Devin Haney y Ryan García hicieron realidad una de las peleas más esperadas del 2024. El Barclays Center de New York fue el escenario del combate donde King superó por decisión mayoritaria (114-110, 115-109, 112-112) a The Dream, pero de todas formas no podrá ser el nuevo dueño de la corona de los superligeros del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) que estaba en manos de su rival, ya que el retador superó las 140 libras de la categoría en el pesaje.

El peleador estadounidense y de padres mexicanos acusó 143,2 libras en la báscula y ambos equipos decidieron que se lleve a cabo el combate igualmente, pero sin título en disputa.

Tan pronto sonó la campana, García dejó claras sus intenciones: llevarse el triunfo, y con ello empezó a imponer condiciones oponente con un impulso implacable. Fue en esos momentos iniciales que el púgil desató un potente gancho de izquierda que hizo que Haney retrocediera tambaleándose contra las cuerdas. Sin embargo, el hasta esos momentos campeón, demostró de qué estaba hecho, y con un gran juegos de pies y certeros jabs fue cesando el ritmo de su rival y comenzando a dominar el el centro del cuadrilátero hasta el quinto round inclusive.

No obstante, en el asalto venidero King Ryan salió de su esquina con un nuevo vigor, e inmediatamente conectó una tremenda mano derecha que resonó por toda la arena. De hecho, en el séptimo la pelea brindó un giro dramático cuando García soltó un feroz gancho que mandó a la lona a The Dream. El calor del momento provocó que Ryan conectara un puño cuando el árbitro se encontraba separando un clinch, y allí tuvo una deducción de puntos emitida sin previo aviso, lo que generó controversia y añadió tensión a una atmósfera ya cargada.

Desde allí, García se mantuvo firme, lideró muchas de las tarjetas de puntuación, y hasta logró volver a mandar al suelo en dos ocasiones más a Haney, quien concluyó los últimos asaltos con el rostro muy malherido. En los últimos segundos del combate se lo pudo ver al ganador bailando alrededor del ring, sacando la lengua y concretando algunas más de sus cuantas morisquetas que entretuvieron y enfurecieron a los allí presentes por igual.