Los incendios no dieron tregua en la localidad de Alpa Corral, ubicada a 70 kilómetros de Río Cuarto, Córdoba, donde durante las últimas semanas las llamas arrasaron con toda la vegetación a su paso. La lluvia ayudó a apagar los focos activos pero la ciudad ya sufre las consecuencias de las cenizas.

El paisaje en el río de Alpa Corral amaneció gris con un manto de cenizas cubriendo el caudal del agua y amontonándose en un pequeño dique ubicado a la altura del balneario.

«La lluvia arrastró hasta el río cenizas de los incendios, ensuciando el agua y provocándole por lo tanto una considerable turbidez por sólidas partículas en suspensión», informaron desde la Municipalidad en un comunicado.

Como principal medida, informaron que se apagaron las bombas de extracción e impulsión de agua con el fin de evitar que esos sedimentos provoquen daños en los equipos, tapen cañerías o ensucien los tanques. Además, aclararon que se realizarán una serie de estudios para analizar la calidad del agua y determinar si es apta para su consumo.

Por ese motivo, pidieron a los vecinos «que moderen el consumo de agua» potable debido a que el suministro «permanecerá interrumpido» hasta tanto no se normalice la situación.

«El agua está totalmente negra. Arrastra toda la ceniza, y no sólo ponemos en riesgo bombas, sino que puede llegar basura a los tanques de agua y esto traer problemas a los vecinos”, expresó la intendenta María Nélida Ortiz al portal local Puntual.

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