A la hora de hablar del legado de Mama Antula y de todo lo que significa su próxima santificación, son muchos quienes trabajan para que su figura se mantenga vigente. Sin embargo, hay dos periodistas que se destacan por haber investigado de manera exhaustiva todo lo que hizo la beata y hasta dónde llegaron sus huellas. Ellas son Nunzia Locatelli y Cintia Suárez, quienes se conocieron gracias a Mama Antula y juntas se convirtieron en las “madrinas” del Doctorado Honoris Causa que le concedieran a María Antonia.

Ellas son las personas con más publicaciones acerca de la beata santiagueña. Por lo cual, LA COLUMNA mantuvo una profunda entrevista con ellas, donde dejaron ver por qué Mama Antula es una mujer que merece todos los reconocimientos.

Nunzia Locatelli es periodista y escritora italiana graduada en Magisterio por la Universidad Católica de Milán. Es socia Fundadora de Sidera Media SRL, una productora de contenidos multimedia. En 2014 produjo para la televisión el documental “El Camino del Ángel”, sobre Jorge Mario Bergoglio. En 2015 desarrolló el juego y material didáctico “Los reinos de Alisa”, destinado a escuelas públicas, colegios, museos y hospitales. Y que fue declarado de interés cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, entre otros laureles.

Cintia Suárez nació en Santiago del Estero y es licenciada en Periodismo por la Universidad del Salvador. Cursó la Maestría en Antropología Social en la Universidad Nacional de San Martín y está realizando su tesis titulada “Mama Antula y la identidad del pueblo santiagueño”. Desde hace trece años se dedica a la investigación sobre la vida, obra y legado de Mama Antula.  Escribió el libro “La peregrina de los esteros”, editado por la Legislatura porteña en el año 2015. En 2022 la Fundación Conciencia y Acción Ciudadana de Santiago del Estero la distinguieron con el premio Changuito CYAC en la categoría literatura.

Juntas escribieron:

  • Mama Antula. Una mujer empoderada en el Buenos Aires colonial” (2023) editado por la legislatura Porteña,
  • ¿Qué han hecho? Juan Pablo I. Conspiración en el Vaticano y milagro en la Argentina (2022) editorial Catarsis,
  • “Mama Antula, la Fede di una donnaindomita” (2020) editado por el Vaticano en la Librería EditriceVaticana,
  • “Mama Antula, la mujer más rebelde de su tiempo” (2019) editorial Planeta
  • “Descalza. Mama Antula, la mujer que desafió los poderes máximos” (2017) editorial Santa María.

Todos estos libros han recibido numerosos reconocimientos del Honorable Senado de la Nación y otras instituciones de Santiago del Estero, Santa Fe y de la Cuidad Autónoma de Buenos Aires. Faja de Honor Padre Castellani como mejor libro católico en 2018. Sin dudas, son las referentes con más publicaciones en el mundo sobre Mama Antula.

 -¿Cómo se encuentran con Mama Antula? ¿Cuál es su primer acercamiento con esta figura?

-Nunzia Locatelli: Lo primero es contar cómo nos conocimos con Cintia, porque es muy improbable una dupla así, de una extranjera italiana que llega a Buenos Aires y de una santiagueña, que vive en Buenos Aires, se encuentren por pura casualidad en la Basilica de la Piedad, donde descansan los restos de Mama Antula. Ahí nos encontramos. Después pasaron meses y nos vimos otra vez y, de repente, mi atención se focalizó sobre la historia de Mama Antula.

Cintia me dijo que había escrito un libro sobre ella y entonces nos juntamos para hablar un poquito. Después de la beatificación decidimos juntas escribir algo muy chiquito, pero al final nos dimos cuenta que no merecía solo un folleto y encontramos una editorial y empezamos juntas a escribir un verdadero libro con las noticias que teníamos, pero sin una investigación profunda, como después pudimos hacer.

