27 de noviembre, 2025
Nota de Portada

Las causas por presunto lavado de dinero que involucran al financista Maximiliano Vallejo, principal patrocinador del fútbol argentino, golpean directamente en el corazón del poder de Claudio “Chiqui” Tapia. Una trama de préstamos millonarios, criptomonedas, casas de cambio y clubes en crisis que ahora ponen al presidente de la AFA bajo una presión sin precedentes.

Cuando Claudio “Chiqui” Tapia llegó a la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino en 2017, pocos imaginaban que lograría consolidar un poder tan sólido, tan transversal y tan visible. Nacido futbolísticamente en el ascenso y formado en el universo de Barracas Central, el club que lo moldeó y donde construyó su plataforma política, Tapia supo ocupar un vacío de liderazgo en una AFA fracturada tras los últimos años de Julio Grondona, los escándalos del Fútbol Para Todos y la intervención de la Comisión Normalizadora.

En ese escenario, con los dirigentes divididos y la estructura institucional debilitada, Tapia ascendió con una habilidad pragmática: tejió alianzas, contuvo intereses, articuló con el poder político y garantizó estabilidad. Era, para muchos clubes, el dirigente que ofrecía algo simple pero escaso: previsibilidad.

Su mayor escudo político se construyó en la Selección. Bajo su gestión, y tras una etapa inicial turbulenta, Tapia apostó fuerte: eligió a Lionel Scaloni cuando casi nadie lo veía como un candidato posible y sostuvo ese proyecto pese a las críticas mediáticas, el escepticismo dirigencial y las presiones por contratar un “nombre pesado”.

El tiempo le dio la razón de forma contundente y los resultados lo respaldan de manera categórica: Campeón de América 2021, Campeón de la Finalissima 2022

Campeón del Mundo 2022 en Qatar, Campeón de América 2024.

Cuatro títulos que no solo reubicaron a la Argentina en la elite, sino que reforzaron el poder de Tapia hasta niveles inéditos. Con la foto eterna alzando la Copa del Mundo junto a Messi, el presidente de la AFA parecía blindado de cualquier cuestionamiento. Su figura se convirtió en un símbolo de gestión exitosa, incluso para sectores habitualmente críticos.

 

DECISIONES CUESTIONADAS

Aun así, su prestigio empezó a mostrar fisuras. Primero, por decisiones políticas dentro del fútbol local que generaron desconfianza; después, por episodios que expusieron fallas en la conducción; y, más recientemente, por manejos deportivos que llevaron a cuestionar no solo la AFA, sino la legitimidad de sus torneos.

El caso más reciente fue la polémica decisión de coronar como campeones de la Liga Profesional a Rosario Central, cuando el campeonato aún se está jugando. Fue una resolución acelerada, confusa y con criterios cuestionados, que dejó la sensación de un fallo improvisado, sin fundamentos sólidos y, para muchos. con intereses extradeportivos alrededor. Fue un error que dañó la credibilidad de la AFA en plena temporada, y que amplificó críticas ya existentes sobre la conducción del fútbol doméstico. Un yerro que quedó evidenciado en la postura de Estudiantes de La Plata, cuyos jugadores le hicieron un pasillo de espaldas, al inicio del duelo de octavos de final del Torneo Clausura.

A esto se sumó otro episodio que expuso a Tapia internacionalmente: la organización de amistosos de la Selección contra rivales de tercera categoría, en destinos desconocidos o sin historia futbolística. Si bien defendió estas decisiones como parte de una estrategia comercial para expandir la “marca Argentina”, la opinión pública las percibió como un retroceso: un campeón del mundo enfrentando equipos amateurs, casi ignotos, en partidos sin valor deportivo.

El contraste fue contundente. La Selección más gloriosa de la historia enfrentándose a rivales impropios de su jerarquía. El público lo vivió como una degradación del símbolo: un campeón del mundo reducido a un producto comercial. Ese malestar, sumado a la falta de explicaciones claras, debilitó aún más la imagen del presidente de la AFA.

 

EL REY

Durante años, Tapia logró manejar el fútbol argentino con la soltura de un dirigente que se sentía invencible. El apodo de “rey” no es exagerado, pues concentra decisiones, disciplina a dirigencias enteras, maneja arbitrajes, ordena calendarios, negocia contratos y opera políticamente, tanto dentro como fuera de la AFA.

