El 30 de diciembre será el último programa de El Diario de Mariana en la pantalla de El Trece, pero el equipo se despedirá unos días antes ya que la última salida en vivo será el 20, y luego vendrán seis emisiones grabadas. Después del enojo del staff con Mirtha Legrand por haber contado al aire que el ciclo no iba a continuar en 2020, todos comienzan a mirar los proyectos para el año que viene. En ese sentido, mientras Mariana Fabbiani ya tiene cerrada la conducción de un programa de entretenimientos en la emisora que comanda Adrián SuarMarina Calabró es la figura más buscada por varios canales que comienzan a pensarla en algún proyecto de la grilla que se viene. «Por ahora tengo el pase libre«, dice la periodista en un mano a mano con Exitoína.

«La sensación es ambivalente porque cuando se termina un proyecto hay incertidumbre por lo que vendrá, más que nada por cómo está el medio, la televisión en general y el país. Te ataca la paranoia de si te llamará alguien. ‘¿tendré laburo?’. Saber si llegará un proyecto gratificante en el que tenga ganas de estar. Te ataca todo eso», explica en relación a la cercanía del final del programa que le dejó un saldo más que positivo: la experiencia de trabajar en un nuevo canal tras muchos años en América, la posibilidad de hacer un magazine, y el premio Martín Fierro por la labor compartida entre DDM Intrusos.

«Fue una experiencia con un gran aprendizaje. Es la primea vez que hice temas policiales en televisión. Hicimos temas sociales, de economía, salud,… Fue mi primer magazine en la tele abierta. Me han tocado compañeros excepcionales, antes y ahora. Me llevo muchos amigos. Pasó mucha gente y desde lo humano fue una experiencia maravillosos con cada uno de ellos«, relata y agrega: «Nunca había trabajado con una conductora mujer, a excepción de Moría Casán (cuando reemplazó a Jorge Rial en el programa de espectáculos), que está afuera de todos los cánones, está más allá de los géneros, es una celebridad. Fue algo muy enriquecedor, aprendí un montón de Mariana. Es perfeccionista, detallista, estudiosa, además de tener un buen trato. Es súper estricta, sobre todo con ella misma, pero al mismo tiempo relajada . No tiene arrebatos ni una mirada inquisidora. Fue muy fácil y lindo trabajar con ella. Es un balance muy positivo».

 
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