Mientras el país comenta el documental de Netflix que trajo nuevamente a escena el crimen de Fernando Báez Sosa, todos parecen haber olvidado que en Santiago del Estero ocurrió un homicidio similar, pero el peso de la justicia no fue el mismo. Los magistrados locales sentenciaron a 3 años de prisión en suspenso a los rugbiers que mataron a golpes a Román Paz González. Historias parecidas, diferentes finales.
La docuserie de Netflix “50 segundos: El caso Fernando Báez Sosa” volvió a poner en el centro de la escena mediática uno de los crímenes más resonantes de la Argentina reciente: el asesinato de un joven de 18 años, golpeado brutalmente por un grupo de “rugbiers” a la salida de un boliche en Villa Gesell, en la madrugada del 18 de enero de 2020. El título del documental alude exactamente al lapso que duró la golpiza, un tiempo tan breve como devastador, consigna simbólica que refleja el peso social y emocional del caso.
Fernando había terminado la secundaria un mes antes y se había inscripto en la Facultad de Derecho para continuar sus estudios universitarios. Era el único hijo de Graciela Sosa y Silvino Báez, una pareja de inmigrantes paraguayos. En aquél verano, había decidido ir de vacaciones en Villa Gesell con quienes fueron sus compañeros de escuela, ya que cada uno tomaría luego un camino distinto. Eran sus últimas vacaciones juntos. Para Fernando fue la última…
Un trago derramado, una agresión, un empujón en un boliche abarrotado de jóvenes habrían sido el motivo del comienzo de una pelea que llevó a los patovicas del lugar a retirar por la fuerza a Fernando, sus amigos y también a un grupo de jóvenes rugbiers, con quienes se habían agredido.
Ya en la puerta de Le Brique vino la violencia brutal, desmedida. Gritos, patadas, golpes. Los rugbiers se ensañaron contra Fernando y lo agredieron de un modo tan feroz que parecía una escena sacada de una película. Pero el ataque era real, tanto que quedó registrado en video por testigos y cámaras de seguridad. Duró menos de un minuto, pero bastó para dejar a Fernando gravemente herido. Falleció pocos minutos después por traumatismo craneal. En su rostro estaba marcada la zapatilla de uno de sus agresores.
Lo que vino después fue el arresto de un grupo de diez rugbiers, pero solo ocho llegaron a juicio. A la par, el país entero se movilizó para apoyar a los padres de Fernando. Las imágenes de los videos eran tan cruentas que todos se solidarizaron y exigieron justicia.
En el juicio, que culminó en febrero de 2023, ocho jóvenes fueron declarados responsables de homicidio doblemente agravado. Según la sentencia, Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi. Matías Franco Benicelli y Enzo Tomás Comelli fueron condenados a prisión perpetua como co-perpetradores, mientras que los otros tres, Lucas Fidel Pertossi. Blas Cinalli y Ayrton Michael Viollaz recibieron 15 años de cárcel como partícipes secundarios.
“50 SEGUNDOS”
El documental “50 segundos”, dirigido por Martín Rocca, se distribuye en tres episodios y combina material de archivo, reconstrucciones y múltiples testimonios: desde la familia de Fernando hasta los propios condenados. No solo revive el dolor por la muerte de Fernando, sino que reabre debates sobre los terribles hechos de violencia de aquella madrugada de 2020.

La serie de Netflix llegó en un momento en que muchos creían que el caso ya estaba cerrado: con condenas firmes, la gente empezó a mirar hacia otro lado. Pero el documental funciona como recordatorio social: no solo revive la memoria de Fernando, sino que obliga a repensar cómo la violencia, la juventud y el privilegio pueden entrelazarse en tragedias públicas.
Además, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la justicia en Argentina: los padres de Fernando expresan su dolor, pero también su mirada crítica sobre el proceso judicial. Para ellos, este documental no es solo un cierre simbólico, sino un paso más en la lucha para que el recuerdo de su hijo no se pierda.
Con “50 segundos”, Netflix entrega una mirada profunda y compleja: no solo cuenta lo que pasó, sino quiénes fueron los responsables, cómo viven hoy y por qué su historia no puede olvidarse.
Sin embargo, también reabrió el debate, sobre todo en redes sociales, donde muchos piensan que el documental fue realizado para favorecer a los asesinos y menguar la responsabilidad, al menos de la opinión pública sobre su responsabilidad en el crimen.
