19 de abril, 2025
Actualidad

Justamente esa era la característica que lo distinguía, su sensibilidad, ante todo. Con más de 50 años en la música, y representante de todos los frentes de Los Carabajal, su fallecimiento provocó gran congoja en el ambiente cultural y social en general.

Mario “Musha” Carabajal fue ese “tío” que todos querían. El de la palabra presente siempre, la amabilidad, y la contención e inclusión para con todos a su alrededor.

Se fue tras una intensa batalla con una enfermedad terminal, a la que no le daba entidad y continuaba con los escenarios y compromisos.

Aunque la meta era continuar, su cuerpo debía parar y la exclusión definitiva del grupo al cual le dio vida, fue un inesperado revés. La situación suscitada con su hermano “Cali” provocó un gran malestar y la noticia de su enfermedad cobró vida.

Unos días después de aquella novedad, “Musha” falleció en un nosocomio en Buenos Aires, donde recibía el tratamiento. El domingo 13 de abril la información recorrió el país donde se hizo eco por la nostalgia provocada.

Su transitar simple, sencillo y amable lo destacaron en prácticamente la totalidad de la carrera. Atento no solamente a los escenarios, era esa persona que daba importancia y se acercaba al público, a la Prensa, a los nuevos artistas y a todo aquel trabajador que estaba a su cargo.

Con el “Patio de Tierra” encima -como solía decir-, caminaba justamente como si estuviera en su ciudad de La Banda, tranquilo, pausado, y con la bondad en la palabra.

Pasó en varias ocasiones por La Columna, en distintos momentos de su carrera. Recordamos una de esas charlas, especialmente la brindada durante época de pandemia, en la cual el grupo llegó a los 53 años de vida y al mismo tiempo fueron nominados a los premios “Carlos Gardel” a la música.

Con doble velatorio, ante la cantidad de personas que quisieron despedirlo tanto en Buenos Aires donde residía como en La Banda dónde nació; el recuerdo en la revista del músico santiagueño que no solo dejo en alto al folclore local, también, el don de persona invaluable.

 

*AÑO 2020

-Se conmemora una fecha importante para la cultura, y especial para los músicos que hacen folclore. ¿Cómo se vive el hoy sin recitales, giras, escenarios compartidos, salas de ensayos diarios?

El espíritu de hacer música no se ha perdido.  Cuando se plantea esta situación, los primeros que salieron a curar la salud fueron los médicos, enfermeras, y todo personal de sanidad. Y continúan con ese trabajo.

Y los músicos, salimos a curar el alma. La música va a vencer a la muerte, que es lo que propone este virus.

 

-¿En algún momento se ha sentido abatido?

No. Tengo la contención de mi familia. He tratado de reinventarme, de buscar las actividades que a mí me permitan desarrollar, mirarme un poco más hacia adentro.

Este tiempo han servido para reflexionar, leer mucho, hacer música. En estos días compuse varios temas. Así lo canalice al miedo, con la sensibilidad.

Leí a los autores santiagueños: Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez, Dalmiro Coronel Lugones, entre otros. Muchas canciones escritas de los poetas santiagueños proponen unas expresiones profundas. Justamente leí a Bebe Ponti, con quien estamos componiendo una zamba.

 

Están activos entonces…

Sí, sí. Sumo la actividad que realizo desde mi Instagram. La pasada semana cumplí la transmisión número 70, cómo invitado Los Sones Santiagueños.

Son 70 horas dedicadas al encuentro con amigos, a contar historias, a mostrar cosas que la gente no conocía de los artistas. Esto también es un aporte para abstraerse del momento tan complicado que vivimos todos.

 

Justamente les sirvió para tener ese tiempo con uno mismo, teniendo en cuenta que hace varios años ya que viven de gira, de ciudad en ciudad, sin horarios para el trabajo, etc.

La vorágine del trabajo nos planteaba viajar permanentemente. En un momento de estos días se extrañó, pero también nos dio la posibilidad de estar un poco más en la casa y ayudar.

Tomamos tareas que casi nunca la hicimos dentro de la casa. Nos encontramos con otras situaciones que nos enriquecieron. En mi caso, con mi mujer Miriam (Talone), nos fortaleció como pareja, como familia. Siempre estamos juntos, pero ahora mucho más.

 

-De un día para otro se tuvieron que actualizar también, con las transmisiones por redes sociales o streaming, entre otras cuestiones similares. ¿Cómo fue ese encuentro con la tecnología?

Es un aprendizaje permanente. No estábamos dedicados a eso. Hicimos acciones para actualizarnos.

De repente debemos ofrecer un producto, y encima que sea digno. Trabajamos nosotros, pero además la gente de Prensa nuestra: Cesar Tapia, Alejandro Correa y Alejandro Jara.

 

Nuevamente reconocidos a nivel nacional dentro de la terna de los “Premios Gardel a la música”. ¿Cómo la toma ser seleccionada otro año?

Con mucha felicidad. Es bueno que ocurra esto, es un reconocimiento a la historia. Inclaudicable, irrenunciable, y con identidad.

Este disco ha sido más elaborado, más pensado. Como todos los discos. Pero en este caso especial porque los otros no han tenido tanto tiempo. “Leyenda” lo hemos pensando seis a siete meses. Había 60 temas para grabar y plantear una idea musical.

Así sucedió que elegimos hacer reversiones de temas que justamente son universales, y que generaciones nuevas no las conocen.

Mira como son las cosas que el streaming que realizamos con Los Carabajal para el Cumpleaños de la Abuela lo vieron en Chile, Bolivia, Paraguay, y en el mundo.  Las canciones que grabamos lo hicimos sin pensar en lo que podía ocurrir con una pandemia. El tiempo nos da la posibilidad que llevar la música a esos lugares donde queríamos, sin quererlo.

Por otra parte, necesitábamos hacer homenajes a Jacinto Piedra, Carlos Saavedra, Agustín y Carlos Carabajal. El que escucha el disco, lo puede disfrutar de principio a fin, porqué es un disco conceptual. Cada canción relata una historia.

Es una satisfacción por todo lo que implicó hacer este trabajo, el estar ternados.

 

¿Es suficiente estar nominados, o les gustaría recibir el premio?

Uno desea que el premio corresponda al disco “Leyenda”. Si dan el premio al disco, estaría Santiago del Estero representado. No solo Los Carabajal.

Creo que también en estos tiempos donde hay propuestas que van perdiendo lo que es la identidad musical, y se distorsiona, nosotros seguimos con 53 años una misma línea.

En un vivo mío en Instagram con Alito Toledo –de Los Manseros Santiagueños-, hablábamos de esto, de haber traspasados los años.

Ellos con la sencillez llegaron a tocar en el Teatro Colón. Nosotros, por nuestro lado, llegamos al Luna Park a festejar los 50 años. Y ese espacio no se lo dan a cualquiera, menos a las expresiones populares. Es un lugar de preferencia a lo que está sonando o artistas internacionales.

Con la chacarera, con la familia, con la sencillez, lo conseguimos. Con el folclore.

 

 

 

 

 

Compartir: