08 de noviembre, 2024
Colaboración

Por Carlos María Borges – CPI. MP. N°.54

No hay duda que el Decreto de Necesidad de Urgencia en vigencia desde hace un par de meses, en relación al mercado inmobiliario y dentro de este a lo concerniente a locaciones de vivienda, ha logrado un vuelco importantísimo de inmuebles a un mercado locativo muy desalentado por las dos leyes sancionadas en el 2020 (27.551) y la aun peor en el último cuatrimestre del 2023 (27.737).

La libertad que imprimió el DNU en lo concerniente a plazos y tipo de actualización ha logrado volcar nuevamente al sistema miles de propiedades dormidas algunas, y otras que esperando un cambio, se pasaron al mercado temporario. A pesar que los valores locativos, a raíz de la tan alta inflación del último bimestre del 2023 y el primero del 2024, hicieron que los precios se acomodaran y de alguna manera
alcanzaran una renta interesante al propietario.

Hoy nos encontramos con un mercado en el cual el locatario puede elegir lugar, superficie y precio desde viviendas económicas en Barrios como
unidades Premium en el microcentro, algo inimaginable solo pocos meses atrás.

"Los paros que vienen sucediendo, que fueron y son el modo de presión y extorción de los gremios, no logran en gran medida los frutos esperados, pero si dañan la riqueza del país en lo inmediato a la industria y en especial al comercio grande y pequeño que en gran medida moviliza la economía de Argentina.“

Si el Gobierno garantiza la seguridad jurídica, reglas claras y durables y una reducida inflación apuntalada con el acompañamiento de la oposición, no dudo que estaremos en las puertas de una nueva argentina, abierta al mundo para las inversiones y creciendo en las exportaciones que en definitiva es lo que da vida a la economía de nuestro País.

Las buenas expectativas hacen hoy que los Bancos lancen “créditos para la compra de viviendas”, algo inimaginable desde hace décadas. Si bien son con la tasa UVA, perjudicial tiempo atrás para los tomadores de esos créditos, por la desmesurada escala inflacionaria, deseamos que la competencia entre las entidades bancarias mejore las condiciones para los tomadores.

Que los ingresos hoy muy sacudidos por la suba de precios, en general, logren un importante incremento con acuerdo de gremios/empresas y la homologación respectiva.

Los paros que vienen sucediendo, que fueron y son el modo de presión y extorción de los gremios, no logran en gran medida los frutos esperados, pero si dañan la riqueza del país en lo inmediato a la industria y en especial al comercio grande y pequeño que en gran medida moviliza la economía de Argentina.

El regreso de los trenes de carga e incremento de rutas navegables sin retaceos (aunque toca intereses gremiales) logrará una importante
merma en el envío de mercadería por nuestras destruidas rutas.

No solo reducirán los grandes accidentes de tránsito en especial en las vías del Mercosur, sino también una merma en el costo de traslado,
pues las mismas en su gran mayoría van a los dos puertos importantes del país, sin desmerecer a otros que tienen menor ritmo de carga.

El tema ganancias puso en el tapete y demostró que poco y nada interesa la necesidad del ciudadano, pues un gran sector por miseria política lo retira para la cuarta categoría lo que imprime un cuasi aumento de sueldo y son los mismos que al cambiar de gobierno se dan cuenta que este retiro afectaba las arcas provinciales y reclaman reinstalarlo. Este ida y vuelta entre amigos y traiciones es lo que debe desvanecerse
para apostar por la nueva Argentina en la que demandamos vivir como lo fue a fines del siglo pasado y comienzos de este(1870/1930).-

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