08 de julio, 2024
Nota de Portada

Un tribunal santiagueño está juzgando a Juan “Pirulo” Fernández por el asesinato de un gendarme al que obligó a cavar su propia tumba. Se trata de uno de los delincuentes más peligrosos de Tucumán, sobre el que pesan condenas por homicidio, abuso sexual y robo. Una historia plagada de amenazas, violencia, sangre y muerte.

Desde la semana pasada, los pasillos de tribunales se vieron sorprendidos ante la inusitada presencia policial. No es para menos, una gran cantidad de efectivos de las fuerzas de seguridad custodiaban fuertemente a una persona que estaba siendo juzgada en los tribunales. No se trata de un delincuente cualquiera, sino de alguien señalado como parte de los más peligrosos de la vecina provincia de Tucumán. De hecho, Juan Francisco “Pirulo” Fernández carga sobre sus espaldas condenas y acusaciones de todo tipo, que van desde el homicidio y el robo, pasando por abuso sexual, lesiones y amenazas. También es conocido por su habilidad para huir desde distintos reclusorios.

Los doctores Juan Carlos Storniolo, Rosa Falco y Raúl Santucho integran el tribunal que está juzgando por "homicidio críminis causa" y "robo calificado con arma de fuego" no solo a Fernández sino también a Marcelo Dalmiro "Mishi" Camus, quien habría sido su cómplice a la hora acabar con la vida de un gendarme de un modo macabro: obligándolo a cavar su tumba antes de recibir un disparo mortal.

Para entender de qué se trata esta trama hay que volver la vista atrás y rearmar una historia donde la violencia extrema es la protagonista.

 

EL GENDARME

Cuando el chubutense Amado Ángel Ayrala se jubiló como efectivo de Gendarmería Nacional, decidió regresar a Lamadrid, en la provincia de Tucumán, un lugar donde había vivido en su juventud. Allí alquiló una casa, que compartía con uno de sus sobrinos, y también comenzó una relación con Estela Ortiz, con quien tuvo una hija en 2015. Como su jubilación no era suficiente, decidió trabajar como remisero rural, trasladando pasajeros en su vehículo particular

El 16 de octubre de 2018, luego de trasladar a tres enfermeras a realizar un curso en Concepción, comunicó que estaba regresando a su hogar. Su pareja intentó hablar con él en reiteradas ocasiones, pero nunca le contestó.

Dos días después, ella recibió un mensaje de Whatsapp diciéndole que se iba de viaje por una semana, con una mujer, y le pidió que no lo llamara. Aunque provenía del teléfono del gendarme, Ortiz se dio cuenta que el mensaje era sumamente extraño, estaba escrito con minúsculas y palabras abreviadas, siendo que él siempre escribía con mayúsculas. Pese a que lo intentó una y otra vez, no pudo comunicarse nuevamente con el padre de su bebé.

Pasada esa semana, Ayrala no regresó. Tampoco cobró su jubilación, y mucho menos un préstamo que había solicitado en una financiera.

Fue entonces cuando Estela hizo la denuncia. Temía que podría haber sufrido un accidente, o quizá un asalto, pero nunca imaginó la historia de terror que vendría después.

 

UN AUTO EN LA MIRA

Mientras avanzaba la investigación para dar con el paradero del ex militar, el fiscal de Instrucción Penal de la III Nominación del Centro Judicial de Concepción, Jorge Echayde, a cargo de la causa, ordenó medidas que le brindaron datos significativos.

El 2 de noviembre de 2018, en un control policial en la intersección de las rutas 157 y 10, a la altura de San Pedro de Guasayán, en Santiago del Estero, cerca de las 23.30, los efectivos advierten que un vehículo detuvo su marcha, en actitud sospechosa.

El auto era conducido por Eduardo Ramón Décima, quien estaba acusado de robo por la policía de Monteros.

