Más de 2600 efectivos de las fuerzas federales y de las policías de los distritos más afectados por la pandemia, contrajeron coronavirus. Aunque el rol de los agentes abocados a la seguridad fue mutando, sigue siendo esencial para un país que transita uno de los momentos más difíciles de su historia y un escenario inédito para la mayor parte del mundo.

Las fuerzas federales detectaron 829 positivos en sus filas: 135 gendarmes, 155 prefectos, 475 agentes de la PFA y 64 de la PSA. El número representa el 0,7 del total de efectivos (son unos 94 mil en total), un porcentaje que destacó la ministra de Seguridad Sabina Frederic el jueves en el Senado. La funcionaria evalúa el dato como positivo, debido a la extrema exposición al virus que enfrentan los uniformados.

Por otro lado, la policía de la Provincia de Buenos Aires suma unos mil infectados, la policía de la Ciudad cuenta 710 agentes en tratamiento y Chaco 77 uniformados que se contagiaron con COVID-19. La primera es la fuerza de seguridad con mayor cantidad de efectivos: unos 90 mil, la segunda, tiene 25600, aproxímadamente.

Hubo tres víctimas fatales del virus: Eduardo Maximiliano Benítez, un oficial de 31 años que prestaba funciones la Policía Departamental Seguridad de La Matanza. En Chaco, el subcomisario René Pogonza que murió tras haber participado de la custodia de una comitiva oficial y en la que varios funcionarios ya estaban infectados. La tercera muerte es de un efectivo de la Policía Federal.

El decreto presidencial del 20 de marzo le ordenó al Ministerio de Seguridad de la Nación que garantice el cumplimiento del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en todo el territorio argentino, mediante «controles permanentes en rutas, vías y espacios públicos, accesos y demás lugares estratégicos, en coordinación y en forma concurrente con sus pares de las jurisdicciones provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».

Todo un desafío para las fuerzas de seguridad federales bajo la órbita de Frederic y su equipo, a tres meses de asumir el cargo al que querían darle una impronta muy diferente a la restrictiva a la que los empujó la pandemia: al 16 de julio, controlaron a 17.027.950 personas, hicieron 106.563 infracciones, inspeccionaron 12.363.541 vehículos y secuestraron 4.908.

Los controles no son la única tarea que afrontan las policías: cuidan fronteras, reciben a los varados en Ezeiza y asisten a barrios vulnerables que también vigilan muchas veces inmersos en trajes protectores y otras solo con un tapabocas o barbijos. Aunque en menor cantidad, siguen actuando en operativos, detenciones y haciendo peritajes. Es una realidad que también la actuación de las fuerzas se vieron teñidas por graves casos de abuso policial en Buenos Aires, Chaco y Tucumán.

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