01 de abril, 2025
Actualidad

El investigador Omar Puig realizó un exhaustivo análisis de la situación agromeotorólogica en los departamentos Aguirre, Belgrano, Taboada, Moreno, Alberdi, Copo y otras siete localidades del este santiagueño. Sus observaciones fueron contundentes en cuanto a los registros de las precipitaciones por debajo de los promedios históricos.

Con información obtenida de diversas fuentes como la Red de Estaciones Meteorológicas Automáticas, la Red de Pluviómetros de INTA Quimilí, la Red de Freatímetros del Sudeste y los pronósticos climáticos oficiales a mediano y largo plazo, presentaron un análisis realizado por el Ing. Agr. Omar Puig, integrante de la estación experimental Bandera y del  INTA Quimilí.

El Ing. Agr. Omar Puig se refirió en primer lugar a las temperaturas registradas entre enero y febrero con valores por encima de lo normal. “Las temperaturas que se han registrado son una consecuencia de la falta de precipitaciones. Cuando llueve se da un fenómeno que baja la temperatura temporalmente, lo que decimos ha refrescado, y cuando eso no ocurre es como que se consolida el aumento de temperatura y se va formando la ola de calor que según los días consecutivos que se van sumando, le dan la intensidad y los valores de los registros dan la severidad de la ola. Y eso está pasando muy significativamente en estos últimos años, o sea el efecto principal del ascenso de los registros de temperatura lo podemos atribuir a la falta de precipitaciones”.

Además, explicó que “en años con precipitación inferior a lo normal o años niña como los últimos cuatro que estamos transcurriendo, las temperaturas máximas se manifiestan con valores superiores a lo normal, como ya los pronósticos del trimestre febrero-marzo-abril lo indicaban para el Este de la provincia”.

En cuanto a este fenómeno de bajas precipitaciones, desde la AER Bandera, se realizó un análisis de la precipitación mensual 2024 y los promedios históricos de cada localidad, analizando los departamentos Aguirre, Belgrano, Taboada, Moreno, Alberdi y Copo y 7 localidades como Malbran, Bandera, Los Juries, Añatuya, Quimili, Sachayoj y Monte Quemado, donde las observaciones fueron contundente en cuanto a los registros de las precipitaciones por debajo de los promedios históricos.

 

ANÁLISIS

Las precipitaciones 2024, en general en el este de Santiago del Estero estuvieron por debajo de los promedios histórico de cada localidad analizada, salvo el departamento General Taboada en las localidades de Los Juríes y Añatuya que, estuvieron levemente sobre de los promedios, situación que quedó reflejada en los resultados de los cultivos de verano 2023-2024, con rendimientos de los cultivos dentro de lo previsto.

En general, en los seis departamentos considerados y las siete localidades analizadas, las precipitaciones de abril superaron ampliamente los promedios históricos, con eventos en forma de temporal en la segunda quincena de este mes, que afectó la calidad de todos los cultivos, con mayor incidencia en el cultivo de algodón.

Otro detalle observado en este análisis es la escasa o nula precipitación durante cuatro y cinco meses consecutivos (mayo-junio-Julio-agosto y septiembre) que condicionaron las fechas optimas de siembra de girasol y algodón en todo el Este de la provincia, en esta campaña 2024-2025, y con bajo rendimientos del cultivo de trigo, que no tuvieron aportes de humedad por parte de la atmosfera desde la siembra a la cosecha.

La zona del noreste, con promedios históricos en las localidades de Sachayoj (695 mm), Quimilí (730 mm) y Monte Quemado (676 mm), estuvieron con milimetraje por debajo de los promedios históricos, es decir 231 - 210-102 mm., respectivamente y en la zona del sudeste, Bandera, con promedios de 869 mm es la localidad con los registros más bajos que los promedios con 219 mm.

 

IMPACTO EN LA PRESENTE CAMPAÑA

“El impacto en los cultivos es diferente según las zonas consideradas, en el caso del Noreste, los departamentos Moreno y Alberdi el efecto negativo del estrés hídrico térmico es mucho mayor con respecto a la zona del Sudeste”, aseveró el Ing. Puig.

“La zona de Sachayoj-Quimili, que viene con registros de lluvia 2024 por debajo de los promedios históricos, y donde las precipitaciones de enero 2025 fueron muy bajas, de 28 y 55 mm, donde debido a la falta de precipitación, el efecto térmico se magnifica, provocando un retraso del crecimiento, aborto de flores y formación de manchones, tanto en los cultivos como en las pasturas, en las partes altas de los lotes”, describió.

A la vez, precisó que “en esta situación, el factor que favorece a minimizar los daños en los cultivos, es el estado fenológico, de comienzo de floración, de las fechas de siembras fines de diciembre y primeros días de enero, donde la demanda hídrica por parte del cultivo no es alta, lo que permite atenuar el estrés hídrico y las altas temperaturas de esta segunda ola de calor de los primeros días de febrero”.

“En cambio, en la zona del Sudeste en los departamentos Aguirre, Belgrano y Taboada, las precipitaciones de enero que estuvieron entre los 100 y 200 mm., concentradas en los días 19 y 28, permite superar la segunda ola de calor sin mayor efecto en los cultivos, que se encuentran en un estado fenológico de inicio de floración y con muy buena implantación, con alta expectativas de buenos rendimientos”, expresó.

 

PRONÓSTICOS

En cuanto a las perspectivas en el mediano plazo Puig indicó que “a partir de esta segunda quincena de febrero se prevé que las lluvias comiencen a consolidarse con registros más interesantes, aunque pueden continuar siendo en forma sectorizadas” y anticipó un “quiebre de las olas de calor, que van a ser menos intensas, de solo tres o cuatro días a partir de ahora, y un final de febrero con precipitaciones generalizadas en el NEA y el NOA”.

En el mismo sentido, apuntó que “el mes de marzo comienza con lluvias más frecuentes, desde la primera semana, donde se va tener mucha humedad junto al mes de abril, conformando un otoño muy húmedo con eventos en forma de temporal, que, si bien puede tener consecuencia en la mecánica y la calidad de la cosecha, favorece la implantación de pasturas y la siembra de los cultivos de invierno como el trigo”.

Finalmente informó que “de acuerdo a los pronósticos a nivel nacional, en cuanto a las precipitaciones para el trimestre febrero-marzo y abril condiciones normales mayor o iguales al 40 % de probabilidad y en cuanto a las temperaturas un 45-50 % superior a lo normal. De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre febrero-marzo-abril de 2025 hay 59 % de probabilidad de desarrollo de La Niña y 41 % de chances de neutralidad”.

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