22 de agosto, 2025
Entrevistas

Verónica Paz Zanini, doctora en Ciencias Químicas e investigadora de la UNSE, impulsa la ciencia como herramienta para mejorar la calidad de vida en Santiago del Estero. Desde el desarrollo de dispositivos para detectar arsénico en el agua hasta proyectos de energías renovables, su trabajo combina la docencia, la investigación y la extensión universitaria para formar nuevas generaciones comprometidas con soluciones locales.

Despertar vocaciones científicas, contagiar el amor por el conocimiento, mejorar la calidad de vida de las personas y marcar un camino para las nuevas generaciones, es la mejor definición para la carrera de Verónica Paz Zanini, doctora en Ciencias Químicas, docente, investigadora y extensionista de la UNSE, con su ámbito de trabajo en la Facultad de Agronomía y Agroindustrias. 

En el área de investigación desarrolló, junto a un grupo de becarios CONICET, un dispositivo que detecta la presencia de arsénico en el agua. Y hoy, buscan dar un paso más y conseguir el financiamiento que permita obtener destiladores basados en energía renovables, para poder sanear y dar solución a la problemática.  La ciencia puesta al servicio de la sociedad.

“Siempre les digo a los estudiantes que se puede, que hay que pensar en la investigación como una inversión estratégica, que nos permita lograr un desarrollo soberano, darle valor a la materia prima que tenemos, dejar de depender de fuentes externas y solucionar problemáticas locales”, afirma.

 

En este camino, acompaña a nuevos profesionales y siembra el amor hacia el conocimiento en las aulas, los laboratorios y en campo. “La idea es formar recursos humanos que no solamente busquen crear un conocimiento académico, sino también dar solución a una problemática local, buscamos investigar algo que la provincia necesite”.

La docencia, la investigación y la extensión son las tres funciones sustantivas de la universidad, y la Dra. Paz Zanini sabe de dicho compromiso. 

“En el área de extensión, junto a estudiantes del profesorado y becarios Conicet Unse, desarrollamos estrategias innovadoras que buscan transformar el aprendizaje, dándole un significado práctico de aplicación". En otras palabras “buscamos al estudiante, le llevamos un contenido disciplinar y los tratamos de vincular con una problemática real. Los alumnos ven el  significado de aprender”, cuenta y enumera las exitosas experiencias en colegios de la provincia.

Para la investigadora oriunda de Beltrán, toda la tarea realizada “es una obligación para quienes recibimos educación pública, gratuita y de calidad” y para sembrar la mejor semilla en las futuras generaciones.

El arsénico en Santiago del Estero

El arsénico es un mineral que se encuentra distribuido ampliamente en el ambiente y es tóxico para los seres humanos porque al ser ingerido por periodos prolongados de tiempo, genera graves consecuencias para la salud.

En la naturaleza, se encuentra en el suelo a diferentes profundidades y por disolución contamina las aguas subterráneas volviéndolas inaprovechables para el consumo de las personas. Lamentablemente, ocupa gran parte del territorio nacional.

La exposición crónica puede desencadenar en enfermedades cardiovasculares, cambios de pigmentación en la piel, afecciones neurológicas, daño hepático como cirrosis y cáncer de hígado.

Así también, aumenta la posibilidad de desarrollar diabetes y problemas digestivos. Afecta de manera directa a la salud reproductiva, llegando a causar abortos espontáneos, y bajo peso en recién nacidos. Durante el embarazo, puede  causar problemas en el desarrollo fetal, incluyendo malformaciones en el sistema nervioso central y las extremidades. 

Los ingenieros Ramón Fernández y Carolina Frías, del Grupo de Investigación en Recursos Naturales del INTA Santiago, en el año 2022 presentaron un mapa de concentraciones de arsénico en aguas subterráneas, a partir de muestreos realizados por técnicos, investigadores y extensionistas durante 19 años, cuyos análisis fueron realizados por el Laboratorio Central de Aguas del Ministerio de Salud de la Provincia.

El mapa se confeccionó con 156 datos promedios de arsénico (As) de distintas localidades, a partir de los cuáles se creó una superficie continua de valores estimados, haciendo uso del método de interpolación denominado Kriging Ordinario, lo que permitió hacer una aproximación al patrón de distribución del contenido de As en aguas subterráneas de nuestra provincia.

Los investigadores destacaron que el mapa pretende ser una referencia sobre las grandes zonas del territorio provincial donde se encuentra este elemento tóxico en las aguas subterráneas, pero advirtieron que su presencia y concentración puede variar localmente entre un punto y otro.

De esta manera una herramienta que permita medir el arsénico, salva vidas, previene enfermedades y colabora a la mejora de la gestión ambiental.

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