Un equipo interdisciplinario de jóvenes santiagueños fue reconocido en el Ideatón Federal del CFI por una propuesta ambiental inédita en Argentina. Reno(B)arrios combina reciclaje, biodigestores y huertas comunitarias para erradicar los microbasurales y promover una economía circular con impacto social.
En los barrios de la Capital, los microbasurales se repiten como una marca persistente: montículos de residuos en esquinas que se convierten en focos de infección y degradación ambiental. Allí, donde lo cotidiano convive con el humo, las quemas improvisadas y el olor penetrante, un grupo de jóvenes santiagueños vio algo distinto: la posibilidad de pensar una política pública integral desde el territorio.
Ese grupo participó en el Programa Gestión para el Desarrollo del Consejo Federal de Inversiones (CFI), una beca federal que selecciona a estudiantes y profesionales de todas las provincias para formarlos en diseño de políticas públicas. Fue en ese espacio, que combina clases semanales, talleres intensivos y la convivencia federal de la Semana de Integración, donde surgió la idea que después llevarían al Ideatón.
Cuando llegó el momento de escoger un eje temático, seis becarios santiagueños decidieron priorizar la cohesión y la confianza antes que la temática. Así se conformó un equipo interdisciplinario integrado por Ignacio Luna, Ignacio Creus, Valentina Pellene de Relaciones Internacionales, Brunella Marchionna de Ciencia Política, Valentina Bonahora de Medicina y Andrea Venancio de Trabajo Social.
Lo que al principio fue un grupo armado casi por afinidad académica, pronto se convirtió en un espacio de trabajo sólido donde cada disciplina aportó una mirada clave.
Finalmente eligieron trabajar sobre Ambiente y Manejo de Recursos Naturales, un desafío especialmente complejo para quienes venían de las ciencias sociales, pero posible gracias a esa diversidad formativa. Así nació Reno(B)arrios, el proyecto que más tarde representaría a Santiago del Estero y se convertiría en uno de los ganadores del Ideatón Federal.
En diálogo con LA COLUMNA, Ignacio Luna, integrante del equipo, explica cómo nació el proyecto, qué propone y por qué puede cambiar la gestión de residuos en los barrios del noroeste.
- Para empezar, ¿cómo definirías Reno (B)arrios y en qué contexto surge dentro del programa del CFI?
-Reno(B)arrios se enmarca en el Programa “Gestión Para el Desarrollo” de la Escuela Federal de Desarrollo del Consejo Federal de Inversiones.Es una beca que hicimos desde el mes de Abril y terminó en Noviembre con el evento de la Semana de Integración Federal.
Nosotros pasamos por un proceso de selección para poder ingresar a la beca. Una vez aceptados, tuvimos clases semanales teóricas y prácticas con talleres orientados a acompañarnos en la creación de un Proyecto de Política Pública, que era el entregable final del Programa.
-¿Cuál es la propuesta central del proyecto y qué problemática busca resolver?
-Las estudiantes de la UNSE habían hecho sus prácticas en los barrios del noroeste de la Ciudad Capital de Santiago del Estero y habían encontrado una problemática común: la presencia de microbasurales a cielo abierto en las esquinas, a escasos metros uno de otros.
Reno(B)arrios propone erradicar esos microbasurales y disminuir la huella de carbono urbana a través de la creación de Centros de Valorización Integral de Residuos, en donde se acopien los residuos y se los divida en orgánicos e inorgánicos. Los inorgánicos serían destinados a cooperativas para que se reinserten en la economía circular y con los orgánicos se trabajaría por un lado para hacer compost para la implementación de Huertas Comunitarias y, por otro, para pasarlos por biodigestores para generar biogás de uso domiciliario.
-Para que el proyecto pueda implementarse, ¿qué actores y condiciones son indispensables?
-Desde que fuimos galardonados en Buenos Aires, volvimos con un objetivo bien claro: hacernos escuchar, dar a conocer la propuesta y llegar a consideración de las autoridades competentes. Por más que nos gustaría, no sería de implementación inmediata, se preveé que brinde resultados a mediano y largo plazo en un lapso de 3 a 5 años desde que se ponga en marcha.
Para ello es fundamental trabajar en red y forjar alianzas tanto con la Municipalidad, las cooperativas, las universidades y el INTA, que son espacios, que así como nosotros, cuentan con cuadros formados en la temática y sería clave la vinculación para potenciar el Proyecto. Además creemos que va de la mano con la agenda ambiental que viene impulsando la Municipalidad de la Ciudad Capital hace ya buen tiempo, y que es algo importante y urgente para nuestro presente y para el de las generaciones venideras.

