15 de diciembre, 2025
Nota de Portada

En una jornada cargada de emoción y simbolismo, Elías Suárez asumió como gobernador de Santiago del Estero y marcó el inicio de una nueva etapa signada por el llamado a la unidad, el diálogo y el compromiso colectivo. Ante un recinto colmado, recibió los atributos de mando y anunció los ejes centrales de su gestión, con la educación, la capacitación y la defensa del federalismo como pilares fundamentales.

El año está llegando a su fin y Santiago del Estero vivió el recambio institucional de una manera muy especial. A principios de 2025 nadie sabía quién sería el sucesor de Gerardo Zamora. Se barajaban distintos nombres, pero nadie conocía con certeza a la persona que se convertiría en el próximo mandatario de la provincia, hasta que el sábado 9 de agosto se anunció que el Frente Cívico por Santiago, como fuerza política provincial, había decidido nominar a Elías Miguel Suárez como el continuador del proyecto político de unidad. Lo haría acompañado por Carlos Silva Neder, quienes garantizarían la continuidad de una gestión de gobierno responsable y equilibrada, que siga sentando las bases para el progreso y desarrollo de Santiago del Estero, con oportunidades para todos.

Lo que vino después es historia conocida. Trabajo de campaña. Elecciones. Triunfo, con resultados abrumadores: más del 70% del caudal de votos.

Hoy llegó el momento de Elías Suárez de reafirmar por qué lo eligió el pueblo santiagueño para guiar sus destinos durante los próximos cuatro años. Sin dudas, su gobierno marcará el inicio de una nueva etapa para toda la provincia. Él sabe que llega a la gobernación con una misión clara: garantizar la continuidad del modelo, mientras se redefine el equilibrio de poder entre la provincia y la Nación.

Su elección como sucesor no fue improvisada ni menor. Su trayectoria en la gestión pública lo consolidó como un operador experimentado, conocedor del territorio y del funcionamiento interno del Estado provincial.

Su perfil técnico y su lealtad política lo convirtieron en la figura ideal para mantener el equilibrio del sistema zamorista, en una etapa donde el propio Zamora se prepara para asumir protagonismo nacional desde el Senado.

Elías Suárez no representa una ruptura, sino la institucionalización del poder construido durante casi dos décadas. En este sentido, su gobierno se perfila como una garantía para preservar el orden político interno y mantener una relación fluida con los municipios, el empresariado local y las organizaciones sociales, pilares fundamentales de la gobernabilidad santiagueña.

 

EL TRASPASO

Llegó el día: 10 de diciembre. Fecha que se convirtió en sinónimo de la democracia y Santiago del Estero lo vivió a pleno. Fue una de esas jornadas que quedan grabadas en la memoria colectiva. En un recinto colmado de aplausos, expectativa y orgullo provincial,

En ese clima cargado de emoción, Elías Suárez llegó para asumir como nuevo gobernador. Fue recibido por un aplauso cerrado que envolvió el recinto y continuó durante varios minutos, como un abrazo colectivo, como una bienvenida que excedía lo formal y se volvía gesto de confianza.

Antes de ingresar a la sala, la militancia que aguardaba en la explanada lo saludó con fervor. El gobernador saliente, Gerardo Zamora, y la exgobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora, también fueron recibidos con ovaciones que recordaron el largo camino recorrido por esta gestión. El pasillo hacia la jura fue una síntesis perfecta del clima: respeto, emoción y expectativa.

Adentro, la ceremonia avanzó con solemnidad. Tras la lectura del acta y el juramento del vicegobernador Carlos Silva Neder, llegó el instante más simbólico y emotivo de la jornada: la entrega de los atributos de mando.

Zamora tomó con ambas manos la banda y el bastón. Durante un segundo que parecía detener el tiempo, miró a Suárez con la complicidad de quienes compartieron trabajo, desafíos y un horizonte común. Luego, se los entregó. Hubo aplausos, algunos ojos brillosos, gestos contenidos y un suspiro colectivo que marcó el punto exacto donde una etapa termina y otra comienza. Un abrazo interminable selló ese momento único.

Luego, Elías Suárez respiró profundo y avanzó hasta el atril. Su voz, firme pero serena, llenó el recinto. Habló de continuidad y de responsabilidad, pero también de humanidad. “La política es una herramienta al servicio de la comunidad”, dijo, y esas palabras parecieron encontrar eco en los rostros de quienes lo escuchaban.

 

PERFIL CLAVE

El nuevo mandatario asumió en un contexto particular. Por un lado, hereda una provincia con finanzas ordenadas, inversión sostenida en infraestructura y una red administrativa aceitada. Por el otro, enfrentará un escenario nacional dominado por la incertidumbre económica y por un modelo libertario que redefine el vínculo entre Nación y provincias, recortando transferencias y exigiendo una nueva lógica de gestión federal.

Frente a ello, el desafío de Suárez será preservar los logros del modelo santiagueño, pero también dotarlo de nuevos instrumentos que le permitan sostener el ritmo de obra pública, asistencia social y desarrollo productivo sin depender del flujo discrecional de recursos nacionales.

