En uno de los partidos más esperados de la Fecha 18 de la Liga Profesional, Vélez le asestó un duro golpe a Boca Juniors: lo derrotó 2-0, con goles de Federico Mancuello y Cristian Tarragona. Además, lo alejó de la pelea por el título (si River gana este lunes le sacará 12 puntos de ventaja) y a la vez lo superó por una unidad en la tabla de posiciones.

Las buenas intenciones de ambos lados no se tradujeron en situaciones de riesgo en el primer tiempo. el local, con una presión que demandó un enorme esfuerzo físico, asfixió a los dirigidos por Battaglia en la salida, obligándolos a un control sin riesgo en el fondo, o a jugar en largo, a partir de la pegada de Almendra. Boca, por su parte, casi no ofreció grietas entre líneas y mantuvo con rienda corta a Thiago Almada, por lo que sólo sufrió inquietud con alguna pelota cruzada.

En el medio, el Xeneize perdió al Chelo Weigandt, una de sus principales cartas ofensivas a pesar de ser lateral, porque se sacó el hombro (en su lugar entró el juvenil Eros Mancuso).

Hasta que a los 38 minutos, uno de los futbolistas más lúcidos del partido (por entendimiento del juego), Federico Mancuello, recibió solo en el vértice izquierdo del área, y sacó un zurdazo cruzado, inatajable, que hubiera sigo gol igual incluso si no hubiese rozado en un adversario: 1-0.

El Xeneize se mostró más impetuoso en el segundo tiempo, una postura que coincidió con un Vélez que por momentos le cedió el balón con el anhelo de correr. A los 5 minutos, un cabezazo desviado de Vázquez representó la primera llegada del equipo en el partido. Al mismo tiempo, el DT movió el banco y consiguió algo más de manejo con Molinas (por el lesionado Ramírez) y buscó potencia con Briasco por Pavón.

Pero la tenencia auriazul muchas veces fue inofensiva. O hasta tres cuartos de campo, sin punch, finalizando, en el mejor de los casos, en centros resueltos fácilmente por la defensa anfitriona. En el medio, Janson, de cabeza, pudo ampliar el score, tras centro de Mancuello, la figura. Y el juez no sancionó un penal de Marcos Rojo al ingresado Luca Orellano por un manotazo en la cara en el epílogo de una vertiginosa corrida de campo a campo. Además, era la segunda amarilla para Rojo, por lo que debió marcharse expulsado.

A los 44, el Fortín logró plasmar su superioridad: en una contra veloz, Tarragona definió al primer palo (floja resistencia de Rossi) y rubricó el 2-0.

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