Boca Juniors venció a Lanús por 2 a 0 y obtuvo el Trofeo de Campeones de la división Reserva, que reunió a los dos elencos que se consagraron en la temporada.

El Xeneize se impuso en la cancha de Platense, de Vicente López, con goles de Maximiliano Zalazar a los 4 minutos del primer tiempo y Luciano Di Lollo a los 12′ del complemento.

Los dirigidos por Mariano Herrón venían de adjudicarse recientemente el Torneo de Reserva del campeonato, con un punto de ventaja sobre el escolta Vélez Sarsfield. El equipo de La Ribera es el máximo ganador de la divisional con 17 trofeos y actual bicamepeón del Trofeo de Campeones, ya que venía de lograr la pasada edición por 3 a 0 ante Argentinos Juniors.

El Granate, bajo las órdenes del técnico Rodrigo Acosta, se había quedado con el primer certamen de la temporada, cuando doblegó en la final de la Copa de la LPF a Estudiantes de La Plata, por 1-0, en mayo pasado.

Aunque fue un entretenido encuentro, de fútbol bien disputado y de ida y vuelta, el final fue un verdadero papelón. Lanús perdió los estribos desde la correcta expulsión por doble amonestación de Lucas Irusta a los nueve minutos del complemento.

Boca Juniors ya estaba en ventaja por el tanto de Maxi Salazar al inicio del partido y controló el pleito. Gracias a su arquero Leandro Brey, que tuvo una tapada espectacular, mantuvo la distancia y a partir del hombre menos del rival controló las acciones.

Al promediar el complemento, el entrenador del Granate Rodrigo Acosta protestó de más y se ganó la expulsión. Este nerviosismo en el banco fue trasladado al equipo que terminó con siete amonestados más. El equipo de Herrón supo qué hacer, dominó totalmente la pelota y dejó que los minutos pasaran.

Hasta que en el quinto minuto de adición Maurício Cardillo se ganó la expulsión por otra dura entrada. En ese instante, todos los futbolistas granates se volcaron hacia el árbitro, que tuvo que ser custodiado para que no lo agredan. El partido se dio por finalizado, aunque bien pudo haberse llevado otra expulsión, como la de su arquero Albornoz.

Al margen de esta repudiable actitud, los chicos de Lanús se redimieron y en la coronación hicieron el habitual pasillo de campeón con aplausos para Boca Juniors.

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