Rápidamente, el acompañante del rodado tomó el volante y huyó del lugar. Los uniformados iniciaron la persecución, y luego de una hora encontraron el auto abandonado.

Era el Renault Megane de Ayrala, el gendarme desaparecido. También se encontraron bienes pertenecientes a una pareja que, días antes, había sufrido un violento robo en la localidad de Río Seco.

Dos días después pudieron capturar a “Pirulo” Fernández, a quien los efectivos reconocieron como un peligroso delincuente fugado de una cárcel tucumana, y sobre quien había una orden de detención por secuestro, robo agravado por lesiones y uso de arma de fuego.

 

PIRULO

Juan Francisco “Pirulo” Fernández no era desconocido para los investigadores tucumanos, pues tenía un vasto raid delictivo y en aquél momento figuraba como prófugo del Penal de Villa Urquiza, en la vecina provincia.

Según se determinó, en su adolescencia, Pirulo habría comenzado con pequeños robos y hurtos.

  • En 2008 fue condenado por abuso sexual con acceso carnal, cometido en contra de una jovencita, quien luego resultó una de las protagonistas del macabro crimen.
  • En 2013 fue condenado por tentativa de robo agravado.
  • En 2014 fue condenado por robo agravado.
  • En 2015, tras recuperarse de las heridas que sufrió durante esa detención (cayó de la moto en la que huía), fue enviado a la comisaría de la ciudad de Simoca. Por las continuas peleas que tenía con otros reclusos, fue trasladado a La Cocha.
  • Ese mismo año escapó de uno de los calabozos de la comisaría y protagonizó un tiroteo con la policía para evitar ser detenido, en la localidad de Taco Ralo. En esa búsqueda también participó la Interpol. Cuando fue recapturado fue trasladado hacia el Penal de Villa Urquiza.
  • En 2018, mientras enfrentaba cargos por homicidio culposo y robo con uso de armas de fuego, aprovechando los permisos de salida que tenía, no regresó a la cárcel, por lo que fue declarado prófugo.

 

ATANDO CABOS

Mientras tanto, el celular del gendarme fue rastreado por los efectivos que investigaban su desaparición. El teléfono fue encontrado en poder de un vecino de Lamadrid, quien contó que se lo vendió una cuñada de Pirulo. A la hora de analizar el teléfono, en la nube apareció una foto de Pirulo, según supo contar la fiscal santiagueña Dahiana Pérez Vicenz a LA COLUMNA.

Finalmente, la jueza de Concepción, Elena Grellet, a pedido del fiscal Edgardo Sánchez, pidió un exhorto a la justicia de Santiago del Estero, a fin de rastrillar la propiedad.

Las pesquisas se dieron el 4 de octubre de 2019, al día siguiente, una testigo de identidad reservada pide ingresar en los registros de “personas protegidas”, y brinda detalles precisos sobre el lugar en el que se encuentran restos humanos, que serían del gendarme Ayrala.

 

EL HORROR

A la hora de armar el rompecabezas sobre la trama criminal que terminó con la vida del hombre desaparecido, el testimonio de Cinthia Sotelo resultó fundamental.

Según se desprende de su primera declaración, los últimos momentos del gendarme retirado Ángel Ramón Ayrala fueron terroríficos. El hombre fue obligado por sus captores a cavar su propia fosa para luego ser ejecutado con un disparo de arma de fuego en la cabeza.

El Cuerpo Médico Forense examinó los restos óseos de la víctima desenterrada. En el cráneo presentaba un disparo de arma de fuego con orificio de salida. También se encontró en su interior una esquirla metálica compatible con la de un proyectil. En las manos tenía restos de una cinta de enfardar.

La escalofriante trama que comenzó a develar la justicia tenía como principal acusado a Juan Francisco “Pirulo” Fernández, acusado por tres delitos: homicidio “criminis causa” (que se comete para facilitar otro u ocultar el cometido), robo agravado por el uso de arma de fuego y extorsión.

