La periodista y escritora italiana Nunzia Locatelli, conocida en Santiago del Estero como una de las biógrafas de Mama Antula y por su importante trabajo editorial, visiblemente conmovida por el fallecimiento del Papa Francisco, dialogó con LA COLUMNA directamente desde Roma.
-¿Cómo está viviendo uno de los momentos más tristes para la iglesia? ¿Quién fue para usted el Papa Francisco?
-Claramente estoy muy triste, me siento muy triste, pero todavía no me doy cuenta que no está en esta tierra el Papa Francisco. Todavía no lo puedo entender.
Para mí el Papá Francisco fue una figura clave desde el momento en que vine a vivir en Argentina, porque fue una persona que cambió totalmente mi rumbo, sobre todo cuando hice el documental “El camino del ángel”, sobre su vida. Me hizo conocer Argentina, a pesar de que él estaba en Roma, en la ciudad del Vaticano, y pude realmente entender cómo era su lugar donde estaba viviendo y por qué tomó su decisión. Yo creo que el Papa Francisco tiene que ser entendido y comprendido empezando a conocer lo que es argentina
-¿A qué decisión se refiere?
-La decisión es que él tomó la composición social de Argentina, la pobreza que es muy diferente de la pobreza que está en Italia y que los italianos piensan que sea la pobreza. Si no conocen Argentina, no van a entender el Papa Francisco.
-¿Cómo conoció al Santo Padre?
-Al terminar el documental sobre su vida, el 31 de diciembre de 2013, recibí un llamado telefónico del Papa Francisco. Él estaba empezando a llamar a las personas al azar y la suerte quiso que fuera mi momento. Él me llamó para invitarme a una misa en Santa Marta, donde estoy ahora estoy precisamente. Y yo fui con mi familia y la verdad que fue ahí que lo conocí personalmente. Estreché su mano.
Después, nuestra relación -si la podemos llamar así- fue de conocimiento, y siguió adelante porque yo cada tanto le escribía y él tenía la bondad de contestarme y fui a visitarlo varias veces.
Después lo vi cuando fui con mi marido en el 2022, que ya se encontraba en silla de ruedas y también en una audiencia donde fui con otras personas en un grupo muy restringido de gente. Y ahí también me recibió y tuvo la bondad de hablarme y, bueno, de saludarlo. También el año pasado, en ocasión de la canonización de Mama Antula, me recibió con mi familia el día anterior a esa celebración.
-¿Qué es lo más importante que puede destacar a título personal sobre el Papa Francisco?
-La cosa muy importante que puedo rescatar de nuestras conversaciones es la frase que me dijo cuando lo vi la última vez personalmente, es decir, el 10 de febrero del 2024, cuando me agradeció por el trabajo de investigación sobre Mama Antula. Fue muy importante para mí porque estaban presentes mis hijas y pudieron ver que trabajar seriamente, duramente, también cuando no existe ni sábado ni domingo, ni las vacaciones, te da una recompensa, en este caso, que el Santo Padre reconozca el valor de tu trabajo y el valor en general del trabajo, cosa que él proponía siempre.
-¿Qué lectura puede hacer de la relación del Papa con Santiago del Estero, sobre todo teniendo en cuenta que trasladó la sede primada del episcopado a esta provincia?
-Creo que para los santiagueños es un honor muy grande tener la primera Santa argentina y al día de hoy lo veo como un gran regalo que hizo el Papa, no solo a toda Argentina, a los santiagueños en particular. Eso va a quedar para siempre en la historia, para siempre.
Trasladar la diócesis a Santiago del Estero es una reparación histórica y él siempre quiso hacerlo. Ya hace unos años que había pedido documentos para dar fundamento a su decisión. Cuando esos documentos llegaron, él tomó la decisión. Entonces tenía un cariño muy especial para Santiago del Estero y quiso, para mí, resaltar, poner en valor y dar importancia a las provincias más lejanas del poder, poder que está en Buenos Aires. Quiso realmente dar importancia a esa ciudad, el Papa quiso premiar, quiso valorizar, valorar mucho el trabajo que se está haciendo en Santiago del Estero para después realmente poner en la periferia el poder.
-¿Cómo se vive en Roma este momento?
-En Roma en este momento hay un caos muy grande no se recuerda una situación así, tampoco cuando falleció Juan Pablo II, un papa muy querido, con un pontificado larguísimo. Eso es debido no solo al hecho que haya muerto un pontífice como Francisco, sino que también se mezcla el jubileo, que ya está en acto, y esta estación, que es el comienzo de la primavera acá, donde siempre suele ser llena de turistas. Entonces, si agregamos el jubileo y la muerte del Papa Francisco, estamos como en una situación de máxima alerta, de máxima seguridad. De hecho, hubo hoy la reunión del gobierno para organizar la fuerza del orden entre policía, carabinieri, guardias… Todos a disposición para enfrentar los próximos días, donde se esperan más de 200 jefes de Estados, que vienen de todo el mundo y también un público muy, muy grande, y potencialmente una situación muy peligrosa, que podría ser realmente una bomba de congregarse tanta gente.
-A su entender, ¿por qué cree que Francisco santificó a nuestra Mama Antula?
-Decidió canonizar a Mama Antula porque fue siempre la persona que llevó adelante esa causa. Ya desde el año 1999, cuando era obispo de Buenos Aires, reabrió la causa. Fue gracias a él que Argentina tiene su primera santa mujer y una santa laica, una santa con características muy parecidas a la de él, jesuita. Un papa jesuita que canoniza a una mujer que seguía el trabajo de los jesuitas y que pudo mantener firme el legado jesuita cuando era prohibido. Había una gran prohibición de todo lo que era jesuita y ella era una mujer fuerte y, como él dijo el año pasado, Mama Antula estaba haciendo una actividad clandestina porque llevaba adelante todo lo que hacían los jesuitas, siendo los jesuitas prohibidos y exiliados de las tierras de América y de todo el resto del mundo, menos en Rusia.
-¿Cómo avizora el destino de la iglesia a partir de ahora?
-Yo pienso, siento, no tengo obviamente ninguna información, que el próximo papa podría ser un europeo, que vaya recomponiendo lo que es Europa ahora, que es un continente que ha perdido la fe, un continente donde hay una gran presencia de musulmanes, una gran presencia de otros cultos, otras religiones y lo importante es recuperar lo perdido.
Claramente, en Europa tenemos las guerras a las puertas, con Rusia, Ucrania y otra cosa es seguir condenando la guerra y tratar de encontrar la paz, como siempre hizo Francisco porque la guerra no es solo Ucrania-Rusia, hay muchas guerras en el mundo.
-¿Tiene algún cardenal a quien considere como su candidato a la sucesión?
-Yo tengo un preferido entre los candidatos, que es el cardenal Pierbattista Pizzaballa, que es de Bérgamo, como yo, que nació en el lugar donde nació mi mamá. Mis parientes lo conocen muy bien. Él está en Jerusalén y se ofreció como cambio entre los prisioneros que todavía quedaban en las manos de Hamas en Gaza.
Era uno de los hombres de Bergolio, era muy querido. Entonces, con la posible elección de Pizzaballa, hay una persona que conoce la guerra, que vive en un lugar donde hay guerra, una persona europea y una persona de paz. Con su designación se elegiría a una persona que conoce la guerra, que conoce la curia y es una persona de paz.