La importancia en la materia trae tantos beneficios, como complicaciones. El profesional santiagueño enfocado a su estudio y práctica, detalla y advierte sobre lo fundamental que es estar en movimiento desde temprana edad.
La actividad física, tanto moderada como intensa, siempre mejora la salud. Más si hablamos de niños. Así lo advierte la Organización Mundial de la Salud en sus recomendaciones mundiales sobre la materia.
La actividad física es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La misma hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona.
El Licenciado en Educación Física, José Torres, en diálogo con LA COLUMNA, nos introdujo al particular mundo de la actividad física en relación a los niños y niñas, tomando como base etaria los 3 años hasta los 17; y en base a las normativas sugeridas por la OMS, de manifiesto la real importancia de la actividad física.
¿Qué papel cumple la Actividad Física en los pequeños?
Remitiéndose a las nuevas guías que nos propone la Organización Mundial de la Salud, decimos que debemos hacer una hora diaria de actividad física. Las cuales deben ser de tipo aeróbica, de fortalecimiento, vigorosas, y tratando de estar lo más lejos posibles de las pantallas.
En este sentido hay que saber diferenciar bien los conceptos entre deporte, ejercicio físico y actividad física.
El deporte es aquella actividad competitiva, reglada por instituciones. La mayoría propone su inicio a los 6 años.
El ejercicio físico hace referencia a una actividad que es estructurada, planificada, y dosificada. Por ejemplo, serían las tres series de sentadillas o de salto.
En tanto la actividad física involucra cualquier actividad que produzca un gasto de energía, por sobre el reposo. Salir a caminar es una actividad física, pero no un ejercicio.
¿Por qué es importante que realicen actividad física?
En primer lugar, por el hábito del ejercicio físico infantil, que es un hábito de salud. A largo plazo esto disminuye la posibilidad de contraer enfermedades, que pueden ser cardiovasculares, metabólicas, incluso estudios demostraron que el cáncer también puede ser prevenido con actividad física.
Por otra parte, retrasa el enviciamiento.
¿Desde qué edades pueden comenzar a realizarlas?
Se puede empezar desde los 3 o 4 años, todo adaptado a las características de los niños. Esa es la edad donde se establecen los patrones motrices de caminar, correr, saltar, lanzar.
¿Cuáles serían las actividades que podrían hacer desde esa edad?
A grandes rasgos, se puede decir que actividades de carrera, salto, lanzamientos, jugadas formadas. Siempre con mucha paciencia, y sobre todo tratando de individualizar.
En esa edad una de las características principales es el egocentrismo, por eso es muy difícil trabajar en esa edad en grandes grupos. En tanto, la etapa de iniciación deportiva comienza a los seis años.
El único deporte que plantea la etapa de iniciación es el tenis, desde los cuatro años. Incluso tienen un sistema llamado “Mini Tenis”, que les permite la enseñanza del mismo.
El tiempo encerrado en la casa, ¿se recupera en algún momento?
Si bien existen teorías de fases sensibles que dicen que los niños a medida que se desarrollan tienen ciertas capacidades motoras, no podemos decir que el tiempo que no se hizo, se perdió. Siempre hay formas de retomar.
¿Incluida la etapa inicial, desde los 3 años?
Si. Muchos factores intervienen, pero los niños y niñas que no realizaron actividades pueden recuperarse. Los adultos y adultos mayores que están en una curva de envejecimiento donde van disminuyendo diferentes funciones, ellos si no podrían recuperar ese tiempo.
¿Qué complicaciones puede tener el niño o la niña que no realice ninguna actividad?
El hábito del ejercicio físico apareja beneficios, y el no habito, complicaciones.
Una de las cuales es la mala postura. El sedentarismo trae enfermedades crónicas no transmisibles como son la obesidad, sobrepeso, diabetes, y cardiovasculares.
También está demostrado que tienen mejor rendimiento cognitivo los niños que tienen más actividad física que los que no.
¿Sugerencia para hacer actividad física, ejercicio o deporte?
Lo importante es compartir el hábito. El mejor ejemplo es el que uno ve.
Se pueden hacer caminatas, andar en bici, hacer juegos tradicionales diariamente sumado a alejarlos lo más que se pueda de las pantallas.
Hay nuevas líneas dentro de las ciencias aplicadas al ejercicio que están estudiando que con poco se puede hacer mucho, sobre todo con los más niños y niñas. Hacer ejercicio físico pocas veces y en cortos periodos, es mejor que no hacer ninguna.
NIVELES
En las 24 horas de un día, los lactantes (de menos de 1 año), deberían realizar actividades físicas varias veces al día de diversas maneras, especialmente mediante juegos interactivos en el suelo; cuantas más, mejor. Para los que todavía no andan, esto incluye al, menos 30 minutos en decúbito prono (tiempo boca abajo) repartidos a lo largo del día mientras están despiertos;
No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez (por ejemplo, en cochecitos/sillas de bebé, tronas, ni sujetos a la espalda de un cuidador);
No se recomienda pasar tiempo frente a una pantalla; participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud sedentaria; y deberían tener de 14 a 17 horas (los lactantes de 0 a 3 meses de edad) o de 12 a 16 horas (los lactantes de 4 a 11 meses de edad) de sueño reparador, incluidas las siestas.
De 1 a 2 años, deberían realizar diferentes tipos de actividades físicas de diversa intensidad durante al menos 180 minutos, incluidas actividades físicas moderadas a intensas repartidas a lo largo del día; cuantas más, mejor;
No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez (por ejemplo, en cochecitos/sillas de bebé, tronas, ni sujetos a la espalda de un cuidador) ni sentados durante periodos de tiempo prolongados;
Seguir la recomendación de que los niños de 1 año no pasen tiempo frente a la pantalla en actitud sedentaria (como por ejemplo, viendo la televisión o vídeos, o jugando con videojuegos); no pasar más de una hora en actitud sedentaria frente a una pantalla (los niños de 2 años); cuanto menos, mejor; participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud sedentaria; y deberían tener de 11 a 14 horas de sueño reparador, incluidas las siestas, con horarios regulares para dormir y despertarse.
De 3 a 4 años de edad, deberían realizar diferentes tipos de actividades físicas de diversa intensidad durante al menos 180 minutos, de los que al menos 60 minutos se dedicarán a actividades físicas moderadas a intensas repartidas a lo largo del día; cuantas más, mejor; no deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez (por ejemplo, en cochecitos/sillas de bebé) ni sentados durante períodos de tiempo prolongados; no deberían pasar más de una hora en actitud sedentaria frente a una pantalla; cuanto menos, mejor; deberían participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud sedentaria.
Y deberían tener de 10 a 13 horas de sueño reparador, que puede incluir una siesta, con horarios regulares para dormir y despertarse.
Por último, de 5 a 17 años, deberían dedicar al menos un promedio de 60 minutos al día a actividades físicas moderadas a intensas, principalmente aeróbicas, a lo largo de la semana; deberían incorporar actividades aeróbicas intensas, así como aquellas que fortalecen los músculos y los huesos, al menos tres días a la semana; deberían limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias, particularmente el tiempo de ocio que pasan frente a una pantalla.