-Cintia Suárez: Paradójicamente, la conozco en Buenos Aires. En ese momento, trabajaba en una editorial y la editora me dice: “Vos, que estudias periodismo, ¿por qué no escribís un capítulo de un libro?”. Había que trazar como un perfil sobre una persona cualquiera. Entonces dije: “tiene que ser una mujer y tiene que ser de Santiago del Estero. Y la encontré en Internet, y empecé a profundizar. Escribí ese primer capítulo, después dije que esto no puede quedarse en estas pocas páginas y ahí me lancé con un primer libro: “La peregrina de los esteros”.

Fue un libro autogestionado, pero fue como la carta de presentación que me abrió muchas puertas. Una de ellas, conocer a Nunzia. Luego, el libro fue de distribución gratuita, gracias al apoyo de la Cámara de Diputados de Santiago del Estero. Luego vinieron los otros libros junto a Nunzia.

-¿Por qué es importante hablar de Mam Antula en este tiempo? Pareciera que una mujer que vivió hace 200 años no tendría nada que ver con lo que somos y con la lucha que tienen las mujeres en la actualidad.

-C.S.: Muy importante. Primero, justamente por el motivo que estamos en este momento en Santiago del Estero, porque se reconoce su perfil sacando todo lo religioso, que está, que es válido, pero puntualmente su perfil, como primera escritora rioplatense, dicho por quien fuera el presidente de la Academia de Letras, Pedro Luis García.

Además, porque ella es una excepción. En el siglo XVIII las mujeres no tenían acceso a la educación, a nada, era una cosa, un recipiente reproductor de hijos, esposa, monja o pulpera. Ella ninguna de esas opciones, no quería nada de eso, era laica consagrada. Recordemos que no era monja.

-Precisamente, mucha gente sigue creyendo que era una monja.

-C.S.: Es cierto, pero no era monja.

-N.L.: Hasta el Papa, con el cual tuvimos una reunión hablando sobre Mama Antula, remarcó con decisión y carácter que no era monja. No escriban y no permitan que se diga que era una monja, era laica. El Papa lo remarcó, es importante para él la figura del laico en la iglesia, en particular de Mama Antula.

-C.S.: Es importante por eso, pero también porque es una mujer que tiene un mensaje muy actual. Lo que nosotras vemos, sobre todo en el aspecto nacional e internacional, es que es una mujer que inspira a hombres, mujeres, niños, con este mensaje: “La paciencia es buena, pero mejor es la perseverancia”. Esa es su caballito de batalla.

También, ver una mujer que con nada hizo todo, que se pudo superar cada día más y sobrepasar obstáculos que le imponía el Estado, porque el Rey Carlos III dijo que todo lo jesuita estaba prohibido. Pero ella continuó con el legado jesuita, que no sólo es la parte evangelizadora, sino que hay una parte educativa muy importante, que eso no podemos obviar.

-Pero es lo que menos se conoce.

-C.S: Exactamente. Por eso, a través de este Doctorado Honoris Causa que se le acaba de otorgar, nosotras planteamos esto como actora social, como una persona intelectual de su tiempo, o sea, hizo un aporte a la literatura argentina imborrable.

Nosotras tuvimos la oportunidad de ir a Roma el año pasado, al Arquibio di Stato di Roma, y encontrarnos los 300 manuscritos, que son un ido y vuelta, entre ella, Gaspar Juárez y Ambrosio Funes, donde hablan de cómo es la vida colonial, básicamente. Cómo era el día a día en esa época, que es lejana a nuestro tiempo, pero muy fundante de la patria. Entonces, tenemos todos esos aspectos que nos hacen que Mama Antula sea necesaria en este tiempo y en las próximas generaciones.

Por eso estamos también mostrando este perfil académico, este perfil educativo. Eso es el mensaje de ella en este momento. El valor de la formación intelectual, además de la formación en valores, pero ese es el mensaje que nos gusta remarcar justamente en el marco de este doctorado.

