Con una mirada terapéutica y restaurativa, el Centro de Abordaje y Responsabilidad Adolescente NEXO propone un cambio profundo en la justicia penal juvenil. Desde Santiago del Estero, el nuevo paradigma busca abordar las causas del delito, reparar el daño y construir oportunidades reales para los adolescentes en conflicto con la ley.
Un paradigma, dicho de forma simple, es una manera compartida de ver y entender el mundo. En el ámbito legal, durante décadas dominó el paradigma punitivo: la idea de que la única forma válida de hacer justicia era castigar. Bajo ese enfoque, la prisión se volvía la respuesta automática al conflicto con la ley. Si bien su intención era proteger a la sociedad, con el tiempo se evidenció que castigar por sí solo no basta. No evita que los delitos se repitan, no resuelve las causas que los originan y no repara el daño.
En Santiago del Estero, esta discusión no es ajena. Desde hace años se viene pensando y trabajando para transformar esa lógica, para dejar de pensar el encierro como única salida y comenzar a abordar el conflicto desde otros lugares. Uno de los resultados concretos de ese proceso es NEXO, el Centro de Abordaje y Responsabilidad Adolescente, ubicado en Av. Belgrano (N) N° 810, en la ciudad capital.
“Trabajar el problema, no solo encerrar”
NEXO adopta una mirada terapéutica y restaurativa de la justicia penal juvenil. Esto significa intervenir no solo sobre el delito, sino sobre las causas profundas que lo provocan: contextos de vulnerabilidad, consumo problemático, abandono, desigualdad.
“El conflicto ya está dado, y lo que se busca desde este nuevo concepto judicial es trabajarlo de una manera terapéutica e integral para reparar el daño”, explicó el Dr. Manuel Santillán, coordinador del centro, en diálogo con LA COLUMNA. “La idea es que cuando la persona se reinserte en la sociedad pueda desenvolverse socialmente y no generar un nuevo conflicto”.
El enfoque que propone NEXO no niega la necesidad de medidas privativas de libertad en algunos casos, pero plantea una alternativa clara: “Con más cárcel no solucionamos el conflicto principal. En vez de que esté detenido el adolescente en conflicto con la ley, se le da un tratamiento integral a la causa que lo llevó a tener ese problema. Y se trabaja desde ahí”.
Un espacio dividido, pero integrado
El complejo se divide en dos áreas: una parte intramural, para los adolescentes que deben cumplir medidas de privación de la libertad, y una parte ambulatoria, abierta a talleres, cursos y tratamientos.
En el área intramural, “contamos con pabellones donde duermen los chicos, una sala de estar y de encuentro donde reciben visitas, consultorios, una cancha de fútbol, un lugar para rezar -porque la religión es muy importante aquí- y visitas de muchas iglesias”.
El cambio de enfoque también se nota en lo cotidiano: “En vez de que la presencia principal sea la del personal de seguridad —que está, pero seleccionado especialmente por su perfil— el verdadero trabajo lo hacen los terapeutas, los trabajadores sociales, los operadores. Se va dando otro trato con el adolescente”, explicó el Dr. Santillán
Separado por un portón está el NEXO Ambulatorio, donde funciona una red de actividades orientadas no solo a jóvenes judicializados, sino también a quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad. Allí hay consultorios, aulas, talleres, un jardin, espacios para la cultura y el aprendizaje.
“Ya tenemos la orquesta Clave del Sol funcionando aquí, pueden empezar a aprender un instrumento. Van a tener clases, hacer talleres, y también vamos a tener cursos con La Cruz Roja, por ejemplo. Venir a terminar con el plan fin de escolarización. La idea es que sea un espacio abierto al público, que se pueda generar un nexo, un buen nexo”, agregó el Dr. Santillán.
El valor de lo colectivo
Una de las claves del trabajo en NEXO es su articulación con otras instituciones. “Nosotros somos un nexo: generamos puentes, construimos futuros con distintos organismos que ya existían en Santiago del Estero”, explicó. Entre ellos, mencionó el Centro del Día San Vicente, la Fundación Nocka Munayki, Digaia, El Polear, Sedronar, y distintos espacios de atención a las adicciones y la salud mental.
“La problemática del consumo es cada vez mayor. Entonces necesitamos un trabajo transversal e interdisciplinario desde todos los sectores”, sostuvo, y remarcó: “No podemos dar una respuesta completa y acabada desde el derecho, necesitamos otros saberes. Hay que entender al delito desde lo social”. El abogado también explicó que no siempre la actividad delictiva esta necesariamente ligada al consumo problemático, sino factores y contextos que también pueden ser abordados desde lo terapéutico.
Más que encierro, oportunidades
El centro está pensado para adolescentes de entre 16 y 18 años, aunque también se trabaja con menores de esa edad en el ámbito ambulatorio. La propuesta se basa en el respeto a los derechos humanos y en el cumplimiento de las leyes vigentes: “No estamos inventando nada. Estamos cumpliendo con leyes, con convenciones internacionales, con normas que reconocen que tratamos con menores de edad, personas que todavía tienen elementos para trabajar, para cambiar su camino”.
Lo que distingue a NEXO a nivel nacional es su enfoque paradigmático: “Espacios más abiertos, un trabajo interdisciplinario, y la confianza en que esto no es solo un problema de los jóvenes, sino de toda la sociedad. Hay alternativas. Y funcionan. Hay que intentarlas”.
Romper con los mitos
Para el Dr. Santillán, es necesario desmontar la imagen estigmatizante que suele rodear a estos espacios: “Uno tiene la imagen de las películas o las series, y piensa que acá adentro hay monstruos. Nada que ver. Cuidado con lo que uno se imagina. Podés entrar y estar tranquilo. No te va a pasar nada. Lo comprobás al estar adentro”.
Y se permite un ejemplo simple pero elocuente: “Piensen en la cuarentena, cuando estábamos encerrados en nuestras casas con todas las comodidades. Muchos sintieron que eso era un castigo. Ahora imaginen lo que significa estar privado de la libertad en una institución. Acá no están de vacaciones. Acá se trabaja constantemente, de manera transversal e interdisciplinaria”, concluyó el Dr. Manuel Santillán.