El sol juega un papel fundamental en la salud, ya que favorece diversas funciones corporales y tiene un efecto positivo en la mente. Por ello, es importante incluir actividades en la rutina diaria que nos facilite disfrutar de sus ventajas.
Con la llegada del otoño las personas comienzan a experimentar sensación de desgano y apatía. El paisaje cambia, y los colores que se utilizan son más apagados. Los días son más cortos porque oscurece más temprano, y la temperatura desciende. Esto lleva a una disminución de las interacciones sociales y de las actividades al aire libre, convirtiéndose en un periodo de introspección y melancolía. A su vez, la presencia de diferentes virus y enfermedades, como la gripe y el resfriado, son más comunes en esta estación
Por esto el sol puede ser un gran aliado, dado que es de gran utilidad para diferentes funciones de nuestro cuerpo y tiene un gran impacto en el estado emocional. De forma que es necesario priorizar realizar actividades que permitan estar al aire libre y sacarle provecho a las horas de luz solar
Es sabido que el sol es una de las principales fuentes de vitamina D, un nutriente esencial para la salud ósea y muscular, ya que facilita la absorción de calcio a nivel intestinal.
La exposición a la luz solar contribuye a prevenir enfermedades como la osteoporosis y el raquitismo en niños, ambas afecciones que debilitan y reblandecen los huesos.
Más allá de su papel en la salud ósea, la vitamina D refuerza el sistema inmunológico, lo que disminuye el riesgo de contraer enfermedades e infecciones.
De igual manera, esta vitamina podría estar vinculada a una mejor salud cerebral. Un estudio publicado en la revista Neurology encontró que las personas con niveles bajos de vitamina D tenían un mayor riesgo de desarrollar demencia y enfermedad de Alzheimer. Otro de sus efectos positivos es la reducción de la presión arterial, debido a que la exposición al sol aumenta la producción de óxido nítrico, lo que dilata los vasos sanguíneos, tal como demostró un estudio de la Universidad de Edimburgo.
Impacto en el estado de ánimo
La exposición solar ayuda a mejor los niveles de serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, la que resulta fundamental para la regulación de las emociones y del apetito, asimismo, controla la temperatura corporal. La radiación solar también influye en suprimir la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el sueño. Lo que mejora el estado de alerta y ayuda a tener un mayor nivel de energía durante el día. Un estudio publicado en la National Library of Medicine destaca que la melatonina y la serotonina son importantes para diferentes funciones cognitivas, por lo que una baja exposición a la luz solar puede tener una influencia significativa sobre el deterioro cognitivo.
Más allá de su papel en la salud ósea, la "vitamina d" refuerza el sistema inmunológico, lo que disminuye el riesgo de contraer enfermedades e infecciones.
Recomendaciones
Para aprovechar los beneficios del sol hay que hacerlo de una manera segura, realizando una exposición moderada. Utilizar protector solar que brinde protección frente los rayos UVA y UVB. Tener en cuenta que los horarios donde la radiación solar es más suave, como las primeras horas de la mañana o durante las últimas de la tarde.
Mantenerse hidratados, ya que la exposición al sol aumenta la pérdida de líquidos por medio de la transpiración
Pasar periodos prolongados bajo el sol directo puede resultar dañino y generar problemas de salud, en casos extremos, enfermedades como cáncer de piel.