no solo Corbalán sino LA COLUMNA.
Es por ello que se hizo hincapié en que “lo que se advierte por parte de Pablo Toviggino es una clara afectación de la libertad de prensa que, según Badeni, es entendida como sinónimo del ejercicio de la libertad de expresión a través de cualquier medio técnico de comunicación social pública”.
En este marco, “la libertad de prensa recibe un tratamiento jurídico preferencial, no para satisfacer una necesidad individual de quien la ejerce, sino para preservar el sistema político que permite la manifestación armónica de las libertades individuales”.
Es más, se destaca que “el ejercicio de la libertad de prensa, en su dimensión institucional o estratégica no es absoluto. Pero está impregnado de un valor jerárquico superior al asignado a los restantes derechos individuales o sociales, ejercidos en una dimensión no institucional, que puedan ser perturbados con motivo de su ejercicio, pues se relaciona con la tipificación que merece un sistema político democrático”.
En ese contexto, se expresa que “la denuncia fue una manera maquiavélica puesta en ejecución por Toviggino para amedrentarme en mi tarea periodística, y a su vez impidiendo y estorbando la libre circulación de mi multimedio (revista, radio y portal web)”.
Es por ello que la demanda de Corbalán señalaba que “Toviggino solo realizó esa denuncia para manchar mi buen nombre y honor con la intención de calumniarme, intimidarme y coartar la libertad de expresión de un medio de comunicación como la revista LA COLUMNA, la cual publicó una nota en base a denuncias penales que tiene el mencionado sujeto”.
LA JUEZA, EL JUEZ: DOS MIRADAS DIFERENTES
En este punto hay que tener en cuenta que la jueza María Eugenia Carabajal ordenó las primeras medidas en contra de Toviggino, luego de que Corbalán planteara la querella por calumnias e injurias. Entre ellas se destaca la de comunicar de la misma al dirigente de la AFA y también plantear la audiencia de conciliación obligatoria.
Tales medidas implican que la magistrada se declaró competente en la causa, por lo que comenzó a actuar. Todo ello, sin necesidad de expresar taxativamente su competencia.
Debe tenerse en cuenta que estos planteos le llevaron casi un año a la magistrada.
Por su parte, el juez Julio Carmelo Vidal la reemplazó a fines de noviembre y, en menos de 20 días, decidió “declarar la incompetencia en razón de territorio”, ordenando que la causa sea archivada.
O sea, se declaró incompetente en una causa que ya estaba en marcha.
Aquel fallo judicial en favor de Pablo Toviggino, sería considerado como un desconocimiento de las leyes y que su fundamentación no se condice con los preceptos del Derecho. Por lo que Corbalán recurrió la medida y aun espera una resolución de los tribunales superiores.
De esta manera queda al descubierto una nueva denuncia en contra del tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino. Una más para Pablo Toviggino. A estas alturas ya debería estar acostumbrado a lidiar con las demandas penales que golpean a su puerta. En forma sarcástica se podría decir que tiene más denuncias que el mítico mafioso Al Capone. Por ahora disfruta de su suerte y pareciera esquivar todas las balas, pero no vaya a ser que termine cayendo por la causa menos pensado.
Mientras tanto, es la justicia quien debe resolver la nueva acusación.