El juicio político de censura al presidente de Ecuador, el derechista Guillermo Lasso, comenzará este martes su fase final en el pleno de la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, que decidirá si el mandatario continúa en su cargo.

La moción de juicio político fue presentada por representantes de la bancada opositora que responde al ex presidente Rafael Correa, argumentando que pretendían “enjuiciar políticamente al presidente de la República, Guillermo Lasso por la infracción constitucional de peculado (Malversación de fondos públicos)”.

La intención de la oposición es que la Asamblea Nacional (que en Ecuador es unicameral), vote la censura y en consecuencia la destitución del neoliberal Guillermo Lasso. Para eso deberá conseguir 92 votos del total de los 137 legisladores. La semana pasada la oposición había reunido 88 votos para aprobar el juicio.

La primera de las dos jornadas del juicio político en el pleno legislativo se iniciará a las 10 de la mañana hora local (las 12 en Argentina), a la que fueron convocados todos los integrantes del órgano legislativo ecuatoriano. Desde las autoridades de la Asamblea Nacional confirmaron que según la ley, en una primera sesión habrá una intervención del presidente y de los interpelantes además de la réplica y el debate. «Se suspende la sesión por cinco días y luego va la votación», apuntó la misma fuente.

La acusación contra Lasso es por haber permitido que se mantenga un contrato millonario entre la empresa estatal de transporte de petróleo, Flopec, y la empresa offshore Amazonas Tanker Pool. La continuidad de ese contrato había provocado un perjuicio al Estado ecuatoriano estimado en 6,1 millones de dólares, según la Contraloría General del Estado. La defensa del mandatario sostiene que los contratos fueron firmados bajo la administración del expresidente Lenín Moreno y que supuestamente en el mandato actual, de Lasso, se pidió una revisión a la Contraloría para renovarlos bajo las condiciones y observaciones realizadas por ese organismo.

El juicio político se da en un momento de gran debilidad del presidente Lasso en sus casi dos años de mandato, luego de sufrir una dura derrota en la cita electoral del 5 de febrero, donde el Gobierno perdió el referéndum planteado para aplicar reformas a la Constitución y, al mismo tiempo, la oposición referenciada en el expresidente Rafael Correa fue el gran triunfador de las elecciones locales.

La presidencia de Lasso quedó marcada por las protestas del año pasado Ecuador contra las medidas económicas del gobierno, donde el movimiento indigenista, trabajadores y jóvenes protagonizaron largas jornadas de movilizaciones soportando diariamente fuertes represiones ordenadas por el Ejecutivo.

Las movilizaciones pusieron contra las cuerdas a Lasso, pero la Confederación de Nacionalidades Indígenas -que dirige Leónidas Iza-, junto a los dirigentes de otros movimientos indígenas, acordaron con representantes del Gobierno y el rol mediador del Episcopado, un «Acta por la Paz», que le dio óxigeno. Esto sumado a que las direcciones de los sindicatos de trabajadores se negaron a participar fuertemente y a unificar la lucha con la de los pueblos originarios.

Desde ese momento el correísmo buscó salidas institucionales para que no fueran las movilizaciones las que acabaran con el Gobierno de Lasso, que tenía un fuerte desprestigio. El juicio político se da en este contexto, con la bancada UNES -que responde a Rafael Correa- buscando desviar el proceso de movilizaciones que en las calles exigía medidas económicas a favor de las mayorías populares, limitándolas al marco institucional./LaIzquierdaDiario

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