-¿Con qué profesionales o instituciones consultaron para evaluar la viabilidad sanitaria y ambiental del modelo?
-Primero que nada, acudimos a las UPAS del Barrio Belén y del Barrio General Paz, por lo que agradecemos a María Marcela Castillo y a Nélida Moreyra respectivamente, ya que en nuestros encuentros con ellas pudimos reafirmar la hipótesis de que la existencia de microbasurales traía aparejada la aparición de enfermedades respiratorias, infecciosas, gastrointestinales y muchas otras.
Una vez reafirmado eso, consultamos con el Lic. en Ecología Agustín Tiberi sobre la factibilidad de la propuesta, quien nos devolvió que el proyecto era perfectamente llevable a cabo.
- ¿Qué aspectos del proyecto consideras importante que la comunidad conozca?
-Reno(B)arrios contempla instancias de educación ambiental y de capacitación en empleos verdes, para que los vecinos sean protagonistas y puedan aplicar a largo plazo sus aprendizajes. No debemos dejar de lado que una política pública está orientada a un público objetivo, en este caso los vecinos de los barrios del noroeste de la capital, y que el éxito de toda política pública depende de la buena recepción, la captación y la retroalimentación para seguir mejorando la propuesta, que es una constante en estos procesos. Ojalá poder aplicarla y replicarla en otros lugares de la Ciudad y la Provincia.
-No existen antecedentes directos de un modelo así en Argentina ni la región. ¿Cómo viven ese logro y ese desafío?
-Mejor imposible. No existen modelos como tal en el país, ni en el continente y, hasta donde tenemos conocimiento, a nivel global tampoco. Me refiero a que esta ideación integral de implementación de centros de valorización de residuos con biodigestores y con huertas no existe como tal, más allá de que si hay lugares en donde se aplican estas soluciones pero por separado.
Para nosotros es un desafío y un orgullo enorme saber que el Proyecto cuenta con originalidad y viabilidad que, de hecho, eran dos de los requisitos o ítems que el jurado tuvo en cuenta a la hora de la elección que creo, en lo personal, fueron puntos que jugaron a nuestro favor.
-¿Qué significó para ustedes competir -y ganar- en el Ideatón Federal?
-Desde Santiago del Estero se presentaron tres propuestas y la nuestra quedó seleccionada para participar del Ideatón Federal en donde había un representante por cada una de las 23 provincias argentinas.
El Ideatón consistía en que dos representantes de cada uno de los proyectos tenían que subir al escenario a pitchear al respecto y dar a conocer las propuestas en un lapso no mayor a 4 minutos. En nuestro caso pasamos Valentina Bonahora y yo. Estábamos seguros de que nuestra propuesta abarcaba tres cuestiones fundamentales, lo económico, lo social y lo ambiental, y que busca dar soluciones en estos tres ámbitos y, si bien competimos con propuestas bien federales, todas hablando desde y para el territorio que representaban, creo que la abarcabilidad de la nuestra fue lo que inclinó la balanza; dándonos como ganadores y generando en nosotros una enorme satisfacción después de unos arduos siete meses de trabajo.
-¿Qué cambios culturales o sociales crees que son necesarios para que iniciativas ambientales como esta puedan consolidarse?
-Considero que lo medioambiental es algo que debe concernirnos a todos, es, en términos politológicos, una cosa pública, y debería ser tratada como tal, como un asunto de interés general. Difiero de la visión negacionista de nuestro Presidente al respecto y de sus acciones en cuanto a desfinanciamiento y retiro del país de foros internacionales sobre el tema. Es fundamental que desde la sociedad civil, nosotros los y las estudiantes y los medios de comunicación no dejemos de concientizar sobre la importancia que tiene el cuidado de nuestro ambiente.
Por eso celebramos y agradecemos espacios como este, a LA COLUMNA, que nos permiten difundir la existencia del Proyecto, las ganas de concretarlo y el reconocimiento que recibimos en la Semana de Integración Federal siendo uno de los tres proyectos elegidos por el jurado.
-Para cerrar, ¿qué objetivos se plantean hacia adelante?
-Como grupo interdisciplinario tenemos pensado seguir por este camino, insistir lo que sea necesario para que Reno(B)arrios llegue hasta donde se merece, creemos firmemente en la propuesta y en su factibilidad.
Decirte también que recientemente creamos nuestro Instagram que es @renobarrios.sde e invitamos a aquellos interesados en la temática y en el Proyecto a seguirnos por ahí para enterarse de cómo va, para ponerse al tanto de diferentes oportunidades de formación o por si quieren ponerse en contacto con nosotros.