A dos años del crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes por ocho rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell, sus padres participaron por primera vez de una ceremonia en el lugar donde asesinaron a su hijo.

Silvino Báez y Graciela Sosa llegaron el domingo a Villa Gesell en un micro de larga distancia y se hospedaron en la casa de los padres de un amigo del colegio primario de Fernando. Esta mañana ambos fueron a la playa.

Pasadas las 13, ambos protagonizaron un momento muy emotivo al dejarle flores al memorial de su hijo en la puerta del boliche Le Bric, donde fue asesinado Fernando. “Lo mataron sin piedad”, dijo Graciela.

El día que se cumplieron dos años del asesinato de su hijo, Graciela Sosa conoció el mar. “Fue la primera vez que lo veo, hubiera sido distinto si estuviera Fernando”, dijo conmovida y agregó que aún no se acercó a la puerta del boliche Le Brique, donde Fernando fue asesinado a golpes.

Este martes a las 19, los padres del joven volverán ese fatídico lugar -ubicado en paseo 102 y avenida 3- para realizar un acto interreligioso en memoria de Fernando. Del mismo participarán representantes de cinco religiones distintas: la católica apostólica, la anglicana, el judaísmo, la musulmana y la mormona.

 

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