19 de abril, 2025
Entrevistas

“Senderos” es el lugar para la inclusión de la discapacidad en el centro de la ciudad. El lugar que oficia de espacio educativo y terapéutico, asisten más de cien personas, entre niños y adolescentes, a los cuales en muchos casos le cambiaron la vida.

La puerta abierta a la unión, solidaridad, empatía y amor. De eso se trata “Senderos”, el espacio creado hace más de diez años brinda para aquellos con distintas imposibilidades un lugar de contención.

Nacido en marzo del 2012, comenzó como una réplica del trabajo que se desarrolla en Tucumán. José Segura, en compañía de su mujer, comenzaron a diagramar lo que sería un lugar único, donde las familias con niños y adolescentes con distintos grados de discapacidad, puede sentirse incluido.

Puesta en marcha, al inicio fueron unos cuantos, 21 personas. Hoy la institución cuenta con más de cien. Presenta además unos 50 profesionales que dedican a tiempo completo en mejorar la calidad de vida de los que asisten.

Tanto al turno mañana como a la tarde, se atienden diferentes patologías. Entre docentes, terapeutas, cocineros y personal de maestranza; el espacio ubicado en San Martín las 1200 es uno de los destacados por su atención para esta población.

Con una fuerte presencia que le costó unos años llegar, tuvieron en marzo pasado su celebración de aniversario. En charla con La Columna, José contó sobre la historia del espacio, que continúa ante todo contexto, con el sendero de inclusión.

 

¿Cómo nació la idea de trabajar con niños y adolescentes con discapacidad?

“Senderos” nació en marzo del 2012. Fue una idea que venía de Tucumán, y lo concretamos aquí en Santiago con mi mujer.

 Empezamos con 21 personas recibiendo chicos con diferentes tipos de discapacidades, niños y adolescentes. Trabajando de a poquito hemos sumado más profesionales. Al día de hoy contamos con más de 100 personas que acuden al centro, sumados los que vienen por la mañana como por la tarde.

Somos un gran equipo, unas 50 personas entre terapeutas, maestros, ordenanza, cocineros. Brindamos servicio de desayuno, almuerzo y merienda. También tenemos el transporte de puerta a puerta, entre otros trabajos.

 

En estos diez años, ¿cómo ha cambiado el trato para con aquellos que presentan discapacidad?

Ha crecido muy poco la atención a la discapacidad. Si se ha logrado la inclusión de los chicos en la sociedad. En un principio vi que los chicos estaban excluidos, algunos hasta de su propia familia. Todo eso ha cambiado.

Ahora vemos con otros ojos. Se nota el aprecio de la sociedad, de esas ganas de participar buscando una mejor calidad de vida.

Las familias se animaron a tratar la discapacidad, a buscar una ayuda, a pedirla buscando escuelas, profesionales, espacios donde se pueda brindar eso.

 

Cumplieron un aniversario más, cómo centro de asistencia que está en plena ciudad. ¿Qué momentos emotivos recuerdas en estos años de trabajo?

Recuerdo, entre otras situaciones, cuando el seleccionado argentino de rugby estuvo con los chicos. Fue hace dos años, justamente para nuestro aniversario número diez. Ellos estaban entrenando en mi gimnasio (Tuluka), les consulte si habría posibilidad de visitarlos con los chicos. No dudaron ni un minuto, y se acordó en ese mismo instante que los pequeños llegaron a verlos.

Ellos han concurrido a otros espectáculos, pero nunca de esta manera. Fue la primera vez que conocieron gente relativamente reconocida. Los Pumas llegaron un domingo y el martes siguiente fueron al gimnasio.

Los chicos fueron recibidos por los jugadores de ese entonces, recuerdo. Marcos Kremer, Agustin Creevy, el santiagueño Facundo Isa, entre otros. Durante la visita se sacaron fotos, hablaron con los jugadores, presenciaron el entrenamiento de fuerza y se llevaron el lindo y emocionante recuerdo de conocerlos personalmente.

Fueron en esa oportunidad unos 25 chicos. No solo pudieron saludarlos sino también compartir un desayuno. Un gran momento, muy emotivo. Así como este, tuvimos con otros seleccionados, que compartieron con nuestros niños momentos de alegría, incentivo e historias.

 

¿Qué te pasa al ver este gesto para con el espacio? Teniendo en cuenta que les ha costado instalarse en la provincia.

Es muy emotivo. Este gesto cómo otros. Es celebrar años de vida y de inclusión. Es crecer con ellos y para ellos.

 

 

 

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