Arte, tradición y modernidad en una velada inolvidable será el regreso a los escenarios de la destacada artista local.
El Paraninfo de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) se prepara para ser el escenario de un evento cultural sin precedentes: el espectáculo "Identidad", una propuesta artística que promete ser mucho más que una simple función de danza. Bajo la dirección y la visión de la destacada coreógrafa Cuqui Peralta Luna, este show se erige como un puente entre el pasado y el presente de la cultura santiagueña, uniendo la tradición y el modernismo en una noche cargada de significado y emoción.
Con el telón subiendo a las 21:30, la velada del 11 de octubre es la parada final de un recorrido artístico que celebra la rica historia de Santiago del Estero. Pero la experiencia comenzará antes, a las 21:00, con una "Antesala Cultural" que invita al público a sumergirse en un ambiente de creatividad y arte. Habrá una exposición plástica, una muestra de artesanías locales y una mesa de libros, ofreciendo a los asistentes la oportunidad de conectar con diversas expresiones culturales antes de que comience el espectáculo principal.
El show "Identidad" está concebido en dos partes bien diferenciadas, pero intrínsecamente conectadas. La primera, titulada "La vuelta del Santiagueño", es un fragmento costumbrista que rinde homenaje a las raíces de la provincia. A través de la danza y la expresión, se exploran las tradiciones, los ritmos y las historias que han forjado la identidad de sus habitantes. Es un viaje nostálgico que invita a recordar y valorar la herencia cultural que se transmite de generación en generación.
Tras este primer acto, un intermedio musical permitirá a los espectadores disfrutar de los sonidos que resuenan en el corazón de Santiago. Es un momento para respirar y prepararse para la segunda parte, "Santiago hoy y aquí". Esta sección ofrece una mirada fresca y contemporánea a la provincia, explorando el modernismo de las expresiones artísticas y dancísticas que florecen en la actualidad. "Santiago hoy y aquí" es una propuesta audaz que demuestra que la identidad cultural no es estática, sino que evoluciona y se reinventa constantemente, incorporando nuevas formas y visiones sin perder su esencia.
Esta combinación de tradición y modernidad no es casual; es el reflejo de la visión artística de Cuqui Peralta Luna, quien ha dedicado su vida a explorar las múltiples facetas del arte y la cultura.
Abierto a todo público, el espectáculo será un encuentro en comunidad. Libre y gratuito, la expresividad santiagueña se hace el sábado 11 de octubre.
EXPERIENCIA VIVA
La idea y la dirección de "Identidad" recaen en Cuqui Peralta Luna, una figura emblemática de la cultura santiagueña cuyo nombre es sinónimo de arte, compromiso y pasión.
Hija de padres que dedicaron su vida al arte y la cultura, Cuqui creció en un hogar donde la danza, el canto y el teatro eran el pan de cada día, disciplinas que sin duda moldearon su vocación.
Su formación académica es tan vasta como su trayectoria. Con estudios en Historia, Francés, Periodismo, Locución, Danza, Expresión Corporal, Teatro y Coreografía, Cuqui no solo se destacó como estudiante, sino que se ha convertido en una incansable creadora y promotora cultural.
DEL ESCENARIO AL ESTUDIO
En el ámbito de la comunicación, su voz y su carisma marcaron una época. Trabajó en medios icónicos como LV11, Tele Imagen Privada, Radio UNSE y el canal universitario. Allí llevó adelante programas emblemáticos como Festival del Canto Nativo, La Carpa del Amor y Simplemente Nosotras, con los que logró conectar con audiencias ansiosas de entretenimiento, información y servicio.
En la danza, su legado es tangible en el Instituto de Expresiones Artísticas Peralta Luna, donde ha formado a generaciones de artistas. Su labor como docente integral del movimiento se complementa con la preparación de muestras anuales que son un reflejo del talento de sus estudiantes. Además, su rol como Coordinadora de Cultura de la UNSE le permitió liderar la reforma y el diseño de espacios que promueven las manifestaciones culturales de la comunidad universitaria, demostrando su capacidad para influir en la vida cultural de la provincia desde diferentes frentes.
A pesar de su extensa y rica trayectoria, Cuqui Peralta Luna asegura que su espíritu sigue siendo su motor principal. “En todos estos recorridos, mi espíritu no se ha detenido. Valoro cada momento de la vida, con sus éxitos o no, porque eso me hace feliz”, reflexiona. Esta filosofía de vida se refleja en su trabajo, que siempre busca trascender lo artístico para generar un impacto positivo en la sociedad.
El espectáculo "Identidad" no es solo una muestra artística; es una celebración de la cultura santiagueña en todas sus formas. Es un tributo a las raíces que nos definen y una ventana a la modernidad que nos impulsa. Es, en esencia, un viaje a través del tiempo y el espacio, guiado por una de las figuras más importantes de la cultura de la provincia. Y es también una reafirmación del poder del arte para transformar realidades y construir un futuro más rico y humano para todos.
UNA DINASTÍA CULTURAL
Antes de que el nombre de Cuqui Peralta Luna resonara como referente de la danza y la gestión cultural en Santiago del Estero, hubo una figura que sembró el terreno fértil donde crecería esa vocación: su padre, uno de los grandes impulsores del arte popular en la provincia.
El maestro Peralta Luna —cuyo apellido lleva el peso de una tradición familiar artística que marcó generaciones— fue un formador nato, un hombre que entendió el arte no como simple entretenimiento, sino como herramienta de identidad, disciplina y trascendencia comunitaria.
Se destacó como docente, promotor cultural y fundador de espacios de formación artística, generando ámbitos donde la danza, la música y la expresión corporal adquirían carácter de oficio y de vida. Su hogar se convirtió en una extensión del escenario: entre guitarras, bombos y ensayos, sus hijos crecieron con la certeza de que el arte no era una actividad más, sino un modo de estar en el mundo.
Para él, la cultura santiagueña debía enseñarse con orgullo y rigor, rescatando lo ancestral, pero también permitiendo que las nuevas generaciones lo resignifican. Su compromiso trascendía lo individual: acompañaba festivales barriales, apoyaba a jóvenes talentos y abría puertas sin pedir credenciales. Tenía la convicción de que todo aquel que se acercaba al arte merecía una oportunidad.
No fue solo maestro de técnica, sino de valores. Enseñaba que el aplauso era consecuencia, no objetivo; que la disciplina era un acto de respeto hacia uno mismo y hacia el público. De sus lecciones no solo surgieron artistas: surgieron personas con sentido de pertenencia, responsabilidad y sensibilidad.
Hoy, ese legado vive en la obra de su hija, Cuqui. Cada espectáculo que dirigió, cada proyecto cultural que impulsa y cada alumno que forma son —en palabras de ella misma— “una manera de seguir caminando junto a mi padre, aunque él ya no esté físicamente”.
Porque hay apellidos que no solo se heredan: se honran en movimiento. Y el apellido Peralta Luna sigue danzando en cada rincón donde el arte es, más que una expresión, un acto de memoria.