Pero las grietas comenzaron a hacerse visibles, a través de polémicas deportivas mal resueltas, decisiones organizativas sin transparencia, giras internacionales cuestionadas y críticas internas de clubes que antes lo respaldaban. A ello se suma un clima creciente de sospecha en torno a ciertos vínculos y negocios del fútbol.

El desgaste no es inmediato, pero es evidente. El “rey” conserva el trono, pero ya no gobierna con la comodidad de antes: los errores se acumulan, los cuestionamientos crecen y la imagen pública, que parecía inquebrantable, empieza a difuminarse.

Durante años, “Chiqui” Tapia logró consolidar una imagen de poder absoluto dentro del fútbol argentino, convirtiéndose en el dirigente más influyente del deporte más popular del país. A través de la AFA tejió una red de alianzas que le permitió dominar la escena política, deportiva y económica como ningún otro dirigente desde los tiempos de Julio Grondona.

EL FINANCISTA

Sin embargo, ese reinado, que parecía indestructible, comenzó a mostrar fisuras. Así, además de las polémicas deportivas surgidas a su alrededor y las acusaciones de favoritismo hacia el club que lo viera nacer, Barracas Central, en los últimos días su nombre está nuevamente en el centro de la escena. Esta vez, relacionado con un financista, acusado de lavado de dinero y envuelto en una trama de préstamos millonarios, criptomonedas, casas de cambio y clubes en crisis que ahora ponen al presidente de la AFA bajo una presión sin precedentes.

Ese financista es Maximiliano Ariel Vallejo, dueño del grupo Sur Finanzas, figura ascendente del negocio del crédito informal y, sobre todo, hombre de extrema cercanía a Tapia.

Tal como revelaron La Nación y Clarín en investigaciones paralelas, Vallejo está hoy bajo la lupa de la Justicia por presunto lavado de dinero, operaciones financieras sospechosas y presuntas maniobras de blanqueo vinculadas a diversas causas federales.

Pero lo que más retumba en el mundo del fútbol es la pregunta de fondo: ¿Cuánto sabía Tapia de las actividades del financista al que impulsó como sponsor privilegiado del fútbol argentino?

 

“LA BILLETERA DEL FÚTBOL”

Chiqui Tapia no sólo conduce la AFA. También tiene influencia directa sobre la Liga Profesional, la Selección argentina y su estructura, la designación de árbitros y dirigentes clave, los contratos publicitarios, la economía de los clubes y la intermediación política con gobernadores, intendentes y empresas, entre otras injerencias.

Ese entramado de poder fue, durante años, uno de los pilares de su influencia. Pero también, según coinciden dirigentes del fútbol consultados por ambos medios, lo expuso a vínculos comerciales que hoy se investigan judicialmente.

Entre ellos, el más delicado es el vínculo con Vallejo, quien construyó su ascenso empresarial bajo un lema que solía repetir: “Somos la billetera del fútbol”. Y lo fue, literalmente.

Según construyó La Nación, Sur Finanzas pasó en pocos años de ser una financiera barrial de zona sur a convertirse en:

  • Sponsor principal de la Liga Profesional (2024)
  • Sponsor de la Selección Argentina
  • Auspiciante de Racing, Banfield, Barracas Central, Platense, Los Andes, Atlanta, Temperley y otros
  • Proveedor de financiamiento directo a clubes en crisis
  • Presencia comercial en torneos, camisetas, estadios y acciones de marketing

 

Ese crecimiento explosivo está ahora en el núcleo de las investigaciones judiciales, y también la relación personal entre Vallejo y Tapia, pública y exhibida por el propio empresario en sus redes sociales, quien suele fotografiarse junto al titular de la AFA y participar de actividades en el predio de Ezeiza.

Así, en paralelo a su expansión comercial, comenzaron a crecer sospechas sobre el origen de los fondos y los mecanismos con los que Sur Finanzas se convirtió en una presencia dominante en el ecosistema del fútbol argentino.

 

LA CAUSA MADRE

Una investigación de la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), detectó que una firma supuestamente vinculada al esquema financiero de Vallejo -Construcciones TAR- movió más de $6000 millones entre 2022 y 2023, sin justificación económica real.

De acuerdo con La Nación, esta firma –que no tenía empleados, bienes ni actividad comercial comprobable– recibió entre septiembre de 2022 y julio de 2023 $6.028 millones, una cifra 30 veces mayor a su facturación registrada.

