Son incontables las fórmulas inventadas para perder peso. Desde dietas mágicas, hasta dietas equilibradas diseñadas por expertos; medicamentos con resultados sospechosos, operaciones y otros procedimientos invasivos, y hasta peligrosos regímenes relámpago que pueden afectar seriamente la salud. En todos, la importancia de desayunar varía en cantidad y métodos, pero el tan mencionado ayuno intermitente pareciera liderar la lista de las opciones más llevaderas para cumplir este objetivo.

¡Sorpresa! El ayuno intermitente se ha asociado a buena salud y, sobre todo, a una manera de regular la presión sanguínea. Pero cuidado, no hablamos de cualquier tipo de ayuno intermitente, hablamos de alimentación con restricción de tiempo en el que se cuenta con entre cuatro y doce horas para comer, y el resto del tiempo se restringe la ingesta. La diferencia es que “se requiere un tiempo constante en la ventana de alimentación diaria. Su objetivo es alinear los ritmos circadianos naturales del cuerpo con el horario de alimentación”.

Se han realizado muchas investigaciones que demuestran que la alimentación con restricción de tiempo tiene muchos beneficios, como conducir a la pérdida de peso, si se toma en cuenta una restricción calórica; aumenta la sensibilidad a la insulina, reduce la presión arterial y tiene otros efectos positivos en la salud metabólica, pero hasta ahora no había sido definido el momento ideal para empezar la ingesta de alimentos.

En primer lugar, con relación a la pérdida de peso, la investigación arrojó que con la alimentación con restricción de tiempo se podían lograr reducciones significativamente mayores en el peso corporal en comparación con una restricción de calorías únicamente, pero además, examinaron tres patrones de alimentación diferentes, con ventanas de alimentación de entre seis y diez horas y evaluaron la importancia del momento en que los individuos empezaron a comer.

Así, concluyeron que los individuos que rompieron el ayuno más temprano y terminaron su ventana de alimentación antes lograban una pérdida de peso mayor que los individuos de los otros periodos; también definieron que, como se mencionó, cualquiera de los esquemas de alimentación programada fueron más efectivos que la simple reducción calórica; y que comenzar a comer, específicamente, antes de las 11 de la mañana impactó positivamente los valores de presión arterial, beneficio que no fue determinante en los otros patrones de alimentación.

Según se explica en el estudio, la razón por la cual ingerir alimentos en las primeras horas del día podría tener esta ventaja es que las hormonas cruciales para regular el metabolismo alcanzan su punto máximo de secreción en las mañanas, de manera que esto se refleja en la reducción de la presión arterial, mientras que la reducción de ingesta de alimentos conduce a una disminución de calorías y esto también podría influir en los niveles de glucosa y colesterol de los individuos con sobrepeso, factores que implican riesgos importantes para la salud.

Hay que agregar que los investigadores destacaron que sin importar las horas, podemos obtener beneficios para nuestra salud estableciendo un periodo de alimentación con restricción de tiempo establecido de entre seis a diez horas. Sin embargo, es importante señalar que antes de someternos a cualquier plan de restricción de alimentos, o dieta, debemos consultar con especialistas./Yahoo

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