Los índices actuales de emisiones de plástico a nivel mundial pueden desencadenar efectos que no podremos revertir, sostiene un nuevo estudio de investigadores de Suecia, Noruega y Alemania publicado en Science.

Según los autores, la contaminación por plástico es una amenaza global, y las acciones para reducir drásticamente las emisiones de plástico al medio ambiente son “la respuesta política racional”.

El plástico se encuentra en todo el planeta: desde los desiertos y las cimas de las montañas hasta las profundidades de los océanos y la nieve del Ártico.

En 2016, las estimaciones de las emisiones globales de plástico a los lagos, ríos y océanos del mundo oscilaban entre 9 y 23 millones de toneladas métricas al año, con una cantidad similar emitida en tierra cada año.

Se espera que estas estimaciones casi se dupliquen para el año 2025 si se aplican los escenarios habituales.

Las emisiones tienden a aumentar a pesar de que la concienciación sobre la contaminación por plásticos entre los científicos y el público ha aumentado considerablemente en los últimos años.

Esta discrepancia no sorprende a Mine Tekman, candidata al doctorado en el Instituto Alfred Wegener de Alemania y coautora del estudio, porque la contaminación por plásticos no es sólo un problema medioambiental, sino también “político y económico“.  Cree que las soluciones que se ofrecen actualmente, como las tecnologías de reciclaje y limpieza, no son suficientes, y que hay que atajar el problema de raíz.

El plástico se acumula en el medio ambiente cuando las cantidades emitidas superan las que se eliminan mediante iniciativas de limpieza y procesos ambientales naturales, lo que ocurre mediante un proceso de varios pasos conocido como meteorización.

 

El plástico es, por tanto, un “contaminante poco reversible”, tanto por sus continuas emisiones como por su persistencia en el medio ambiente.

Los entornos remotos están especialmente amenazados, como explica la coautora Annika Jahnke, investigadora del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ) y profesora de la Universidad RWTH de Aquisgrán:

Además de los daños medioambientales que la contaminación por plásticos puede causar por sí sola al enredar animales y tener efectos tóxicos, también podría actuar junto con otros factores de estrés medioambiental en zonas remotas para desencadenar efectos de gran alcance o incluso globales.

El nuevo estudio expone una serie de ejemplos hipotéticos de posibles efectos, como el agravamiento del cambio climático debido a la interrupción de la bomba de carbono global, y la pérdida de biodiversidad en el océano donde la contaminación por plásticos actúa como un factor de estrés adicional a la sobrepesca, la pérdida de hábitat en curso causada por los cambios en la temperatura del agua, el suministro de nutrientes y la exposición química.

En conjunto, los autores consideran que la amenaza de que el plástico que se emite hoy pueda desencadenar impactos a escala global y poco reversibles en el futuro es una “motivación convincente” para tomar medidas a medida para reducir fuertemente las emisiones./ Matthew MacLeod.

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