Su cómplice, Delmiro Marcelo “Mishi” Camus, fue imputado por: homicidio “criminis causa” y robo.

El tercer implicado fue Carlos Fernández, hermano de Pirulo, acusado solo de extorsión.

 

PLAN SINIESTRO

Según se pudo establecer, mientras aún estaba detenido en el Penal tucumano, Pirulo le pidió a su hermano que le consiga un vehículo con el que huir de la provincia, y puso la mira en el Renault Megane del gendarme. 

En aquel momento, el fiscal de Concepción, Edgardo Sanchez dijo a La Gaceta, que Pirulo “le pidió a su hermano Carlos que recurra a una ex pareja suya de Lamadrid a fin de que esta contrate los servicios del ex gendarme. Le iban a tender una trampa. Carlos habló con la mujer amenazándola de que, si no cumplía con lo requerido por Pirulo, éste iba a matar a uno de sus hijos. Le habían asegurado que la treta era con el solo fin de obtener el auto”. Esa mujer no era otra que Cinthia Sotelo.

De ese modo, el 16 de octubre de 2018, ella le pidió a Ayrala, a través de un mensaje de Whatsapp, sus servicios como remisero, para que la traslade hacia Guampacha, en Santiago del Estero.

“El transportista arribó hasta una casa de ese lugar. La mujer descendió e ingresó al inmueble. Ahí la esperaban “Pirulo” y “Mishi” Camus, con una escopeta. Ella les rogó que se llevaran el auto y no hagan más problemas”, relató el fiscal. Pero la trama iba a tener un desenlace inesperado y sangriento.

Por su parte, la exfiscal santiagueña, Dahiana Pérez Vicens explicó a LA COLUMNA que el gendarme reconoció a Pirulo, pues era familiar de Estela Ortiz, la madre de su hija.

 

OBLIGADO A CAVAR SU PROPIA TUMBA

Debido a que Ayrala reconoció a los delincuentes, fue reducido por éstos. Luego fue maniatado de pies y manos con una cinta adhesiva. Después fue llevado hasta su auto y ahí descubrieron que tenía un arma de fuego en la guantera, que portaba para su protección.

“La víctima fue llevada hasta el sitio en que finalmente lo encontramos, en San Pedro de Guasayán. Ahí le rompieron la cinta y obligaron a cavar la fosa para luego ser ejecutado”, relató el fiscal Sánchez.

Luego del crimen, Pirulo necesitaba dinero para escapar de la provincia. Así fue que, días después del crimen y en compañía de Camus, asaltó una familia de Río Seco. Al parecer, en este último atraco también participó Eduardo Ramón Décima, otro compinche de “Pirulo”.

Precisamente, Décima fue detenido en noviembre de 2019 por robo, cuando intentaba huir de Tucumán junto a Fernández. Cuando la policía fronteriza los reconoció. “¨Pirulo” logró fugarse de los uniformados, pero Décima no tuvo igual suerte.

“El sitio corresponde al descripto en el testimonio conseguido. También coinciden los detalles referidos a la cinta que se utilizó para ser maniatada la víctima. Restan ahora los estudios en laboratorio electrónico de barrido para determinar el tipo de proyectil y si el calibre corresponde al arma de la víctima”, precisó el fiscal.

La prueba de ADN fue la encargada de corroborar la identidad de los restos humanos desenterrados, un elemento clave para dar por concluida la macabra historia. Ya no cabían dudas, pertenecían a Amado Ángel Ayrala.

 

TESTIGO DE IDENTIDAD RESERVADA

La testigo de identidad reservada en aquél momento era Cintia Débora Sotelo, la misma que en 2008 había acusado a Pirulo por abuso sexual, cargo por el que fue condenado. Esta mujer, a la que varios medios señalan como la “ex pareja” del delincuente, en realidad sería su víctima.