-¿Cómo la describiríamos? ¿Qué es lo que hacía? Porque la idea de la gente, que no conoce quién era Mama Antula es de una mujer descalza que andaba por todas partes predicando, pero no se conoce demasiado.

-N. L.: Lamentablemente, hasta ahora se conoce solo eso de Mama Antula, pero -como dijo Cintia- la importancia de la educación, la importancia como mujer, que sale de su situación de mujer de la época, obviamente, y es una historia de superación y de rebeldía. Pero también de la posibilidad en cada estrato social, en cada época, la posibilidad de la mujer de salir sola de las situaciones y crear para los otros, porque ella nunca pensó en sí misma,. En la carta dice: “Quiero hacer cosas grandes”, y nunca pensaba cosas grandes autoreferenciales, sino cosas grandes como la Casa de los Ejercicios Espirituales, que fundó en Buenos Aires. Y antes alquilaba casas, reunía a gente de todos los estratos sociales, tanto que se puede definir como la pionera de los derechos humanos en la Argentina.

Recordemos que, en aquella época no se podía reunir las clases sociales juntas. Había lo de abolengo, había los servidores y además los esclavos. Sabemos que la esclavitud en la época era moneda corriente y aceptada socialmente. Hasta los jesuitas o los órdenes religiosos tenían esclavos. Mama Antula también tenía esclavos, porque era parte de la época.

-¿Tenía esclavos?

 -N. L.: No tenemos que juzgar con los ojos de ahora. Era lo que se estilaba y se usaba en aquella época. Había forma de tratarlos y Mama Antula pudo también, en sus cartas, referir cómo trataba a sus esclavos. En particular, en una última carta que fue redactada por el notario que tomó sus voluntades el día antes que ella falleciera. Ahí sí piensa en el destino de sus esclavos. Había uno joven, que podía trabajar y le dio la libertad, pero con una condición, que siga sirviendo a los ejercicios, que siga ayudando con los ejercicios espirituales. Además había otros dos esclavos que eran muy mayores, muy viejos y que no tenían la posibilidad que, una vez libres, encontraran otra forma de sustento y entonces a ellos no les concedió la libertad. Pero dejó asentado que debían permanecer en la Santa Casa y tener todos los privilegios. No es que no quería hacerlo, pero sabía que dándole la libertad a esos dos esclavos iban directamente a ser mendigos en la calle, iban a morir de hambre. Esa es una forma que ella tenía de pensar y de cuidar a los otros.

Volviendo al tema de las clases sociales, ella fue la primera que pudo reunir diferentes clases sociales durante los ejercicios. Y en la carta se relata que la Virreina del Perú se encontraba con otras mujeres de, obviamente, una clase inferior, hasta las esclavas, las pulperas, otras personas y hasta las servías. Ella servía a esa señora de una clase social inferior, cosa impensable.

-A pesar de todos estos hallazgos, tengo entendido que no fue fácil que le otorguen este Doctorado Honoris Causa, que hubo muchas trabas y muchas opiniones contrarias. ¿Por qué se oponían ciertos grupos?

-C.S.: Creo que, primero, es el prejuicio y el desconocimiento, porque lamentablemente la imagen que tenemos de Mama Antula es con esa capa y con la cruz, ya a la gente le genera el prejuicio de que era una monja. Entonces, la concepción viene errada y, desde ese lugar, se producen estos obstáculos, prejuicios, o intenciones que no son afines al espíritu de Mama Antula. Por ahí, intenciones egoístas que permiten sesgar mucho el proyecto y buscar, de alguna manera, frenarlo.

Pero no importa, porque eso forma parte del camino. Si a Mama Antula le tiraron piedras, imagínate nosotras. A la Mama Antula la violentaron en vida. Cuando llegó a Buenos Aires, le empezaron a tirar piedras, por su aspecto.

