El desayuno es la primera comida del día, y la que le proporciona al cuerpo la energía necesaria para enfrentar las actividades diarias. Según un experto en enfermedades neurodegenerativas, la rutina matutina ideal debe ser personalizada para adaptarse a las necesidades únicas de cada individuo.

El contenido del desayuno es de suma importancia, ya que suministra la energía requerida para el día. Por lo tanto, saltarse esta comida no es una opción recomendada, y se debe priorizar su completa nutrición. El investigador en neurociencia y experto en enfermedades neurodegenerativas, Dale Bredesen, afirma que lo fundamental para optimizar la energía es que la rutina matutina se ajuste al ritmo circadiano de cada persona.
“Existe una manera de mejorar la función cognitiva a primera hora de la mañana según los hábitos naturales y lo que se incluya en el desayuno”, señaló el experto.

En primer lugar, Bredesen sugiere determinar el cronotipo de sueño, es decir, si una persona es una «matutina» o «nocturna». Según esta clasificación, se diseñará una rutina matutina que ayude a promover la salud cerebral.

La Fundación del Sueño de Estados Unidos define el cronotipo como la inclinación natural del cuerpo para dormir y despertar en momentos específicos del día. Bredesen propone estrategias para optimizar tres segmentos clave de la rutina matutina: alimentación, como el punto principal, relajación y ejercicio.

En este punto, y sobre la base de la rutina del doctor Bredesen, quien como se dijo es propenso a ser más productivo y concentrado durante la noche, esto significa que su ritmo circadiano comienza más tarde que el cronotipo de una persona «matutina».

Debido a esto, según el sitio Well+Good, él se centra primero en la relajación, para luego hacer ejercicio y por último alimentar su cuerpo con alimentos para reponer su energía. Así, sus tres pasos son:

1. Relajación: Bredesen sugiere actividades como yoga, meditación o la técnica de la «respiración cuadrada», que implica inhalar y exhalar contando hasta cuatro. Este enfoque busca regular la variabilidad de la frecuencia cardíaca para mejorar la salud cerebral.

2. Ejercicio: el especialista enfatiza la importancia de aumentar el flujo sanguíneo cerebral a través del ejercicio para optimizar la cognición. Recomienda un estiramiento seguido de una caminata ligera o trote para elevar la frecuencia cardíaca de manera gradual.

3. Alimentación: son primordiales los alimentos antiinflamatorios de origen vegetal, bajos en azúcar y carbohidratos refinados, así como bajos en grasas saturadas y con una cantidad adecuada de proteínas. Su desayuno ideal incluye los siguientes ingredientes:

Huevos.
Verduras.
Alimentos fermentados.
Palta o aguacate.
Aceite de oliva virgen extra.
Para veganos, sugiere un revuelto de tofu y una pieza de fruta.
Finalmente, el experto en neurociencia instó a todos a ser conscientes de la salud cognitiva en todas las etapas de la vida. Y destacó que “incluso modificaciones menores en la rutina matutina diaria pueden ayudar a marcar una gran diferencia en la salud el futuro”.

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