El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció este martes ante el Consejo de Seguridad «violaciones claras del derecho humanitario» en la Franja de Gaza, lo que llevó a Israel a pedir su renuncia, mientras las autoridades militares aseguraron que la ofensiva terrestre que preparan contra Hamas en el enclave palestino está demorada por cuestiones tácticas.

En tanto, continuaron los bombardeos, que ya dejaron casi 5.800 muertos, y la OMS exigió un «alto el fuego humanitario» para poder distribuir ayuda de forma segura.

«Ninguna de las partes en un conflicto está por encima del derecho humanitario internacional», dijo Guterres, quien recordó que incluso la guerra «tiene reglas».

El jefe de la ONU condenó al grupo islamista Hamas por el ataque del 7 de octubre en territorio israelí que dejó 1.400 muertos, la mayoría civiles, pero al mismo tiempo recordó que la población palestina ha sido objeto de «56 años de ocupación sofocante».

«Han visto cómo su tierra era devorada sin cesar por los asentamientos y asolada por la violencia; su economía, asfixiada; su población desplazada y sus hogares demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo», dijo Guterres ante un concurrido Consejo de Seguridad, que no aprueba una resolución sobre el conflicto entre Israel y Hamas desde 2016.

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