-N. L.: Exacto. También lo importante que es el prejuicio con respecto al aspecto de una persona. Podemos abrir un poco más el abanico, su aspecto, su ropa muy pobre, el descuido. Nosotros mismos, cuando encontramos a una persona que que tiene cosas pobres, la juzgamos, que es diferente a nosotros. Bueno, le pasó a Mama Antula, que era una persona que sabía leer, escribir, una persona que tenía contactos y podía hablar con toda la sociedad, desde el virrey hasta el esclavo. Discriminación. Todos los días lo vivimos de diferentes maneras. No es que una discriminación solo de abajo, porque uno viene discriminado por su proveniencia, por su clase social, baja o alta, por su aspecto físico, y

a Mama Antula le pasó eso también. Es importante también rescatar ese tema.

-Cuando comenzaron este camino, ¿alguna vez se imaginaron que podían llegar a ser madrinas?

-N.L.: No, no, no, no. La Mama Antula nos presenta y nos da siempre sorpresas. Bueno, creemos que además vamos a tener más. Porque nos sorprendió cada año con algo nuevo, con descubrimientos ya nuevos. Y creemos que es toda obra de ella. Podemos ser creyentes, no creyentes, mirar fríamente la realidad, tener una visión muy objetiva de las cosas que pasan, analizarlas de otra forma. Pero son cosas a veces inexplicables.

-Ustedes están insumiendo mucho de su tiempo, ¿económicamente les rinde, pueden solventarse, o esto lo hacen aparte de su trabajo particular?

-C.S.: No. Desde un tiempo a esta parte, nosotras nos hemos abocado a esto. Cuando nos preguntan, ¿para qué trabajan? Decimos: “Trabajamos para el cielo”. La Mama Antula confiaba en la providencia, y nosotras confiamos en la providencia, como ella nos enseña.

La Mama Antula nos manda todo.

-N. L.: Sí, además tenemos libros, tenemos un sello editorial, escribimos libros para terceros, no como ghostwriter, pero tenemos un equipo que se ocupa de escribir libros, Nosotros hacemos obviamente la supervisión y todo eso, y después trabajamos, nos llama History Channel, por ejemplo, o grandes medios como el medio mexicano Univision, y escribimos notas en Infobae. Obviamente, no te vas a convertir en una persona con mucha disponibilidad, pero podemos sustentar nuestra investigación.

-¿En Santiago se encontraron con trabas en su trabajo? Algunos se preguntan ¿de dónde son estas mujeres que nos vienen a hablar de Mama Antula si ella era santiagueña?

-C.S.: La Mama Antula es de todos. Nosotras hacemos un rol desde mujeres laicas, entonces nadie se tiene que sentir tocado ni ofendido, porque nosotras estamos en nuestro lugar, siempre aportando, siempre consecutivamente desde el mismo lugar, de los libros, de todo lo que nos propone el periodismo que, a su vez, es multifacético. Así que nosotras, por más que haya trabas, no nos detenemos. Sabemos que si Mama Antula quiere, la cosa sale

-N. L.: Y elige su persona. Es muy selectiva. Nos dimos cuenta que si ella quiere que salga, un proyecto u otro, sale. Si no quiere, no sale. Por otro lado, si uno quiere escribir sobre la Mama Antula, como escribimos nosotras, puede escribir. Si quiere difundirla, que la difunda, pero hay también una parte de la mezquindad humana, que está en contra de las personas que hacen, ¿no? ¿Cómo se puede combatir eso? Haciendo, o uniéndose, para potenciar la difusión. Pero eso no está pasando, y es una pena, porque tendríamos que trabajar juntos para la causa común.

Nosotras vamos adelante, no detiene nada, tampoco la mezquindad de la gente, los obstáculos que tuvimos, nada. De otra forma, esos obstáculos nos fortalecen, como dice la Mama Antula. Sabemos que va a enaltecer nuestra misión, porque más piedras en el camino, más satisfacción, y seguramente más motivación.

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