La obra cumbre del dramaturgo argentino Carlos Gorostiza, se pondrá en escena bajo la dirección del director Fabián Ávalos e interpretada por el grupo independiente de teatro con diez años de trayectoria, “Del Estero Teatro”.

Con su estreno el año pasado para esta misma fecha y que producto de la pandemia tuvo que ser suspendida, la obra subirá pide escenario y nuevamente subirá a escena durante próximos dos meses en sala de Teatro Adatise. Con guión adaptado, la obra escrita en los años 90, representa fielmente a una realidad social propia de nuestros días, a pesar de haber sido escrita hace casi 26 años atrás, cuenta en los personajes de Máximo, Pancho, Nena y Clemen, la sociedad en que se vive.

Con recursos tomados del teatro del absurdo, refleja la poca importancia que se le da a la vida del otro. El elenco lo integran María Marta Batalla, Gustavo Jaibar, Pamela Veiga y José Giménez. La asistencia en dirección está a cargo de Franco Giménez, y la dirección y puesta en escena de Fabián Ávalos. Una bisagra para el teatro, con una obra de gran nivel adaptada a la idiosincrasia santiagueña.

La Trama
Los cuatro hermanos, dos varones y dos mujeres, pasan sus tardes en el patio de atrás de una típica casa de barrio en el Buenos Aires de los 90. Uno de ellos está en silla de ruedas. Si bien conversan entre sí, están en realidad sumergidos en sus propios mundos. A lo largo de sus conversaciones (que solo en apariencia son intrascendentes), se va revelando la naturaleza de las relaciones entre ellos, y el juego de alianzas y enemistades que —de hecho— aparecen en cualquier familia contemporánea.

De a poco va apareciendo, casi como en el proceso de revelado de una foto, un pasado familiar por momentos oscuro y hasta inquietante. La oscura ausencia del padre; la muerte de la madre durante el parto de Tomasito, el menor de los cinco hermanos y emigrado a Estados Unidos hace muchos años; el odio visceral que hacia él siente Máximo, el mayor de los hermanos quien, desde su silla de ruedas, lo culpa de la muerte de su madre, y la eterna (y diariamente desmentida) esperanza de Nena en el retorno de Tomasito a casa, son elementos que se recortan contra el fondo de un tiempo que fluye lacónico, por momentos extraño, como si se deformara, marcado rítmicamente cada 15 minutos por las campanadas de una iglesia cercana.

“El patio de atrás” es una obra que nos interroga no sólo sobre las virtudes y miserias humanas sino, además, sobre los costados más luminosos y más oscuros que aparecen en las relaciones familiares en la Argentina contemporánea. Y cala más hondo ahora en este contexto de pandemia.

Cabe destacar que Carlos Gorostiza es autor de varias obras fundamentales del teatro argentino. En 1949, con solo 29 años, conmovió a la escena porteña con “El puente”, que inauguró una nueva época del teatro argentino.

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