21 de noviembre, 2024
Actualidad

Fundamentalmente los gobiernos y las instituciones educativas son los responsables en llevar a cabo la tarde. También están las ONG que llevan una función vital en este sentido. La profesional Dra Nancy Gianuzzo reflexiono sobre el tema.

Dra Nancy Giannuzzo, doctora en Biología

Los hábitos hacen a la costumbre, y el conocimiento al saber. Desde estas dos premisas se puede trabajar para la creación de la Conciencia Ambiental, término muy mencionado en estos años, ya que es la herramienta fundamental que la sociedad tiene para contrarrestar las acciones que tiene sobre el medio ambiente.

La Dr Nancy Giannuzzo, profesional en biología y Vicedecana de la Facultad de Ciencias Forestales, dejó el significado de la misma, una importante reflexión para avanzar en la ciudad en esta temática.

 

¿Qué es la conciencia ambiental y donde radica su importancia?

Los seres humanos tenemos la capacidad de conciencia, de saber de nosotros mismos, reflexionar sobre lo que sentimos, sabemos, creemos. Distinto a los animales, de las otras especies, que tienen un comportamiento un poco más instintivo, donde no hay una capacidad de lo que uno siente o sabe.

Entonces la conciencia ambiental tiene que ver con eso, tener acceso a lo que se sabe del ambiente, cómo se siente y a lo que se puede en consecuencia actuar. La conciencia es necesaria para la acción.

Si bien se puede actuar instintivamente sin tener conocimiento acabado de algo, el conocimiento ayuda a la sensibilidad sobre una problemática y eso a su vez compromete la acción.

Por eso ser conscientes es importante, para poder actuar.

 

¿Dónde se puede encontrar y crear esa conciencia?

La educación ambiental que es el vehículo para fortalecer la conciencia ambiental de los ciudadanos, se considera transversal. No solo en las disciplinas, en los lugares de saber –donde hay ciencia y formación de estudiantes o profesionales-, sino también es transversal a las instituciones.

Un municipio que gestiona los residuos sólidos o el ruido que producen los ciudadanos, puede y debe realizar educación ambiental para crear y fortalecer la conciencia de la ciudadanía y esta actué en consecuencia y colaboré. Que tenga reducción y aprehensión con las problemáticas con las que está colaborando.

Todas las personas por más conscientemente que seamos, producimos residuos y desechos de todo tipo. Mientras más conscientes somos más podemos reducir y ayudar a prevenir los problemas.

Están en las empresas, en las industrias, en todas las instituciones. Además, la educación lleva al respeto por las leyes. Por ejemplo, una empresa comprometida con el ambiente va actuar en consecuencia.

Por esto es que hay un fortalecimiento. Fundamentalmente los gobiernos y las instituciones educativas son los responsables en hacer educación ambiental. También están las ONG que llevan una función vital en este sentido.

 

En Santiago del Estero, ¿Qué tan mucho, poco o nada, estamos respecto a la Conciencia Ambiental?

Es una pregunta recurrente que se hace a sí mismo. Donde uno se pregunta ¿qué hacer, cómo influenciar?, ¿de qué manera aportar?, ¿si hay progreso?

Creo que hoy en día es una temática generalizada en la gente. Me ha pasado de personas que escucharon en la radio o televisión el término, y comenzaran a preguntar sobre la problemática.

Es muy interesante que ante una comunicación que escuchen, en general en los medios de comunicación, reflexionen sobre sus prácticas, opinen. También comenzar a ver proyectos importantes que adhieren a la cuestión ambiental. Por ejemplo, desde los municipios, desde los colegios, desde la Universidad. Aquí formalizamos intenciones y la llevamos a acciones concretas.

Esto se está viendo en Santiago. No hay un estudio, pero mirando diez años hacia atrás, el tema está en todos lados y con proyectos concretos. Entonces uno dice, hemos avanzado. Hay que sumar a los niños y adolescentes, que vienen con los valores ambientales incorporados gracias a nuestros docentes.

Así como hay grandes avances, las problemáticas están muy acentuadas. En algunos casos hay incertidumbre de cómo seguir, y se siente que no alcanza lo que estamos haciendo.

 

¿Cuáles serían esas problemáticas?

Son muchas. Se las puede clasificar y ordenar de manera diferente.

Podemos pensar en problemáticas urbanas y de medios rurales, por ejemplo. Globales o locales. Entre otras.

Yo siempre menciono al Cambio Climático como uno de los más importantes, porque lo que se hizo no alcanza. Estos dos últimos dos años fueron los más cálidos de todos los tiempos.

Un estudio lo dijo en septiembre, donde se unieron instituciones científicas de todo el mundo, sobre la pérdida de la biodiversidad de la que los seres humanos dependemos. Esa pérdida nos afecta, cuando avanzamos sobre esos sistemas naturales nos vemos alcanzados. Con la pandemia tenemos un ejemplo claro. Somos los creadores de esta enfermedad, que está destinada para otras especies, pero al intervenir nos ofrecimos como portadores del virus.  Los agroquímicos y la contaminación de alimentos, agua, suelo. La deforestación, que afecta actualmente a gran parte del mundo con los incendios.

En nuestra ciudad podemos destacar la gran cantidad de residuos, la falta de infraestructura verde, entre otras.

 

¿Continuamos en la línea de crear más problemas que soluciones?

Sí. La humanidad no se rinde, pero no somos dioses. Tenemos un alcance limitado para resolver, a pesar del gran desarrollo de la tecnología.

A veces nos olvidamos que tenemos limitaciones, más allá de que logramos muchas cosas.

Con la conciencia ambiental aparecen nuevas soluciones, como los “fondos verdes”. Tienen que ver con inversiones en los países que hemos contaminado para que haya reforestaciones. No obstante, hay que seguir trabajando, actuando, para frenar el deterioro que estamos dejando.

Recuerdo oportuno la frase de Mahatma Ghandi: “Debes ser el cambio que quieres en el mundo”. Invito a ser partícipes, desde la reducción de agua, la energía, el reciclado, la reutilización. Incluir todos estos hábitos y la participación.

 

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