Ella le aseguró al fiscal Sánchez, en Tucumán, que (Pirulo) Fernández la llamó por teléfono y la amenazó que le consiga un arma y que contrate a Ayrala para realizar un viaje. Antes, Carlos Fernández (hermano de Pirulo) le había advertido que la llamarían y que le convenía atenderlo”, contó la fiscal santiagueña.

“Cintia Sotelo lo contrata y van a Guampacho. Según su versión, el plan era robarle el auto para huir de la provincia. Sin embargo, en un momento determinado, Fernández y Camus realizan un ruido sospechoso. Ayrala lo reconoce porque es sobrino de Estela Ortiz.

“Ya me reconoció, hay que pegarle un tiro, dijo Fernández, según la testigo. Y mediante amenazas, hace ingresar a Sotelo en el vehículo y le pide a Ayrala que los lleve a San Pedro de Guasayán”, precisa la exfiscal de la circunscripción Frías.

El testimonio de Sotelo fue fundamental para la causa, pues logró ubicar el sitio donde Ayrala fue asesinado y estaban enterrados sus restos. Además, permitió armar toda la trama del crimen siniestro.

 

LA CAUSA PASA A SANTIAGO DEL ESTERO

 “La provincia de Tucumán, al haberse cometido el hecho en Santiago del Estero, en julio de 2020, deriva toda la causa a la circunscripción Frías, que tiene jurisdicción en San Pedro de Guasayán”, precisó la Dra. Pérez Vicenz en una entrevista que mantuvo con LA COLUMNA.

De ese modo, con la causa en esta provincia, el Ministerio Público Fiscal solicita la prisión preventiva de Pirulo. “En el marco de la causa, solicitamos la prisión preventiva de Fernández, que fue concedida en noviembre de 2020, por la jueza Roxana Cejas, agregó.

En ese lapso, sucedieron distintas circunstancias que parecen sacados de una telenovela, pero son demasiados reales.

“Primero, Fernández se hizo un Facebook mientras estaba en prisión. Como foto de perfil pone su cara, y en su mano muestra el reloj y el anillo del muerto, y agrega a Estela Ortiz, la mujer de Ayrala”, preciso la exfiscal.

Cabe señalar que el reloj y el anillo formaban parte de los elementos que la mujer había declarado como bienes que Ayrala usaba en el momento de su desaparición.

“Luego de eso, Estela Ortiz recibe una llamada de Pirulo, quien la amenaza y le dice que la iba a matar”, señaló la funcionaria judicial

La mujer “se comunica con la Fiscalía de Frías, y nos cuenta todo esto. Por supuesto que es una amenaza”.

“No conforme con eso, en diciembre de 2020, la señora Ortiz estaba en una UPA, y una persona le dio un teléfono, a través del cual Fernández la hable, y le dice que no tenía nada que ver con el crimen de Ayrala. Le dice que lo mató Camus, y que Cinthia Sotelo mintió porque el fiscal Sánchez se lo pidió”, supo contar la Dra. Pérez Vicenz.

 

TESTIMONIO DUDOSO

En una entrevista que LA COLUMNA le realizó, en abril de 2021, a la Dra. Dahiana Pérez Vincenz, quien era entonces la fiscal que instruía la causa, la profesional explicó detalles de la causa.

“A los dos meses, misteriosamente aparece Cintia Sotelo en Fiscalía de Frías. Por supuesto que Fernández se enteró quién era el testigo de identidad reservada. A su vez, en la audiencia de prisión preventiva del año pasado, la defensa hacía referencia a que ya sabían quién era la testigo de identidad reservada, y que tenían una declaración de ella en una escribanía de Santiago del Estero. O sea que ellos tuvieron contacto con la testigo de identidad reservada”, aseguró la exfiscal.

“Cuando Cintia Sotelo se presenta aquí, cuenta la misma versión que Fernández, dos meses antes, le dijo a Estela Ortíz. Por supuesto, dijo que él no tenía nada que ver, que era inocente, que había sido amenazada por el fiscal”, agregó.

