Cuando en julio pasado se produjo el golpe de Estado en Níger se activó una inexorable cuenta regresiva. La junta militar que rige ahora los destinos del convulsionado país de África plantó bandera y dejó las cosas en claro, sobre todo marcando su inocultable enfrentamiento con el gobierno de Francia.

Fue por ésto mismo que, a partir de ese momento, el embajador francés en Niamey, Sylvain Itté, fue declarado como «persona non grata», dando inicio a un período todavía mucho más convuslsionado y violento para las relaciones de ambos países.

Fuentes militares, que derrocaron oportunamente al presidente Mohamed Bazoum, han informado oficialmente que Itté abandonó el país en un avión privado junto al personal diplomático y administrativo de la Embajada, sin dar más detalles.

Previamente a estas circunstancias, había sido el presidente francés, Emmanuel Macron, quien informó sobre la salida «ordenada» de militares de su país de la convuslionada nación africana.

Comparte esta noticia