Elías Suárez llega con una estructura consolidada detrás: intendentes alineados, legisladores fieles y un aparato político que se mantiene engrasado tras veinte años de gestión continua.
Esa red -que abarca desde las juntas vecinales hasta los grandes programas sociales y productivos- constituye la base de la gobernabilidad santiagueña y la principal garantía de que la transición no derive en fracturas internas.

Sin embargo, también enfrenta un desafío: mostrar liderazgo propio sin romper con el estilo que deja su predecesor. Deberá construir legitimidad no sólo desde el aparato institucional, sino también desde la gestión cotidiana, demostrando capacidad para sostener el orden político.

Su perfil moderado y dialoguista será clave para mantener los canales de negociación abiertos con el gobierno de Milei, mientras Zamora opera en el Senado como articulador político del bloque de provincias del norte.

De hecho, ambos roles parecen diseñados para complementarse: Zamora como voz federal en Buenos Aires; Suárez como garante del equilibrio interno en Santiago.

 

“2026 SERÁ UN AÑO DIFÍCIL”

Ya con los atributos de mando, Suárez pronunció su primer discurso como gobernador, donde reafirmó que la política, en Santiago, “es una herramienta al servicio de la comunidad”.

El flamante mandatario reconoció la labor de sus predecesores, Zamora y Ledesma Abdala, destacando la visión estratégica con la que sostuvieron un modelo de crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años.

Asumo este mandato con la certeza inquebrantable de que, en Santiago, la política es una herramienta al servicio de la comunidad. Es con la política, desde donde se han gestado los grandes consensos que permitieron que nuestra provincia viva un proceso de transformación sostenido, basado en el diálogo, la previsibilidad, la planificación participativa y un Estado eficiente, ordenado y equilibrado”, señaló.

Con claridad y honestidad, Suárez presentó el contexto desafiante que atraviesa el país y al que deberá hacer frente la provincia: Sabemos que 2026 será un año difícil y complicado”, afirmó, y subrayó que no puede haber desarrollo sin equilibrio social, sin federalismo real y sin respeto a las provincias. En ese sentido, remarcó que Santiago mantendrá su postura de diálogo franco pero firme, siempre defendiendo los intereses de su gente.

A la vez, manifestó que “hemos tomado todas las medidas preventivas necesarias para cuidar nuestras finanzas y así lo seguiremos haciendo: ajustando gastos operativos como el uso de combustible y costos de mantenimiento, limitándonos también en la discrecionalidad de la asignación de recursos públicos, ya sea en los nombramientos, cobertura de vacantes, alquileres, ahorros en insumos no esenciales y otras contrataciones; y varias restricciones y medidas de contención del gasto público sobre diversas áreas que fuimos considerando no tan urgentes, para priorizar las obligaciones fundamentales del estado”.

También llevó tranquilidad a los hogares santiagueños: el Gobierno Provincial continuará acompañando al trabajo, a la producción y a los sectores más vulnerables. En materia salarial, confirmó que —como todos los años— se convocará a las mesas de diálogo para definir las pautas antes del ciclo lectivo.

PRINCIPALES ANUNCIOS

El gobernador anunció una serie de medidas para fortalecer la educación, modernizar el Estado, mejorar la calidad laboral mediante la capacitación, impulsar el desarrollo productivo y elevar los estándares de tecnología, innovación y derechos digitales.

Su discurso incluyó anuncios de gran impacto, especialmente en educación, capacitación y empleo. Entre ellos:

  • Prioridad a jóvenes docentes de cada localidad para los cargos del ciclo lectivo 2026, favoreciendo que puedan trabajar cerca de sus comunidades.
  • Concursos transparentes para cubrir cargos jerárquicos en todos los niveles educativos.
  • Un programa de formación para jóvenes de 18 a 35 años, con capacitaciones en oficios tradicionales, saberes digitales, programación y competencias tecnológicas.
  • La inminente inauguración del Hospital Universitario de Clínicas.
  • La creación de un portal unificado de trámites, que agilizará gestiones y turnos en un entorno más moderno y accesible.
  • El impulso de políticas de inteligencia pública para anticipar problemáticas sociales, como la deserción escolar.
  • El fortalecimiento de la protección de datos y derechos digitales.
  • La puesta en marcha del Consejo Económico Social, un espacio estratégico para el diálogo entre sectores públicos y privados.
  • La renovación de las agencias de desarrollo territorial y la actualización de la Ley de Promoción Industrial, con el objetivo de atraer inversiones y potenciar el valor agregado local.

CONTEXTO ECONÓMICO Y FEDERALISMO

En otro tramo, reafirmó el compromiso con la producción, el federalismo, las obras públicas, la seguridad y la modernización del Estado. Pero más allá de los anuncios, el mensaje que quedó flotando fue otro: el de la esperanza. El de un Santiago que se reconoce en su historia, pero que también mira hacia adelante con madurez y convicción.

El gobernador Suárez hizo hincapié en la defensa del federalismo y de los recursos provinciales, anunciando que la provincia mantendrá equilibrio fiscal, inversión pública y obligaciones al día.