El caso de Fernando Báez Sosa trajo a la memoria un hecho similar, cometido siete meses antes, también perpetrado por rugbiers, pero en Santiago del Estero. Sin embargo, el homicidio en esta provincia no alcanzó los ribetes del caso de Villa Gesell, tampoco el mismo clamor popular y, sobre todo, la justicia no actuó de la misma manera. Fueron dos crímenes parecidos, pero dos justicias diferentes.
ROMÁN
A Román Darío Paz González la vida no le regaló nada. Todo se lo ganó a fuerza de trabajo y esfuerzo. Sus papás fallecieron siendo él muy jovencito y no dudó un instante en salir a trabajar para ayudar a su hermana menor. Hizo changas en distintos lugares hasta que consiguió un puesto fijo como mozo de un bar ubicado en la esquina de Roca y Jujuy. Al principio, él y su hermana continuaron viviendo en su casa, en el barrio Los Flores, al sur de la ciudad, pero como le resultaba muy lejos para su trabajo y para evitar los gastos de colectivo, ambos se trasladaron hacia la casa de una tía, en el barrio Juan Felipe Ibarra. Estaba seguro que en ese entorno familiar su hermana volvería a sonreír, porque estaría en contacto con sus primas y con todo el afecto de la familia que habían perdido. No se equivocó, en ese humilde hogar, rearmó su mundo.
Iba y volvía caminando desde su trabajo, aunque saliera a la madrugada, no podía darse el lujo de gastar un peso de más, sobre todo desde el momento en que se convirtió en papá de una hermosa niña. Si bien la relación con su pareja no duró demasiado, era un padre absolutamente presente. Cada día libre lo pasaba junto a su pequeña. El resto de su tiempo, era trabajar, sacar a su familia adelante, sobre todo a las mujeres de su vida, que eran su hija, su hermana, y hasta su tía y sus primas. Ellas eran su universo.

EL ATAQUE
En la fría madrugada del sábado 8 de junio de 2019, como de costumbre, Román se despidió de sus compañeros de trabajo y emprendió el camino de regreso a casa. Apenas unos metros más adelante, vio a un “trapito”, un joven a quien conocía por haber trabajado tanto tiempo en la zona, quien estaba siendo duramente increpado por dos jóvenes que se negaban a pagarle por haber cuidado su vehículo a la salida de un boliche de la zona. Para evitar que la cuestión pasara a mayores, decidió intervenir.
Pese a su pequeña contextura física, no dudó un segundo en ayudar a su amigo. Sin embargo, los dos jóvenes –quizá alcoholizados, en realidad nunca se supo- lo convirtieron en el blanco de sus ataques. Primero fueron gritos, reclamos, insultos. Luego fueron golpes que lo tiraron al suelo. Era más que evidente que él no podría devolver ni una sola de las piñas recibidas. Las diferencias entre el cuerpo de uno y el de los otros eran más que elocuentes. Después se sabría que ellos eran rugbiers. Ya en el piso, las patadas y la golpiza continuó hasta que no pudo moverse. Esto quedó registrado en las cámaras de seguridad y en un video que alguien grabó y se difundió luego en las redes sociales.
Todo parecía haber quedado ahí, pero el joven trabajador no reaccionaba. Una ambulancia lo trasladó hacia el hospital Regional, donde fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades por la salvaje golpiza recibida. Agonizó durante más de dos meses, hasta que falleció el 15 de agosto.
LA PEOR NOTICIA
Ante semejante situación y todo el sufrimiento provocado, la familia de Román estaba segura que sus asesinos pasarían en la cárcel muchos años. Pero se equivocaron. La justicia volvió a darles otra cachetada.
El jueves 26 de diciembre de 2019, seis meses después de la golpiza, María de los Ángeles Hoyos, una de sus primas, estaba viendo el noticiero del mediodía. De pronto enmudeció. No podía creer lo que estaba escuchando: los asesinos de Román habían sido liberados.
La noticia corrió como reguero de pólvora en la familia. ¿Qué pasó? No lo entendían. Un portal digital les confirmó la peor noticia: los asesinos no sólo estaban libres, sino que ya se había realizado el juicio y ellas no tenían idea.