Como la prisión preventiva de Pirulo vencía en mayo de 2021, con el testimonio de Sotelo, defensa pide la excarcelación.

“Es un testimonio que no fue corroborado en ninguno de sus extremos, un testimonio dudoso, porque apareció de la nada y contaba la misma versión de Fernández. Es decir, un testimonio que no está acreditado en absolutamente nada”, indicó la fiscal.

“Cuando le tomamos la declaración testimonial a Sotelo, la defensa nunca nos pidió una copia, pero aparece en la audiencia de excarcelación, con la declaración testimonial. Lo que puse en conocimiento de la juez. Cuando pregunté de dónde sacó la copia, me contestó la defensa, en audiencia oral y pública, que Cintia Sotelo lo había enviado una copia”, precisó.

 

TESTIGO AMENAZADA

“Es decir que la persona que, al principio, indicaba a Fernández como el asesino, que le tenía miedo, que quería ser testigo de identidad reservada, después aparece como teniendo un contacto sumamente fluido de la defensa”, indicó la exfiscal de la circunscripción Frías.

En este sentido, hay que tener en cuenta que “Cinthia fue víctima de abuso sexual por parte de Fernández, y está condenado por ese delito. Eso se lo hice saber también a la jueza”.

Por lo cual, resultaba más que “obvio que está siendo amenazada, por eso cambió el testimonio de la nada. Le dijeron qué iba a declarar”, precisó.

Como dato curioso, la exrepresentante del Ministerio Público Fiscal indicó que “la testigo insistía con que quería una copia de su declaración. Obviamente, era para hacerle ver a la defensa y que la dejen de hostigar a esta pobre mujer”.

 

JUEZA SANTIAGUEÑA LE CONCEDIO LA LIBERTAD

Aún con todos esos antecedentes y pruebas aportadas, a fines de abril de 2021, la jueza Gabriela Núñez de Cheble le otorgó la libertad a Pirulo, detenido por homicidio criminis causa.

Durante la audiencia, el Ministerio Púbico Fiscal, representado por la entonces fiscal Dahiana Pérez Vicens, de la circunscripción Frías- se opuso al pedido de excarcelación extraordinaria solicitado por la defensa.

La orden de libertad la dio su señoría, si pidió que se corrobore si no existe algún pedido tendiente en la policía de Tucumán. Si estaba todo en orden, él recuperaba la libertad”, indicó.

Salió sin medida cautelar con respecto a la denunciante, Estela Ortiz, por lo cual, ella teme por su vida.

La exfiscal destacó que “Fernández es una persona sumamente peligrosa. En el mismo sentido, los informes psicológicos lo han definido como un interno peligroso, impulsivo, manipulador, con una personalidad psicótica, frialdad emocional, facilidad de palabra y de engañar a sus interlocutores, con ausencia de empatía, falta de sentimientos de culpa.

Asimismo, el informe destaca que tampoco se hace responsable de sus propias acciones, desprecia la ley penal. Es un interno peligroso y el tratamiento penitenciario no logró modificar su conducta delictiva debido a su personalidad.

 

“INSÓLITO FALLO”

En virtud de ese dictamen, Fiscalía emitió un duro comunicado, al que tituló “Insólito fallo”, indicando que el acusado, conocido en el ámbito delictivo de la vecina provincia como “Pirulo”, había sido condenado por varios delitos y se encontraba prófugo de la justicia en Tucumán.

A la vez precisó que el hecho ocurrió cuando el imputado se ocultó en una localidad que limita con el Departamento Guasayán, provincia de Santiago del Estero; robó un automóvil y al verse descubierto por el dueño, un ex militar de apellido Ayrala, lo asesinó y enterró en zona montuosa.

En la audiencia, la fiscalía puntualizó los riesgos del grave hecho investigado y la peligrosidad del imputado, quien se encontraba prófugo del penal de Villa Urquiza de Tucumán y era intensamente buscado por el delito de robo agravado por el uso de armas.

