09 de mayo, 2025
Actualidad

El pasado 2 de abril se cumplieron 43 años del hundimiento del crucero Ara General Belgrano. El mar se llevó a 323 tripulantes, 7 de ellos eran santiagueños, 2 de los cuales eran hermanos y fueron los únicos civiles muertos en la guerra de Malvinas.

Pasaron 43 años desde que el último gobierno de facto decidiera recuperar Malvinas. En el camino quedaron 649 argentinos muertos y miles de veteranos desperdigados por el país. 14 santiagueños forman parte de esa lista fatídica. Ellos dieron su vida por la Patria, en una guerra desigual. Muchos de sus cuerpos descansan en el cementerio argentino de las islas, algunos bajo una lápida que dice: “Aquí yace un soldado argentino sólo conocido por Dios”. A otros se los tragó el mar…
Son los marinos que iban a bordo del Ara General Belgrano, el buque argentino que, un 2 de mayo de 1982, fue hundido por los torpedos del submarino nuclear británico HMS Conqueror, mientras navegaba fuera de la zona de exclusión que había determinado la propia Gran Bretaña. El ataque dejó 323 tripulantes muertos. 7 de ellos eran santiagueños. 
Prácticamente todos son desconocidos, salvo para sus familias que los recuerdan y los guardan en su memoria. Ellos son:
-Los hermanos Heriberto y Leopoldo Marcelo Avila, oriundos de Villa Robles.
A principios de los años 80 Heriberto era conscripto en la Armada, desempeñaba funciones como ayudante de la cantina del “General Belgrano”. Poco tiempo después falleció el encargado y la cantina dejó de funcionar, de modo que los marinos debían proveerse en tierra de lo que necesitaban.
Cuando el crucero tuvo que realizar ejercicios de combate en altamar y, al no haber abastecimiento en el buque, los superiores le ofrecieron a Heriberto, como conocedor del oficio, la concesión de la cantina como agente civil contratado pues su baja como conscripto era inminente, propuesta que aceptó gustoso. Meses después incorporó como ayudante a su hermano Leopoldo, que había concluido su servicio a la Patria en el Ejército.
Producida la recuperación de las Islas Malvinas, y finalizada la puesta a punto del buque en Puerto Belgrano, el comandante Héctor Bonzo les comunicó a los hermanos Ávila que debían abandonar el barco porque se marchaba a la guerra y que por su condición de civiles no estaban obligados a permanecer a bordo. La respuesta fue inmediata: "Negativo señor, nosotros somos parte del Crucero y vamos con la gente del Crucero hasta las últimas consecuencias".
Ambos fallecieron durante su hundimiento. Son los únicos civiles que murieron durante la guerra.
-Néstor David Córdoba: oriundo de Bandera, departamento Figueroa. Soldado Conscripto Clase 1962. Falleció durante el hundimiento del Crucero General Belgrano. Tenía 19 años.
-Alberto Edmundo Gómez: oriundo de la ciudad Capital. Suboficial Segundo. Falleció durante el hundimiento del Crucero General Belgrano. Tenía 36 años.
-Omar Hilario Gorosito: oriundo de Sumampa. Cabo Segundo. Le había prometido a su novia casarse en su próxima visita. Falleció durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, el 2 de mayo de 1982. Tenía 21 años.
- Julio Martín Mendoza: oriundo de la ciudad Capital. Realizó sus estudios primarios en la escuela Nicolás Avellaneda y el secundario en el Colegio del Centenario. Posteriormente, llevado por su vocación de servicio, ingresó a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se recibió de Mecánico de Armas. Al ascender a cabo 2° fue trasladado al ARA Crucero General Manuel Belgrano. Desde entonces el barco fue su hogar. Allí vivió y allí pasó a la inmortalidad. Tenía 21 años.
-Eduardo Tomás Silva: oriundo de Río Viejo, departamento Quebracho, donde pasó toda su infancia y adolescencia. Fue criado por sus abuelos. A los 17 años se mudó a Pergamino, provincia de Buenos Aires. Soñaba convertirse en boxeador. Fue incorporado como conscripto a la Armada Argentina en la Base Naval Puerto Belgrano. Una vez finalizado el periodo de instrucción, fue destinado al crucero ARA General Belgrano. Falleció durante el hundimiento, el 2 de mayo de 1982. Tenía 19 años.

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