Se había realizado un juicio abreviado (ver recuadro adjunto) y los homicidas Miguel Facundo Jiménez y Edgar Moreno Piazzi quedaron en libertad, habiendo estado tras las rejas solo 4 meses, desde el 8 de agosto, cuando fueron detenidos en sus domicilios particulares.
El fiscal Ángel Belluomini junto a la instructora de su equipo Belén Álvarez lograron que durante una audiencia, que tuvo lugar en la mañana del 26 de diciembre, el magistrado actuante resolviera de manera favorable un juicio abreviado mediante el cual se condena a dos jóvenes a tres años de prisión en suspenso, y el pago de un resarcimiento económico a la familia por el homicidio de Román.
“A PROPUESTA DEL FISCAL”
Según el informe brindado por la Fiscalía. “los rugbiers Edgar Moreno Piazzi y Facundo Jiménez fueron condenados, mediante un juicio abreviado, propuesto por los representantes del Ministerio Público Fiscal y aceptados por los imputados y la defensa técnica de ambos, a la pena de 3 años de prisión en suspenso tras admitir haber golpeado al joven Román Darío Paz González, a quien le aplicaron una brutal golpiza aplicándole trompadas y patadas, cuando intercedió a favor de un amigo que estaba siendo agredido físicamente por los inculpados”.
Esto indica a las claras que el juicio fue propuesto por el fiscal Belluomini y su equipo. O sea que ellos, estuvieron plenamente de acuerdo con tan corta sentencia.
El informe de Fiscalía también precisa que “Paz González sufrió graves traumatismos encéfalo craneanos y días después falleció”, lo cual es inexacto, pues Román murió dos meses después, más precisamente 71 días después.
“En principio habían sido imputados por el delito de homicidio simple, pero la investigación posterior determinó que los sujetos habían incurrido en homicidio preterintencional”, continuaba el comunicado.
Nunca se supo en qué consistió esa “investigación posterior” que llevó a cambiar la calificativa de homicidio simple a homicidio preterintencional. (ver recuadro adjunto). Para graficar de qué se trata un hecho de estas características, se utiliza el ejemplo común de una persona que golpea a otra, ésta cae al suelo y muere cuando su cabeza golpea contra el piso. Pero Román fue brutalmente golpeado, no fue una sola piña y que cayó de casualidad. Claro que no.
Pero eso no fue todo. “Cabe señalar que, en razón de haber quedado una niñita -hija de la víctima- huérfana de padre, los ahora condenados ofrecieron resarcir el daño, haciéndole entrega de la suma de 550 mil pesos, 100 mil pesos en efectivo y el resto en 30 cuotas consecutivas de 15 mil pesos a la familia”, finalizaba el comunicado. Como si lo más importante fuese el dinero.

ESCÁNDALO EN FISCALÍA
La exigua condena a Miguel Facundo Jiménez y Edgar Moreno Piazzi, los rugbiers homicidas de Román Paz González corrió como reguero de pólvora en tribunales. Nadie podía creer lo que había sucedido, mucho menos las máximas autoridades del Ministerio Público Fiscal (MPF)
La familia de Román necesitaba explicaciones, no sabía cómo conseguirlas, y mostró su enojo a través de las redes sociales. Quizá por ello, al día siguiente de la sentencia, el último viernes del año 2019, el Fiscal General de la Provincia, Dr. Luis Alberto de la Rúa se reunió con los familiares de Román.
“Al tomar conocimiento de la condena a los imputados mediante un juicio abreviado, el Fiscal General se interiorizó de la situación y solicitó al fiscal de la causa Ángel Belloumini los informes pertinentes”, aseguraba la información oficial, emanada desde el Ministerio Público Fiscal.
Sin embargo, de fuentes cercanas a la causa se supo que De la Rúa no podía dar crédito al acuerdo llegado a través del juicio abreviado. Aseguraban que pegó el grito en el cielo ante la mínima condena. No podía ser que uno de sus hombres, uno de sus fiscales de primera, Ángel Belloumini, había concertado tal propuesta, y tampoco que el fiscal coordinador del equipo, Mariano Gómez haya avalado la propuesta. Todos recuerdan que los gritos se oían por todo el edificio, y que el escándalo sacudió a todo el equipo de fiscales.