Además, aun estando detenido con prisión preventiva, amenazó de muerte a un testigo, quien se desdijo de sus dichos y fue su testimonio la clave para que su defensa solicitara la libertad.

“Increíblemente, la jueza Gabriela Nuñez de Cheble resolvió hacer lugar a lo solicitado por la defensa y ordenó la excarcelación del imputado”, culmina el comunicado del Ministerio Público Fiscal.

 

LIBERTAD REVOCADA

En junio de 2021, frente la decisión de la jueza Cheble, el Ministerio Público Fiscal, representado por la exfiscal Dahiana Perez Vicens, de la circunscripción Frías, apeló la resolución que otorgó la libertad a Juan “Pirulo” Fernández, acusado de homicidio críminis causa, robo calificado por uso de armas en concurso real de delitos.

La fiscal adujo que, si bien es una causa sumamente compleja, los hechos se encuentran acreditados, tanto como la responsabilidad del acusado, quien posee un amplio prontuario de delitos de diversa índole.

Asimismo, sus condiciones personales reflejan una conducta violenta, evasiva y de desprecio por la ley penal. Dado este contexto, los riesgos procesales son evidentes, ya que aún privado de su libertad, Fernández ha mantenido contacto y ha incidido en la conducta de testigos, entre otros, realizando comunicaciones telefónicas y publicaciones en redes sociales.

Luego de un breve cuarto intermedio, el Tribunal conformado por Sandra Generoso, Olga Estela Gay de Castellanos y Cristian Vittar, decidió hacer lugar al pedido de la fiscal revocando la orden de la libertad emitida en el mes de abril por la jueza Nuñez.

 

OTRA JUEZA PRORROGA LA PRISIÓN

El 10 de diciembre de 2021, el Dr. Gustavo Montenegro, fiscal coordinador de la circunscripción Frías, se opuso a los planteos de la defensa de “Pirulo” Fernández acusado de homicidio críminis causa y robo calificado por uso de armas en concurso real de delitos.

Durante la audiencia, la defensa del imputado requirió el cambio de calificativa legal, el cese de la prisión preventiva o prisión domiciliaria subsidiariamente.

La fiscalía, por su parte, sostuvo que se trataba de un hecho grave que podría corresponder prisión perpetua y con su libertad entorpecería el proceso, por lo tanto, pidió
que el imputado permanezca en prisión preventiva hasta el momento de juicio.

Ante tales argumentos, la Jueza de Control y Garantías Roxana Cejas Ramirez, no hizo lugar a la solicitud de la defensa y ordenó la prórroga de la prisión preventiva para el acusado.

 

DIRECTO AL BANQUILLO

En abril de 2022, el fiscal Montenegro nuevamente se opuso a los planteos de la defensa de “Pirulo Fernández”, y solicitó que el imputado continúe privado de su libertad teniendo en cuenta la existencia de riesgos procesales.

El Juez de Control y Garantías Dr. Guillermo Paradelo, rechazó el pedido de cambio de calificativa legal y sobreseimiento, confirmando la prisión preventiva y elevando la causa a juicio oral. Sin embargo, seis meses después, el mismo juez resolvió el cese de prisión preventiva.

El 16 de marzo de 2023, una vez más, la Unidad Fiscal de Frías apeló el cese de la prisión preventiva para Pirulo Fernández, quien actualmente se encuentra detenido en Tucumán, por otros delitos.

En la oportunidad, el fiscal recordó que el hecho ocurrió en una zona montuosa del departamento Guasayán, en esta provincia, donde el imputado robó un automóvil y al verse descubierto por el dueño -un ex militar de apellido Ayrala- lo asesinó y enterró.

Durante la audiencia en la Cámara de Apelaciones, el fiscal de la causa expresó los potenciales riesgos procesales y solicitó que se revoque dicha resolución.

