Uno de los abogados de Gil Pereg, el ex soldado israelí acusado de asesinar a su madre y a su tía en Guaymallén, Mendoza, aseguró que su representado quiere quitarse la vida porque se cree gato y lo bañaron en la cárcel donde está confinado desde principios de año.
Su tía Lily Pereg, de 54 años, y a su madre, Pyrhia Saroussy, de 63, viajaron a la Argentina en enero de 2019 para visitarlo pero desaparecieron el 12 de ese mes, y el ex soldado aseguró que habían sido secuestradas.
La Policía Científica encontró los cuerpos de las dos hermanas cuatro días más tarde, tapados con piedras y ramas en su predio de la calle Roca al 6000. Habían sido asesinadas, una a tiros y la otra, a golpes.