Existen mitos, estereotipos, y dificultades sobre las personas con discapacidad respecto a su vida íntima sexual. Profesionales locales analizaron la situación que viven muchas personas de la comunidad.
La sexualidad en torno a las personas con limitaciones físicas, mentales, intelectuales a largo plazo es un tema latente, aunque no se hable, se pregunte, se plantee. El Dr Daniel Alberto Rodríguez, Médico de familia, Sexólogo Clínico; analizó para LA COLUMNA esta realidad.
“Actualmente existen múltiples herramientas y métodos para lograr el disfrute placentero de la sexualidad de las personas con discapacidad, pero la base del mismo pasa por la educación afectivo-sexual, y se debe analizar cada caso en particular, como sucede con cada uno de nosotros”, advierte el Rodríguez en primera instancia, respecto a las alternativas que tienen en la actualidad las personas discapacitadas respectos a las condiciones de aquellas que no lo son.
Por otra parte, afirma que por la falta de desinformación, muchos casos de abuso u acoso sexual se debe a esta principal circunstancia.
¿Por qué se cree que son asexuadas las personas con discapacidad?
Tienen la misma necesidad de afecto que todos, tienen deseos, necesidad de ser amado, de recibir afecto, de sentirse atraídos y de ser atractivos para otra persona. Sus cuerpos tienen la capacidad de sentir y de excitarse.
También se tiene la idea de que las personas con discapacidad, además de que no deben tener actividad sexual, no pueden formar pareja, casarse, ni tener hijos.
Se debe tener presente que el nivel intelectual o la limitación física u orgánica no determina la capacidad de amar, expresar cariño, compartir sensaciones corporales, enamorar, seducir o respetar a la pareja. Las parejas pueden formarse entre dos personas con discapacidad física, intelectual u orgánica o también con uno de los integrantes.
Si pueden tener hijos, no siempre el origen de la discapacidad es genético, Además esta concepción supone sólo la reproducción y la realidad es que la sexualidad no tiene que ir de la mano con tener hijos. La sexualidad es un valor en sí misma y no “es” sólo en función de la reproducción.
¿Las personas con discapacidad también manifiestan la Identidad de Género?
Si existe el concepto de identidad de género en todas las personas. Es la percepción subjetiva que una persona tiene respecto a su propio género, coincida o no con sus características sexuales biológicas, se trata de la identificación personal, íntima, psicológica o psíquica, que una persona tiene respecto al género al cual pertenece, si se siente masculino, femenino o alguna otra posibilidad, independientemente de con qué sexo biológico haya nacido.
La identidad de género no debe confundirse con la orientación sexual (género por lo cual sentimos atracción sexual). Se tiene la idea de que todas las personas con discapacidad son heterosexuales, pero en realidad hay un abanico de posibilidades sexuales. Diferencias que dan lugar a diferentes prácticas, comportamientos, orientaciones e identidades sexuales, como para cualquier persona. Pueden ser homosexuales o bisexuales, pero no le permitimos socialmente salir de lo esperado, no lo reconocemos ni heterosexuales, ya que por ejemplo tenemos tres tipos de baños… “hombres”-“mujeres”-“discapacitados”… No son hombres ni mujeres, son discapacitados. Por un lado, la sexualidad del hombre, por otro la de la mujer y como algo apartado la del discapacitado, como una sexualidad asexuada.
Cómo padres o personas a cargo de otras personas con discapacidad, ¿cómo se debe abordar esta temática?
No debemos negarles su sexualidad, sobreprotegerlos, infantilizarlos, tomar decisiones sobre sus cuerpos sin su consentimiento, impedirles hablar o preguntar sobre el tema, proporcionar información engañosa o no adecuada a su nivel de comprensión,
Si debemos mostrarnos abiertos a sus preguntas, con disposición a hablar del tema, a informar acerca de qué prácticas sexuales o expresiones afectivas se pueden hacer en público y cuáles corresponden al ámbito privado e íntimo.
Enseñar la diferencia entre un contacto adecuado y un contacto abusivo. Enseñar a decir no, y a resistirse ante lo que no gusta o no se desea. A motivar a expresar sus preferencias y gustos. A enseñar prácticas higiénicas, saludables y seguras. A favorecer espacios, tiempos y formas para que puedan expresarse, encontrarse, interactuar, disponer de intimidad
Existen muchos casos de acoso y abuso contra personas con discapacidad, ¿Se debe a la desinformación, a la indefensión que presenta la persona que es más propensa a ser víctima, o a la poca responsabilidad de varios sectores sobre aquella realidad?
Lamentablemente existen muchos casos de acoso y abuso en personas con discapacidad. Son múltiples las causas que favorecen estas situaciones de violencia, algunas causas pueden ser a factores relacionados con la estrecha sumisión y dependencia a terceras
personas que se aprovechan de esta situación, a la falta de Educación afectivo-sexual, por lo que el entorno de las personas con discapacidad debe estar atentas a cualquier indicador de abuso o violencia y denunciar esta situación inmediatamente.
¿La ESI (Educación Sexual Integral) aborda esta temática lo suficiente para aquellas personas de modo que ayudaría a esta problemática, no solo de la desinformación para ellos mismos, sino para con el concepto tiene la sociedad?
La ESI aborda esta temática de forma integral, es una propuesta que engloba la sexualidad desde el nacimiento hasta el final de nuestras vidas. La sexualidad es un hecho que nos iguala. Todos somos sexuados, sexuales, eróticos, con derechos, capacidades y potencialidades. Todos atravesamos los procesos de sexuación. Por eso todos necesitamos recibir la educación sexual en el transcurso de nuestra vida. No hay una educación sexual específica para discapacitados.