Ante ello, el Tribunal de Cámara, integrado por la Dra. Sandra Generoso y los vocales Dr. Eduardo Cristian Vitar y Dra. Olga Gay de Castellano, resolvió revocar la decisión del juez y prorrogar la prisión preventiva.

 

JUICIO ORAL

Así es que el pasado 25 de junio, un tribunal local dio inicio al juicio oral y público contra "Pirulo" Fernández y a "Mishi" Camus, acusados por el homicidio de Amado Ángel Ayrala, el gendarme de 57 años, quien fuera asesinado hace casi seis años.

Si bien el homicidio fue perpetrado en la jurisdicción Frías y la causa fue instruida por la ex fiscal Dahiana Pérez Vicens, por razones de seguridad el debate oral se lleva a cabo en la capital santiagueña. El Ministerio Público Fiscal es representado por los Dres.  Analía Nóblega Rayó y Gustavo Montenegro. Mientras que los Dres. Juan Carlos Storniolo, Rosa Falco y Raúl Santucho son los magistrados que conforman el tribunal.

 

CAMBIO DE TESTIMONIO

Tal como se esperaba, la testigo principal del juicio fue Cinthia Débora Sotelo, quien realizó dos testimonios completamente opuestos. La cuestión es

A la hora de contar cómo sucedieron los hechos, la mujer mantuvo la versión que había brindado en Frías, señalando que Pirulo no era el responsable del crimen del gendarme. Al contrario, dijo que el homicidio fue realizado por “Mishi” Camus y Eduardo Décima.

Frente a ese testimonio, los fiscales solicitaron la exhibición de un video de la primera declaración de Sotelo en Concepción, Tucumán, donde le dijo al fiscal Edgardo Sánchez, que investigaba la desaparición de Ayrala, que el autor del crimen era Pirulo, secundado por Mishi.

Ante las imágenes contundentes y la mirada inquisidora del hombre que la había abusado en su adolescencia, la mujer se puso sumamente nerviosa y solicitó permiso para ir al baño. En el lugar prácticamente se atrincheró y, hecha un manojo de nervios, se negó a reingresar a la sala porque no soportaba ver a Pirulo Fernández. Dijo que sentía terror de verlo de frente.

Ante tal situación, el tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio para el día siguiente, aunque la mujer fue enviada a la Comisaría del Menor y la Mujer, para evitar su fuga y el contacto con otras personas.

 

SIN LA PRESENCIA DE LOS ACUSADOS

El jueves 27 de junio, a pedido del Ministerio Público Fiscal, los jueces decidieron sacar de la sala de audiencias a los imputados, para evitar que Cinthia Sotelo se sintiera intimidara y pudiera prestar su testimonio sin miedo.
Es así que, sentada de frente a los magistrados, dando la espalda a los fiscales, las defensas de los acusados y de quienes seguían las alternativas del juicio, Cinthia Sotelo contó una versión de los hechos, diferente a la del día anterior, pero similar a su primera declaración.

En principio, dijo que la alteración de su testimonio se debía a las amenazas que había sufrido de parte de Pirulo. En este sentido afirmó que el pasado 20 de junio, cinco días antes del inicio de juicio, recibió una llamada de él, directamente desde el Penal de Varones, diciéndole “ya sabes lo que tienes que hacer”, en obvia alusión a las palabras que diría ante los jueces. Así fue que el temor la invadió una vez más, no solo por miedo a su seguridad personal sino por lo que pudiera pasar con sus hijos.

 

“ASÍ SE HACEN LAS COSAS”

A la vez, la mujer explicó de qué manera habrían sucedido los hechos que terminaron con la vida del gendarme. Dijo que luego de que Pirulo se evadiera del penal de Villa Urquiza, la contactó para que le consiguiera un auto en el que pudiera huir. En la oportunidad también le habría asegurado que ella era el amor de su vida y le hizo promesas, asegurándole un futuro diferente.