PROMESA A LA FAMILIA
Quizá para poner paños fríos a la situación, el fiscal general De la Rúa se reunió con la tía del joven fallecido Dorca Elizabeth Paz González, su hermana Brenda Liz Paz González y el abogado querellante Manuel Ricardo Sexer.
“En la oportunidad, el Fiscal General expresó que se tomarán las medidas correspondientes y se formalizarán los recursos procesales para revertir el acuerdo de juicio abreviado, por el cual los acusados recibieron una condena de tres años en suspenso y el pago de una indemnización económica a la familia de la víctima, que era padre de una niña”, aseguraron desde Fiscalía.
¿Tomar las medidas correspondientes? ¿Cuáles? Si fue la Fiscalía quien homologó el acuerdo. ¿Revertir el acuerdo de juicio abreviado? ¿Revertir algo que fue propuesto por la misma Fiscalía? Los interrogantes se multiplicaron entre aquellos que leyeron el comunicado, sobre todos los entendidos en materia penal. Claro que la familia de Román no sabía nada de ello.
En el corrillo de tribunales se asegura que se trató de una fabulosa metida de pata, que se equivocaron de cabo a rabo, que todo lo hicieron mal. Algunos, más realistas se preguntaron si esta condena se dio porque la víctima era un joven humilde, al igual que su familia, mientras que los homicidas provenían de “familias de bien”, con un mejor pasar económico. Quizá. El interrogante jamás fue respondido.
JUICIO IRREGULAR
El 2 de enero del 2020 el Ministerio Público Fiscal interpuso un recurso de alzada ante el Tribunal de Apelación y Control de Alzada con el objetivo de anular el juicio abreviado que le concedió la libertad a Miguel Facundo Jiménez y Abel Edgardo Moreno, acusados de propinar una mortal golpiza a Román Paz González, en avenida Roca y Jujuy, el 8 de junio del 2019.
El comunicado del organismo señalaba que “en dicha causa se realizó un juicio abreviado de forma irregular conforme lo entiende la Fiscalía General, bajo la calificativa de homicidio preterintencional y se aplicó una condena de tres años de prisión en suspenso”.
Por ello, “el MPF inició un sumario administrativo para los fiscales que intervinieron en la instrucción de la causa y presentó un recurso para revertir la situación”.
“ME ENTERÉ POR LOS MEDIOS”
El 8 de febrero de 2020, el fiscal general Luis De la Rúa contó que “me enteré del juicio abreviado por los medios y ahí, consulté al fiscal coordinador, que era el doctor Mariano Gómez. Me comentó que habían acordado un juicio abreviado. Me llamó la atención porque era la muerte de una persona en manos de estos dos jóvenes”.
El jefe de los fiscales de la provincia contó también que abrió un sumario interno para determinar las responsabilidades de los fiscales que actuaron en el caso y, paralelamente, se pedirá que se anule el juicio abreviado y se prosiga la investigación. La idea es que los rugbiers tengan una pena con prisión efectiva.
Lo que llamó la atención del fiscal De la Rúa es que modificaron la calificativa de homicidio simple a homicidio preterintencional (que es cuando uno no tiene intención de matar). “Ese cambio de calificativa me llamó la atención porque ya había una prisión preventiva por homicidio simple, que había sido apelada por el fiscal, y a la vez la defensa había planteado el cambio de calificativa de homicidio preterintencional y se la habían rechazado”.
Para el fiscal, “cabe el homicidio simple porque la historia clínica detalla muchas pateaduras, golpes y la autopsia determinó que murió por los traumatismos que tuvo. Queremos que se los acuse de homicidio simple y tengan condena efectiva”.
“INVESTIGAR A LOS FISCALES”
El tiempo fue pasando y en el medio sobrevino la pandemia. La familia de Román no tenía respuestas. Así fue que cuando se flexibilizaron un poco las medidas de aislamiento social, el 15 de octubre de 2020, se organizó una marcha reclamando justicia, que llegó hasta las puertas del Ministerio Público Fiscal.
Frente a los reclamos, el Fiscal General de la Provincia, Luis Alberto de la Rúa recibió en su despacho a la tía y la hermana del joven Román Paz González, quien falleció a causa de una golpiza propinada por dos jugadores de rugby.
Luego de la reunión, la tía del joven Dorca Elizabeth Paz González, expresó que solicita a la justicia se dejé sin efecto el juicio abreviado el cual le otorgó la libertad a los acusados Miguel Facundo Giménez y Abel Edgardo Moreno.
