Una advertencia internacional sobre mujeres en la Corte interpela al Senado y a la Corte Suprema.
El 23 de octubre, la aplicación de la CEDAW (tratado internacional de derechos humanos del que Argentina es parte), aprobó la Recomendación 40. Se trata de un instrumento jurídico que establece obligaciones específicas para lograr una representación igualitaria e inclusiva de las mujeres en todos los ámbitos con el objetivo de lograr un cambio sistémico.
En particular, estableció que "Una representación igualitaria e inclusiva en los sistemas de toma de decisión requiere, entre otros componentes, una paridad de género de 50-50 como punto de partida y norma universal. En lo relativo al Poder Judicial, el Comité estableció que se deben adoptar leyes y otras medidas para garantizar la paridad en los puestos jerárquicos, y estableció que los Estados tienen la responsabilidad de nombrar mujeres para dichos cargos o roles cuando ello está bajo su control”.
Pese a esto, Argentina continúa como el único país de Iberoamérica sin mujeres en el máximo tribunal de Justicia. De ahí que la advertencia sea un recordatorio para el Senado y la Corte Suprema de la Nación que tienen ante sí la decisión de convalidar o no la propuesta regresiva, inconstitucional y discriminatoria de nombrar dos varones para cubrir las vacantes en el máximo tribunal.
Habiendo transcurrido más de dos meses desde las audiencias públicas en donde se analizaron los pliegos de los candidatos, la decisión todavía está en manos del Senado. Por eso, un grupo de organizaciones de la sociedad civil, que ya había pedido a la Cámara Alta que no avanzara con el tratamiento de los pliegos, insistieron ahora ante dicho cuerpo haciéndole llegar la Recomendación Nº 40, que precisa y refuerza el mandato constitucional y convencional de los legisladores de promover la paridad.
Además del Senado, la Corte Suprema tiene también la oportunidad histórica de revertir esta situación discriminatoria, ya que se encuentra pendiente de resolución ante dicho tribunal la demanda que presentó la Red de Mujeres para la Justicia con el apoyo de Amnistía, CEJIL y ELA para exigir que se rechace el tratamiento de los pliegos de los candidatos varones.
A CONTRAMANO
Además de no contar con mujeres en el máximo tribunal, a lo largo de la historia argentina, solo tres lograron ser juezas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mientras que 104 hombres ocuparon ese cargo.
En este contexto, el Comité instó a los Estados parte a realizar las modificaciones constitucionales y legislativas pertinentes a fin de institucionalizar la paridad 50:50 entre mujeres y hombres. A contramano de estas obligaciones y tendencias globales, en Argentina se encuentra en trámite la propuesta del Poder Ejecutivo de postular a dos candidatos varones que tendría como resultado una Corte de integración absolutamente masculina.
La paridad de género en la integración del máximo órgano del Poder Judicial no es sólo una reivindicación de los derechos de las mujeres a ser igualmente parte de los órganos de poder, sino también un reclamo que busca que las niñas y adolescentes se vean representadas en lugares centrales para la vida pública y política, y, finalmente, una imperiosa necesidad de fortalecer la legitimidad y la calidad de nuestras instituciones.
SISTEMA
De acuerdo a la última actualización del Mapa de Género de la Justicia Argentina (2022), las mujeres ocupaban la mayoría de los cargos disponibles en la justicia argentina, como así también del total del funcionariado. Sin embargo, en los cargos máximos, eran minoría.
Al igual que en años anteriores, se observa que si bien el sistema de justicia está conformado por 72.422 mujeres (57% del total), ellas conforman el 30% de los cargos de Ministras/os, Procuradoras/es Generales y Defensoras/es Generales. El dato, incluso, se encuentra un punto porcentual por debajo del 2021.
Según el informe, si bien las mujeres logran hacer carrera dentro del Poder Judicial hasta convertirse en la mayoría de su funcionariado (61%), el denominado “techo de cristal” aparece para las mujeres cuando concursan para la magistratura y, más aún, para acceder al máximo nivel de autoridad.
En este sentido, en el período analizado, se calculó que los funcionarios varones tuvieron el doble de chances de convertirse en Magistrados, Procuradores, Fiscales o Defensores, y 3,6 veces más posibilidades de integrar las máximas autoridades que sus pares mujeres funcionarias en el sistema de justicia argentino.
JUSTICIA NACIONAL Y FEDERAL
Si bien en el año 2022 el plantel de la Justicia Nacional y Federal estuvo compuesto mayoritariamente por mujeres (54%), solo el 25% de quienes ocuparon el cargo de camaristas eran mujeres existiendo 6 cámaras sin camaristas mujeres y 3 cámaras sin magistradas mujeres.
Ambas tendencias (tanto la baja participación de mujeres en los cargos de Camarista como en los cargos de Magistratura) se mantienen estables desde el inicio de las mediciones del Mapa de Género de la Justicia Argentina en el año 2011.
El Mapa de Género de la Justicia Argentina constituye una herramienta para la promoción de la paridad de género en el ámbito judicial. Desde su creación hace más de diez años, ha sido utilizado para la elaboración de diagnósticos y propuestas de políticas públicas tanto nacionales como provinciales; en la fundamentación de proyectos legislativos; y en la justificación de acciones de organizaciones sociales y jurídicas tendientes a la incorporación de las mujeres en ámbitos de decisión.
En este sentido, cabe destacar los avances en materia de género introducidos por el Consejo de la Magistratura de la Nación en los procesos de selección de magistrados/as y en el funcionamiento del sistema de justicia en los últimos años.
En la edición 2022 del Mapa de Género de la Justicia Argentina, se habilitó por primera vez la posibilidad de registrar al personal que se autopercibe con otra identidad de género. El documento aclara que se trata de un proceso gradual y de reciente implementación que, además, depende de la voluntad de manifestarse como tal. Por lo tanto, solo se informaron los datos reportados por los organismos que así lo relevaron, pudiendo existir un número más amplio de casos.