De modo tal que ella se encargó de pactar el viaje con Ayrala, hacia una zona despoblada entre Guampacha y San Pedro de Guasayán. Ya en el lugar, ella descendió del vehículo y se dirigió hacia una vieja vivienda, donde aguardaban Pirulo y Mishi.

Como ninguno tenía dinero para abonar el viaje, Pirulo le dijo que le pagara con sexo. Aunque contrariado por la falta de pago, aceptó la oferta y se dirigió a la humilde vivienda, donde se quitó la ropa. Es así que estaba desnudo cuando Pirulo y Mishi irrumpieron en el lugar.

Sotelo contó que Pirulo le dijo que mate al gendarme, aunque ella se negó, al igual que Camus.

Ella iba camino al auto cuando escuchó el disparo. Se dio vuelta y vio a Pirulo con el arma, diciéndole: “¿Viste qué macho es tu macho? Así se hacen las cosas”. Ayrala yacía sin vida en el pozo, que luego fue tapado con tierra por el mismo autor del tiro.

“Nunca me dijo que lo mataría", repitió Sotelo ante los jueces. Luego contó que Pirulo la obligó a cambiar su declaración e incluso a robar. Para ello la intimidaba enviándole fotos de sus hijos. “Me arruinó la vida, pero ya no le tengo miedo”, concluyó.

 

INESPERADA DEFENSA DE “MISHI”

El pasado martes 2 de julio, el defensor oficial de “Mishi” Camus, Dr. Santiago Terrera, presentó una prueba inesperada a favor de su cliente, situándolo en un lugar diferente el día del crimen de Ayrala.

Así es que llamó como testigo a Carlos Dip, abogado de una empresa contratista donde Camus habría estado trabajando, quien señaló que representa a una firma que se dedica a la cosecha de arándanos, en la localidad de Monteros, provincia de Tucumán, un sitio ubicado aproximadamente a 150 kilómetros del lugar donde el gendarme fue asesinado.

Contó que un colectivo se encarga de recoger a los operarios, quienes trabajan de 8 a 18. Los primeros en ascender al vehículo son los trabajadores oriundos de Lamadrid, entre los que se encuentra Camus, quien habría estado trabajando entre el 16 y 17 de octubre de 2018, teniendo en cuenta los registros de su ficha de entrada y salida de la finca.

Con lo cual, su defensor asegura que resulta “imposible” que estuviera presente en el paraje santiagueño donde Ayrala fue asesinado.

 

EXPERTO EN MENTIR

En la audiencia del martes también declaró un hombre que fuera pareja de Cinthia Sotelo, quien dijo que fue permanentemente amenazado por Pirulo, quien le habría quitado no solo dinero sino también un vehículo.

Desde el Ministerio Público Fiscal presentaron a dos mujeres, quienes declararon como testigos, vía online. Ellas son tía y prima de Sotelo, quienes habrían sufrido un robo en su negocio, de parte de Pirulo. La idea de Fiscalía era no solo exponer datos acerca de la peligrosidad del acusado, sino también para demostrar el modo en que éste manipulaba a la mujer.

Frente a lo cual, quedan claros los dichos del psiquiatra Federico Abril, quien examinó a Pirulo y aseguró que poseía rasgos de personalidad psicópata y, además, presentaba las características de una persona experta en mentir.

 

Las audiencias continuarán desde el jueves, cuando jueces, defensores y fiscales analicen las distintas pruebas y testimonios aportados en el juicio. Con lo cual, los alegatos de las partes comenzarían la semana próxima.

De modo tal que Juan “Pirulo” Fernández espera oír la sentencia -condenatoria o absolutoria- sobre las acusaciones que pesan en su contra: homicidio criminis causa y robo calificado con arma de fuego, en contra del gendarme Amado Ángel Ayrala, quien tenía 57 años al momento de ser asesinado. Una vez más, la justicia santiagueña tiene la palabra…

 

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