El plan postpandemia contempla una batería de medidas, entre ellas, el descongelamiento de los servicios públicos a partir de 2021. Pero esta vez los incrementos por el consumo de gas y luz que tanto castigaron a las familias y a las empresas entre 2016 y principios de 2019 no serán iguales para todos. La Secretaría de Energía retomó la idea de la «sintonía fina» y en esa línea ya trabaja en un esquema de actualización de precios estratificado.

En Energía hablan de una «reestructuración tarifaria». Ocurre que el objetivo del titular de la cartera, Darío Martínez, es comunicar una suba segmentada, donde el Estado aporte más o menos subsidios según la realidad económica de los hogares.

Esto es, habrá una parte importante de la población que no deberá pagar el aumento de luz y gas, ya que esa suba la absorbería el Estado con subsidios y también las empresas. Según supo minutouno.com, el Gobierno pretende que el 40% de la población argentina que vive en situación de pobreza – último dato del Indec- no tenga que hacerse cargo al menos durante 2021 de los ajustes en las boletas, en medio de la recesión en la que está sumida la Argentina desde hace 3 años y agravada por la pandemia de coronavirus, que incrementó el desempleo y la pérdida de ingresos.

«Vamos hacia un esquema donde trataremos de hacer más eficiente el subsidio. Y la pandemia nos ha dejado herramientas para identificar de una manera más precisa la situación económica de cada uno. Ir a encontrar a esa persona que la está pasando muy mal y ahí ir a asistir con el subsidio. Porque de nada nos serviría intentar cobrar una tarifa a alguien que no la puede pagar. Por eso el IFE, las herramientas de Desarrollo Social, de ANSES y toda la información que tiene el Gobierno nos va a permitir hacer mucho más eficiente el subsidio», sostuvo semanas atrás Martínez en diálogo con ámbito.com.

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