El estallido cósmico registrado equivale a cien veces el tamaño del Sistema Solar. Los investigadores no lograron aún determinar con certeza qué lo produjo.
Se trató de «un descubrimiento accidental», explicó el principal autor del estudio, Philip Wiseman.

Un grupo de astrónomos anunció hoy el descubrimiento de la «mayor explosión» cósmica registrada hasta la fecha, una bola de energía cuyo estallido equivale a cien veces el tamaño del Sistema Solar, según se detalla en una publicación de la Royal Astronomical Society británica.

Los científicos creen tener una explicación para el fenómeno espacial, bautizado como AT2021lwx, pero advirtieron que necesitan realizar más investigaciones para llegar a una conclusión definitiva.

La explosión, detectada hace tres años por el observatorio Zwicky Transient Facility de Estados Unidos, se describe como la más grande jamás detectada porque liberó muchísima más energía que en un brote de rayos gama.

Se trató de «un descubrimiento accidental», explicó el principal autor del estudio, Philip Wiseman, astrofísico de la universidad británica de Southampton. El fenómeno «quedó almacenado en la base de datos», antes de que los científicos lo volvieran a sacar del cajón, al año siguiente. El análisis de la luz recibida permitió calcular que había tardado 8.000 millones de años en llegar al telescopio.

Según los investigadores, podría tratarse de una supernova, la explosión de una estrella masiva al final de su ciclo, aunque en este nuevo fenómeno, la luminosidad es diez veces mayor.

Otra posibilidad es que se produjera una ruptura provocada por lo que se conoce como efecto de marea, en el que una estrella se desgarra por la fuerza de atracción de un agujero negro al que se acercó demasiado. Sin embargo, en este caso, AT2021lwx es tres veces demasiado luminoso para que esa posibilidad sea real.

Según explica la publicación, este estallido en realidad solo puede compararse con los cuásar, las galaxias que tienen en su interior un agujero negro supermasivo que emite una cantidad de luz y energía fenomenales. No obstante, la luz de los cuásares es intermitente, mientras que en AT2021lwx el haz se acentuó bruscamente hace tres años.

«Nunca habíamos visto algo parecido (…). Surgió de no se sabe dónde», explica Wiseman. Su equipo ya presentó una primera teoría: una nube gigantesca de gas de un tamaño equivalente al de 5.000 soles está siendo devorado por un agujero negro supermasivo.

El problema es que se supone que los agujeros negros supermasivos están situados en el centro de una galaxia. Y además, el fenómeno AT2021lwx tiene un tamaño equivalente a nuestra Vía Láctea, pero alrededor no hay ninguna galaxia. «Es un verdadero enigma», constata Philip Wiseman.

Comparte esta noticia