19 de abril, 2025
Entrevistas

La falta de conocimiento es el factor predominante para que los químicos sean sinónimo de daño. La responsabilidad del estado, de acuerdo a su reglamentación, es el pilar fundamental para el correcto uso y no abusos de estas sustancias.

El Ingeniero Agrónomo, Enrique Lobos, que se dedica a la actividad pública, en la Universidad Nacional de Santiago del Estero y de manera privada con trabajos investigación en empresas; sostiene que “todas las sustancias del mundo son tóxicas. Depende de las dosis que se utilicen. Por ejemplo, un bien tan preciado como es el agua, si uno toma 25 litros, es tóxica. O la sustancia botulínica, que se inyectan en el rostro para tratamientos estéticos que evita arrugas.

La toxina botulínica es la sustancia más tóxica que existe en la naturaleza. De modo que se usa en el botox una pequeña cantidad para producir una parálisis natural. Si se coloca en cantidades normales, la persona se paraliza y muere”.

Desde el punto legal, la palabra agrotóxico no existe. Se menciona agroquímico. Independientemente de este detalle, no menor –claro está-, en diálogo con La Columna, el especialista planteó el origen de la problemática, y cuáles las herramientas indispensables a tener frente a esta realidad que consumimos a diario.

 

¿Existe una responsabilidad en sí mismo sobre el uso de los agrotóxicos?

Hay responsabilidad del estado de acuerdo a su reglamentación. También desde los profesionales, deben ajustarse a esas recomendaciones de uso. Es el compromiso que tenemos con nuestra formación.

En agronomía, se habla del mal menor. Es imposible, tanto en agronomía como en la actividad agrícola o una actividad humana, que no se genere daño alguno. Un edificio o cualquier actividad humana generan una modificación del ambiente, que puede ser perjudicial.

No hay mala intención en los agroquímicos, la negligencia por falta de información, es el factor a resolver. Estar acompañando y dando los marcos legales para que esto sea posible, es lo principal. Producir en cantidad, inocuidad, calidad y con menor daño para las personas y el ambiente.

 

¿Qué pasa con la Legislación existente?

Hay una legislación muy puntual para Santiago del Estero, similar para otras 23 provincias. La Ley de agroquímicos.

La mayoría de las leyes prevé que exista una receta agronómica para que el ingeniero emita una recomendación técnica y el productor la aplique.

El abuso de los agroquímicos se da porqué el productor no han tomado la asistencia técnica, y han usado muy simplemente la tecnología. Esto ha disparado el uso, mal uso, y abuso de la tecnología, que generó consecuencias secundarias o daños colaterales.

Teniendo en cuenta la complejidad que representa manejar los agros ecosistemas, no solo por el cultivo o suelo, sino todos los elementos de ese espacio. Es primordial la asistencia.

 

¿Es la única práctica correcta que impediría la contaminación por agroquímicos?

Mi recomendación es recibir el producto en las condiciones de uso y las condiciones que recomienda la empresa, que sea inocuo y no represente riesgo a los usuarios y consumidores.

Los problemas toxicológicos son la excepción y no la regla, sino te diría que tendríamos una altísima cantidad de obreros en riesgo por estar expuestos a agroquímicos. Sería una masacre.

Dicho de otra manera, el uso correcto de agroquímicos no conduce a situaciones de riesgo para la población ni para los usuarios.

 

En definitiva, se puede concluir que ¿no daña el uso de agroquímicos?

Cualquier actividad del hombre impacta sobre el mundo donde vive. Las tecnologías agrícolas son importantes para la producción.

Nadie conoce las características toxicológicas de los químicos, solo lo conoce el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), porque no es información pública, ya que atentaría contra la propiedad intelectual de la empresa.

Con el uso de agroquímicos, ocurre, repito, falta de información e ignorancia. Esta última hace que subestimemos conocimientos. La falta de información, que no se difunda.

Paulatinamente vamos avanzando en el conocimiento de las nuevas tecnologías y la ciencia.

 

¿Es solo un factor entonces de malas prácticas?, el resultado negativo de estos productos.

La tecnología no tendría que tener consecuencias negativas. Si no se toman previsiones de las reglamentaciones sin dudas va a llevar a una situación crítica.

Un productor que no tenga la precaución de dar a sus empleados los elementos de seguridad, es un riesgo.  Pero como argentinos, no somos respetuosos de la ley. Tampoco se genera una presión suficientemente fuerte para serlo.

En Santiago tenemos zonas agrícolas muy importantes, que trabajan tranquilos con sus criterios, que muchas veces no son los correctos. Pero cuando les fiscalizan las máquinas, porque están fuera de la ley, inmediatamente se ponen a cumplirlas.

 

El productor, el principal responsable…

No hay una intención de daño en los productores. Tengo esta discusión con los propios colegas, y se concluye que existen aquellos que no están informados, pero no son desaprensivos.

El uso de los activos no es gratuito, se gasta muchísimo dinero por lo tanto las prácticas agrícolas deben respetar los marcos legales y el estado debe ser efectivo a la hora de controlar los efectos de la fiscalización.

Los recursos tecnológicos han salvado muchísimas vidas, y necesitamos ser mucho más optimistas por qué no podemos prescindir de las producciones agrícolas, son los recursos fundamentales para que nuestro país pueda seguir moviéndose.

Las tecnologías son usadas y abusadas, o usadas técnicamente de modo incorrecto. Hay necesidad de respetarlas, tener un asesoramiento técnico para que sean usadas adecuadamente y evitar las consecuencias secundarias o daños colaterales.

 

 

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