Recién llegado de grabar y muy entusiasmado, Luciano Cáceres le abrió las puertas de su intimidad desde Roma (Italia) a Exitoína y reveló a este medio cómo vive las grabaciones de El nido, una coproducción Italo-argentina que podría estrenarse a comienzos del 2021 y reflexiona sobre la contemporaneidad, en línea con los vínculos humanos.

El filme dirigido por Mattia Temponi, se enmarca en el género de terror psicológico y de una forma cuasi apocalíptica, narra un refugio que busca aislar y recuperar a los infectados de una gran pandemia zombie que azota Europa. Junto a su compañera Blu Yoshimi, el actor argentino entabla una relación que va desde los simples tecnicismos protocolares para tratar a las posibles víctimas, a un vínculo que crece en manipulaciones y engaños. Con una insólita coincidencia con la realidad actual, teñida por una pandemia que dejó en jaque al mundo, Cáceres reveló a este medio cómo vivió la experiencia.

Bueno, estás en la primera película argentina que se vuelve a filmar después de la pandemia. Imagino que un montón de emociones… ¿Cómo te sentiste con el regreso?

– Me siento con el privilegio de ser uno de los pocos actores argentinos laburando, después de este contexto donde se paró toda la industria casi globalmente. Acá en Italia, hace mes y medio que se reactivó todo. Está todo controlado, mucho cuidado, con protocolos estrictos para filmar. La industria es muy potente, se están filmando muchas películas y series de otros países. Se está haciendo Misión Imposible en Roma también y donde estoy hay una producción inglesa.

¿Dónde la filmaron?

– Los estudios son un lugar parecido a Polka, pero mucho más grande, con estudios más amplios. Acá le llaman teatro (a los set de filmación) y además tienen la reproducción de lo que sería un centro de la ciudad italiana, con su plaza, negocios y otros decorados más, que se utilizan como exteriores pero se hace todo ahí mismo.

¿Cómo manejaron tema protocolos?

– Hay una persona encargada del Covid digamos, una señora que está a cargo de salubridad y te toma la temperatura cada vez que llegás y que salís. Desde que llegué, me hice como cuatro hisopados y estuve ocho días en cuarentena, en septiembre casi se redujo a la mitad, porque al principio eran 14. Llegué el primero, hace un mes.

Estando aún en pandemia y sabiendo que Italia fue uno de los países de mayores contagios, ¿Tuviste miedo al viajar?

– No sé si miedo, pero me dio impresión después de todo lo que me cuidé en Buenos Aires, porque sabía que tenía que estar sano por las responsabilidades que tenía y también todo lo que implica, ver el avión tan lleno cuando viajé, estaba repleto dije ‘puta madre , tanto cuidado para esto’ – risas-. Pasa que sale uno, una vez por semana, no hay vuelo directo a Roma, hice vía París. Pero todo muy cuidado y bueno muy responsable la actitud de todo el equipo, estamos del estudio a casa y si hay un encuentro o una cena, es con el director, productor, en un lugar particular y no es que veo otras personas. Hice un par de paseos pero desde una Roma atípica, porque está todo vacío, porque no tiene un solo turista.

Tal cual, parece que nos mudaron de planeta por momentos…

– Tal cual es así. Es otro mundo. Pero bueno en lo personal estoy cumpliendo un sueño, que es filmar acá en Italia. Estoy muy relacionado a este mundo desde antes de que nazca, porque fui concebido en un escenario, pero a los 5 años mi viejo me mostró quien era Vittorio Gassman y me alucinó. Siempre fantaseé con la idea de filmar en Italia y se concretó. Es un proyecto muy particular porque me llegó en mayo del 2019 y plantea una cuarentena, que en ese momento podía ser ciencia ficción; hoy,es casi como un documental. El guión tiene cinco años de escrito. Si bien no habla del covid, obvio, sino de otro tipo de virus e infección, es muy loco que se haya planteado la misma temática de lo que estamos viviendo.

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