En el mismo sentido señaló que Santiago del Estero tiene un crecimiento exportador: USD 1.320 millones en 2024 (+49,5%), lo que llevó a que la provincia se convirtiera en la 6ª del país en balanza comercial positiva.

Con respecto a la continuidad del modelo provincial, el mandatario se refirió a la transformación en infraestructura, conectividad, energía, rutas y obras hídricas. Asimismo, señaló que hay más de 3.570 viviendas del IPVU en ejecución con fondos propios, que se suman a las 33.000 viviendas sociales entregadas en los últimos años. Mientras que destacó que 2.043 escuelas provinciales están conectadas a internet de alta velocidad.

 

EDUCACIÓN

El gobernador Suárez manifestó que una de las prioridades de su gobierno es la educación. En virtud de ello anunció una serie de medidas:

  • Prioridad de horas cátedra para docentes jóvenes del lugar donde se requiera el cargo.
  • Concursos para cargos jerárquicos en todos los niveles.
  • Finalización de estudios secundarios a distancia para quienes no completaron la escolaridad.
  • Escuela secundaria con más prácticas profesionalizantes y cultura digital.
  • Objetivos de mejora por escuela: alfabetización plena, reducción de repitencia y continuidad escolar.
  • Refuerzo del apoyo alimentario escolar.

 

EJES DE LA GESTIÓN

En materia de salud, el mandatario se refirió a la continuidad de la gestión y los nuevos desafíos. En tal sentido, recordó la renovación de la red sanitaria, tecnología y formación profesional. Asimismo, destacó la próxima inauguración del Hospital Universitario de Clínicas, y la prioridad en prevención, formación y fortalecimiento del sistema en zonas rurales.

Con respecto a la seguridad, dijo que habrá continuidad en modernización tecnológica, con el anillo electrónico, reconocimiento facial, vehículos inteligentes, entre otros puntos. También mencionó la incorporación de profesionales universitarios a la policía y el enfoque preventivo, científico y operativo que se le está dando a las fuerzas.

En el área de capacitación laboral e innovación, el gobernador se refirió al programa de formación para jóvenes de 18 a 35 años, lo que significó 3.000 jóvenes en el primer año, cursos de 6 a 12 meses de oficios tradicionales, tecnologías, programación, competencias digitales y certificación profesional para mejorar empleabilidad.

A la vez, señaló que el Consejo Económico Social será activado como espacio formal público-privado, donde se analizarán políticas productivas, tecnológicas e industriales. Del mismo tendrán participación el Poder Ejecutivo, la legislatura, universidades, CGT, empresas y ONG.

Sobre producción e industria, se refirió a la actualización de la ley de Promoción Industrial, a la necesidad de reforzar las agencias de desarrollo territorial y el impulso a cadenas de valor, economía del conocimiento y pymes.

Con respecto a la modernización del Estado y derechos digitales, el gobernador anunció la creación de un portal único para trámites y turnos, que significará la simplificación normativa. Además, señaló que se utilizará inteligencia pública para anticipar problemas, como deserción escolar, violencia y salud. Mientras que también se fortalecerá el área de la ciberseguridad y protección de datos.

 

“EL DESAFÍO ES GRANDE”

En su discurso, el gobernador Suárez también dedicó un mensaje especial a la juventud, a quienes definió como “protagonistas del presente y gestores del futuro”. Los convocó a construir, desde sus sueños, el Santiago del Estero que viene.

Expresó que “no habrá progreso individual sin progreso colectivo. No habrá futuro posible sin solidaridad, sin responsabilidad y sin participación”. Razón por la cual, enfatizó que “el desafío que tenemos por delante es grande, pero también lo

son la capacidad de nuestro pueblo y de una gestión con experiencia y convicción”

Pidió a todos los sectores “unidad, diálogo y respeto”, y cerró con un mensaje de esperanza: el futuro provincial debe construirse desde la cooperación, la responsabilidad social y la planificación estratégica.

El flamante gobernador finalizó su primer discurso como mandatario, entre aplausos, alegría desbordada y el fervor de la militancia que lo esperaba afuera.

Apenas bajó del estrado, Suárezy buscó inmediatamente a su familia. Abrazó a su esposa, a sus hijos, a sus nietas. Un abrazo largo, afectuoso, sincero. Uno de esos abrazos que dicen más que cualquier palabra.

Afuera, la multitud lo esperaba para continuar con la celebración. Cuando cruzó las puertas de la Legislatura, los aplausos, los cantos y las banderas lo envolvieron en una ovación que no era solo para él, sino para lo que representa: el inicio de una nueva etapa, un nuevo capítulo en la historia provincial.

Fue el comienzo de una nueva etapa institucional para la provincia, guiada por la convicción de que la construcción colectiva es el camino para superar desafíos y avanzar hacia un horizonte común.

De esta manera quedó inaugurado el tiempo de Elías Suárez: un tiempo que él mismo definió como un camino de unidad, diálogo y respeto colectivo.

Un tiempo que, desde ayer, ya comenzó a escribirse.

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