La Policía santiagueña detectó y sacó de circulación un automóvil que operaba como transporte de pasajeros ilegal y al que se podía contratar mediante el uso de una aplicación móvil descargada en el teléfono. El procedimiento fue el resultado de una investigación que puso el acento en la falta de habilitación y no autorización para funcionar con la modalidad.

De acuerdo con la información que surge de las actuaciones, los efectivos de la Dirección General de Investigaciones trabajaban en torno a una causa por defraudación agravada por fraude, delito contemplado en el artículo 174, inciso 5 del Código Penal Argentino con participación del fiscal Sebastián Robles.

Precisamente, los investigadores tenían conocimiento de la existencia de una aplicación móvil “Ausapp”, mediante la cual se podía solicitar un viaje en automóvil, modalidad similar a la que usa la plataforma Uber, para conectar un conductor con un potencial usuario.

Las tareas de seguimiento de la aplicación terminaron por dar la información que se necesitaba. En la misma se pudo observar el alta a un automóvil Renault Logan, el cual se encontraba en circulación y ubicado geográficamente en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de la Capital.

Fue entonces cuando el rodado detuvo su marcha y un hombre subió en el asiento trasero. Al instante, la aplicación informó que el vehículo estaba ocupado. Las sospechas cerraban. El automóvil funcionaba como un transporte de pasajeros, servicio que se contrataba mediante una modalidad que no está habilitada en nuestra provincia.

De inmediato, los agentes del orden pasaron a la acción e interceptaron en la esquina de Avenida Roca Norte y Chaco, al automóvil de color gris, el cual era conducido por un hombre de 44 años y con residencia en el barrio Santa Rosa de Lima y en la parte trasera viajaba el pasajero de 35, quien al ser consultado, habría corroborado las sospechas policiales al decir que solicitó el servicio mediante la aplicación “Ausapp”.

Cuando la fiscalía de turno tomó conocimiento del caso, ordenó que se diera participación a la Dirección de Tránsito Municipal, por lo que luego de identificar correctamente al conductor y pasajero y tomarse las declaraciones testimoniales de rigor, se labraron las actas de infracción por falta de seguro y cédula azul.

Además, se pudo constatar que el conductor no contaba con la documentación habilitante para explotar el servicio y tampoco el pago de los impuestos municipales para el uso de la calzada, procediéndose al secuestro del automóvil.

Por su parte, el fiscal Robles, también le encargó a la Dirección General de Investigaciones la continuidad de las averiguaciones del caso para dar con el responsable o administradores de la aplicación en nuestra provincia, ya que funciona como un servicio de transporte ilegal, vulnerando todas las normativas vigentes.

Así también, la ubicación y secuestro de otros automóviles que pudieran trabajar con la misma modalidad porque no hay una habilitación ni autorización para funcionar como tal por parte de los organismos estatales, trabajo que se lleva delante de manera coordinada con la Dirección General de Seguridad Vial y Tránsito Municipal.

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