Ese dinero se movió rápidamente hacia casas de cambio, clubes de fútbol, sociedades agroganaderas, droguerías y firmas recién constituidas.

Entre las casas de cambio receptoras aparecieron Concordia Inversiones y Centro de Inversiones Concordia, esta última vinculada directamente a la familia Vallejo. En 2020, según registros del Banco Central, Maximiliano Vallejo figuraba como accionista del 20%, junto a su madre, Graciela Vallejo.

La Procelac denunció la maniobra por lavado, mientras describió que las operaciones se realizaban sin respaldo, con emisores monotributistas de categorías bajas, con firmas fantasma y con triangulaciones sospechosas hacia casas de cambio investigadas.

La causa quedó en manos del fiscal Emilio Guerberoff, quien continúa recabando información bancaria para determinar el origen y destino definitivo de los fondos.

 

PRÉSTAMOS MILLONARIOS A CLUBES

El mundo del fútbol no fue únicamente un espacio publicitario para Sur Finanzas. También se convirtió en un mercado donde la financiera operaba como prestamista de emergencia. Como casos testigos basta mencionar a San Lorenzo y Banfield:

  • San Lorenzo de Almagro: más de $1900 millones y $117 millones en intereses

Según documentación obtenida por La Nación, entre septiembre de 2024 y mediados de 2025, Sur Finanzas otorgó al club azulgrana más de $1900 millones en sucesivos préstamos, con tasas nominales del 36% anual.

El club devolvió parte del dinero, pero aún mantiene una deuda superior a los $300 millones. En total, la financiera ganó más de $117 millones en intereses.

Luego del estallido del escándalo interno por la cámara oculta que involucró al presidente Marcelo Moretti, la relación con Sur Finanzas tambaleó, y la propia AFA intervino el club de facto aportando fondos directamente para pagar sueldos atrasados.

 

  • Banfield: $954 millones

Un informe del club, citado por La Nación, reveló que en octubre de 2024 Sur Finanzas reclamaba $954.275.000 al “Taladro”, uno de los clubes donde Vallejo tiene palco y fuerte presencia institucional.

 

COIMAS Y SOPREPRECIOS EN LA ANDIS

En paralelo, Sur Finanzas fue allanada por orden del juez Sebastián Casanello, en el marco de una investigación por coimas y sobreprecios en licitaciones de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). La ruta del dinero llevaba a Miguel Ángel Calvete, eje de la maniobra, y a un socio clave: Alan Pocoví, quien presuntamente lavaba fondos públicos a través de criptomonedas.

La aplicación utilizada para ese fin era “Neblockchain”, desarrollada por Sur Finanzas.

El fiscal federal Franco Picardi confirmó que parte del dinero sospechoso habría sido invertido en la plataforma cripto de la empresa de Vallejo. La financiera entregó documentación, pero insistió en que no está imputada en esta causa. Vallejo sí lo está en la causa paralela por lavado.

 

SOCIEDADES BAJO SOSPECHAS

La Procelac detectó que Vallejo figura vinculado a más de seis sociedades, entre ellas:

  • Centro de Inversiones Concordia SRL
  • Roma Inversiones SA
  • Abo Inversiones SA
  • Valle Business SA
  • Meta Barbaberto 87 SRL
  • Constructora Barbrober Avellaneda SRL

La ex AFIP catalogó tres de ellas como “apócrifas”.

El propio perfil tributario de Vallejo también llamó la atención: desde 2020 aparece declarado como autónomo categoría T3, con ingresos de hasta $25.000 mensuales, pese a que realizó más de 1500 operaciones en moneda extranjera entre 2018 y 2024.

 

PUERTA DE ENTRADA AL PODER

Para el financista Vallejo, el fútbol es más que un espacio de publicidad. Es una puerta de entrada al poder. Sus inversiones se extienden a:

  • Liga Profesional (Naming Sponsor)
  • Selección Argentina
  • Torneo de Segunda, Liga Femenina, Liga Proyección
  • Patrocinios en múltiples clubes de Primera y el Ascenso

Su presencia se replica en estadios, camisetas, premios, activaciones comerciales y hasta en logística: Sur Finanzas aportó un camión de caudales para trasladar la Copa del Torneo Clausura 2025.

Los dirigentes admiten que muchos contratos con Sur Finanzas se realizaron “por recomendación de AFA”, o sea Chiqui Tapia.

