Sentir celos es natural, pero se vuelven patológicos, cuando una de las personas se encuentra pensado la mayoría del tiempo de su día, en las posibles situaciones en las que puede llegar a “perder” a su pareja. Un análisis profesional sobre uno de los ingredientes presentes en la mayoría de las parejas.
“Cuando se ama a alguien o se forma una pareja”, explica Emily Azar, licenciada en Psicología (MP 506) y agrega, “se representa bajo los mismos paradigmas, pensamientos, contexto…una manera de transitar. Esa persona con la cual se está, se necesita que determinado tiempo estuviera con uno. Pero, en algún momento surge la idea de perder a esa persona, lo que puede resultar muy duro e inesperado y genera miedo o temor. Temiendo que se vaya con otra persona o que nos está engañando, se acrecienta la manera persistente de su comportamiento controlador, e incluso violento, hacia la otra persona ´amada´. Con tratamiento indicado, psicológico y psiquiátrico, estas conductas pueden tratarse para lograr una mejor calidad de vida”.
De esta manera, que parece sencilla, pero lleva años de estudio por su complejidad, resume la especialista sobre los celos compulsivos. En diálogo con LA COLUMNA sostiene que “los celos son un sentimiento normal, pero negativos. Representa un consumo de energía para poder -de alguna manera- tener en cuenta que tan segura está que la otra persona ´le pertenece´”. A continuación, aborda lo que realmente conlleva tener y pasar por una situación así.
-¿Qué significa en términos psicológicos ser “celoso compulsivo” en una relación de pareja?
Sentir celos es natural. Es algo común, pero es negativo. Es un sentimiento dentro de lo esperable respecto de una relación, aunque negativo.
Los celos se vuelven patológicos, llamado también “celoso compulsivo”, cuando una de las personas se encuentra pensado la mayoría del tiempo de su día, en las posibles situaciones en las que puede llegar a “perder” a su pareja.
Cuando suceden los celos con la pareja, estamos hablando de considerar a la pareja como propia. Se transforma en una situación de posesividad.
-¿Cuáles son sus características comunes observables y aquellas que en lo cotidiano se realizan de manera “camuflada"?
Los celos normales serían cuando una persona no se inmiscuye en la intimidad del otro, en la libertad.
Cuando una persona quiere que la otra persona se sienta bien, la cuida, pero desde un lugar donde no se viola su libertad.
No es lo mismo que el “celoso detective”, que es el que está averiguando a todo momento que cosas hace la otra pareja, busca pistas, y demás.
Debemos tener en cuenta que hay una línea muy fina respecto a las excusas de los celos patológicos, que es la de la protección o el “me importas”. Tiene que ver con una sensación de inseguridad de esa persona, que con el afán de asegurarse que tiene al otro, que no lo/la va a dejar, y con las comparaciones negativas que se hace de los demás, la persona intenta por todos los medios saber qué hace dónde está, etc.
-¿Se trata de una enfermedad sin tratamiento concreto?
Cuando los celos se vuelven intensos, es decir que la persona realiza muchas conductas para asegurarse que su pareja le “pertenece”, es una enfermedad, y se llama celotipia.
La celotipia es un padecimiento, desde el momento que se tiene esclavizada a la otra persona. Tiene tratamiento psicológico y también psiquiátrico.
-Aquella persona diagnosticada como “celoso compulsivo", ¿Qué síntomas o signos presenta?
El celoso tiene vergüenza muchas veces de sentir celos.
Diagnosticamos que se trata de celotipia en relación a la cantidad de tiempo que la persona pasa pensando en la posibilidad que le sean infiel. Revisa teléfonos, a veces se presenta en los lugares de trabajo sin avisar, genera bromas para ver si de alguna manera la otra persona miente.
En la celotipia se nota que la persona es celosa cuando trata que la otra persona no tenga contacto con otro. Le reduce el espacio de interacción al otro, entonces esta persona que es cuestionada empieza a reducir también su espacio para que la pareja no tenga celos. Pero sucede lo contrario, aumentan los celos. Hay que tener en cuenta que cuando la persona se comienza a sentir ahogada, quiere salir.
-¿Son una excusa para justificar la violencia sobre el género?
Repito que los celos son naturales, se puede ver incluso cuando nacen los hermanitos, pero la celotipia es distinta. Es una patología.
Cuando hablamos que los “celos matan”, hay que tener en cuenta que la persona que es celosa se encuentra presa de los sentir celos, de esos pensamientos.
A veces la persona que es celada, termina siendo agredida, violentada, y muchas veces ha cometido homicidio.
Siempre hablamos de la celotipia en relación a la persona que es celosa. Pero, ¿qué pasa con la persona que es celada?. Generalmente también se produce un agotamiento, porque los celos en la celotipia, son injustificados, la persona no comprende o trata de entender qué es lo que los produce.
Tratar de demostrar que no es infiel es un esfuerzo que termina en cuadros depresivos, porqué hay una frustración en la construcción del amor en pareja.
Si mi pareja es celosa, no debo reforzar. Esto quiere decir que, si justifico que no soy infiel, no me gusta nadie, que no estoy engañando, lo que hago es aumentar las conductas de corroboración de los celos que va a tener la pareja.
-¿El tratamiento psicológico en qué consiste?
El abordaje que se hace es trabajar con la seguridad personal, la importancia de las relaciones sanas, el control de los impulsos, manejo de los pensamientos. Se tiene en cuenta el “síndrome de Otelo”, que aborda el temor a la infidelidad.
-¿Cuánto influye el contexto sociocultural?
Respecto al contexto sociocultural, hay que tener en cuenta que es amenazante –los celos se tratan de la percepción de una amenaza-, se construyen socialmente.
No será lo mismo un contexto laboral donde solo trabajan varones o mujeres. Dependerá de las conductas que les sean apropiadas para una pareja y cuáles no, por ejemplo, ¿qué es la amistad? o ¿existe la amistad entre distintos sexos?. Todo influye.
La celotipia afecta tanto a varones cómo a mujeres.