Al mismo tiempo la mujer expresó que “se debe investigar a los fiscales que intervinieron en la causa y realizaron el acuerdo”. Por su parte, la hermana de la víctima, Brenda Liz Paz González, pidió “que se realice una denuncia al Fiscal Mariano Gómez, quien se desempeñaba como fiscal coordinador de la circunscripción Capital, al momento en el que se realizó el acuerdo”
En aquel momento, pidieron que, de forma urgente, “la Cámara revoque el juicio abreviado realizado de forma irregular”.
“INADMISIBLE”
Al cumplirse casi un año en el cual no se daba trámite al recurso interpuesto, el Ministerio Público Fiscal presentó un pronto despacho para agilizar la realización de la audiencia, lo cual fue demorado debido a que se aguardaba la admisibilidad del recurso.
El día 28 de diciembre de 2020, el MPF presentó un pedido de pérdida de jurisdicción del tribunal y, ese mismo día, el Tribunal dictó la resolución declarando inadmisible el recurso de alzada.
El Tribunal, compuesto por los Dres. Cristian Vittar, Luis Lugones y Olga Gay de Castellanos, en su fallo, consideró que “el MPF carece de agravio en contra de dicha resolución”.
Ante esta decisión del Tribunal de Alzada, el MPF aseguraba que recurriría “de inmediato ante el Superior Tribunal de Justicia a fin de lograr revertir la decisión del Tribunal y posibilitar el tratamiento del recurso oportunamente interpuesto”.
Una semana después, el 6 de enero de 2021, la familia de Román fue a buscar respuestas en el Ministerio Público Fiscal. Esta vez, el titular del organismo, Luis de la Rúa no las recibió. En su lugar se presentaron la fiscal coordinadora de la Unidad de Recursos Mariela Bitar de Papa y la fiscal Gabriela Gauna.
Durante la reunión Dorca Paz González y Brenda Paz González fueron informadas sobre la situación de la causa luego de la decisión del Tribunal de Alzada de resolver la inadmisibilidad del recurso presentado por el MPF para anular el juicio abreviado que le concedió la libertad a Miguel Facundo Jiménez y Abel Edgardo Moreno.
Ante dicha resolución, el MPF les informó que recurrirá ante el Superior Tribunal de Justicia a fin de lograr revertir la decisión del Tribunal y posibilitar el tratamiento del recurso oportunamente interpuesto.
PENAS EXIGUAS
En el caso de Román, las penas fueron severamente cuestionadas por la familia y por el mismo Fiscal General De la Rúa, aunque fueron sus fiscales, Mariano Gómez y Ángel Belluomini, quienes estuvieron de acuerdo con esta sentencia. Además, fueron apartados de sus funciones por un corto período y hoy continúan ejerciendo sus funciones en el Ministerio Público Fiscal.
La familia no sólo repudió el veredicto por considerarlo no sólo exiguo, sino fundamentalmente, injusto. Las decisiones de la justicia motivaron las airadas protestas de los familiares de la víctima, quienes esperaban un fallo más severo.
En la familia de Román queda la “sensación” que la condena fue insuficiente, y confunden su llanto e impotencia con la bronca por el veredicto judicial. Para ellos, la pena impuesta fue desproporcionada ante el delito cometido por los rugbiers. Para ellos, es esencial que las penas sean justas en relación a los delitos cometidos. Sin embargo, desde la justicia siempre surgen los argumentos legales para justificar las medidas tomadas.
Los ocho rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa están detenidos desde el día del crimen, seis cumplen penas de prisión perpetua y otros tres deben estar tras las rejas por 15 años. Mientras que Miguel Facundo Jiménez y Edgar Moreno Piazzi, los asesinos de Román Paz González solo estuvieron detenidos 4 meses. De lo único que debían preocuparse tras recuperar la libertad era reunir la módica suma de dinero que se les impuso que debían pagar a la familia de Román.
Los crímenes fueron similares, dos jóvenes fueron golpeados hasta la muerte por otros jóvenes. Los responsables fueron juzgados. Uno en un juicio oral, el otro en juicio abreviado. Unos siguen en la cárcel. Los otros nunca estuvieron en una.
Dos crímenes. Dos Justicias.