Mientras sus negocios crecían y su influencia se expandía, Vallejo fantaseaba con dar el salto a la política: soñaba con ser candidato a intendente de Lomas de Zamora. Pero la realidad lo alcanzó antes.

 

CAJA DE RESONANCIAS

Hoy, Vallejo enfrenta una causa penal por lavado, basada en operaciones multimillonarias sin respaldo, una investigación del BCRA por tenencia irregular de moneda extranjera, la aparición de su plataforma cripto en la causa de corrupción de ANDIS, el cuestionamiento público por los préstamos a múltiples clubes y sospechas sobre la estructura societaria que sostiene sus operaciones.

Su vida digital, antes repleta de fotos junto a Tapia, Messi, Milito o Moretti, hoy se limita a mensajes crípticos donde habla de “traidores”.

El caso de Sur Finanzas no es simplemente una investigación financiera. Expone un sistema de relaciones donde el fútbol funciona como caja de resonancia y vehículo comercial. Además, es posible ver que los clubes endeudados recurren a prestamistas privados bajo condiciones exigentes, para lo cual, las casas de cambio y empresas de corto recorrido aparecen como engranajes clave. Frente a este panorama resulta innegable que la cercanía con dirigentes de peso abre puertas y otorga poder.

A medida que avanzan las pesquisas de la UIF, la Procelac, la Justicia Penal Económica y el fuero Federal, el entramado que rodea a Maximiliano Ariel Vallejo parece lejos de resolverse. Por el contrario, cada nueva causa suma más piezas a un rompecabezas donde el dinero, la política y el fútbol forman un triángulo de difícil equilibrio.

 

DENUNCIA DE LA DGI

Sin dudas, la figura de Claudio “Chiqui” Tapia atraviesa su momento más delicado desde que llegó a la presidencia de la AFA.

Lo que comenzó como una investigación dispersa sobre movimientos sospechosos en financieras del Gran Buenos Aires se transformó, en las últimas horas, en una ofensiva directa del Gobierno nacional contra el hombre de negocios que más creció bajo su protección: Ariel Vallejo, dueño de Sur Finanzas y aliado íntimo del presidente del fútbol argentino.

El martes pasado, la Dirección General Impositiva (DGI) denunció penalmente a Vallejo por lavado de dinero y evasión tributaria multimillonaria, en una presentación que encendió todas las alarmas en el mundo del fútbol. La acusación, radicada en la Fiscalía Federal 2 de Lomas de Zamora, describe un sistema de transferencias por $818.000 millones operados por Sur Finanzas a través de billeteras virtuales, utilizando —según el fisco— monotributistas sin capacidad económica, emisores de facturas apócrifas y sujetos no categorizados.

Pero el impacto del caso excede ampliamente al financista. La pregunta, que avanza como un eco en los pasillos de la política y la AFA, es inevitable: ¿Qué sabía Chiqui Tapia del funcionamiento de Sur Finanzas, la empresa que él mismo habilitó como la billetera preferida del fútbol argentino?

 

EVASIÓN Y LAVADO DE ACTIVOS

Según la DGI, Sur Finanzas habría evadido $3.327.267.047,93 en impuestos sobre débitos y créditos, al no retener ni detraer los tributos correspondientes a las transferencias gestionadas en su plataforma.

Pero la parte más grave es la sospecha de lavado de activos.

El fisco detectó un flujo total de $818.000 millones, movidos por “un ejército de soldaditos”: monotributistas de categorías bajas, personas sin actividad registrada, emisores de facturas apócrifas, y empresas incluidas en la base de contribuyentes no confiables.

Detalles que impactan:

  • Un monotributista categoría D facturó $4,9 millones en 2024… pero movió $87.000 millones en billeteras de Sur Finanzas.
  • Otro, categoría A, sin bienes registrados, operó $7000 millones en cuatro meses.
  • 32 usuarios “sin capacidad económica” movilizaron más de $1000 millones cada uno.
  • 26 empresas investigadas por facturas truchas movieron más de $223.000 millones.

Todo, dentro de una financiera que creció al calor del fútbol y de la estructura de Tapia.

La DGI pidió allanamientos, embargos e intervención de la UIF, con carácter urgente.

 

EL ESTILO DE VIDA DEL FINANCISTA

La Nación adjunta un inventario revelador sobre el estilo de vida del financista.  Vallejo, su madre y sus empresas acumularon una flota de autos de lujo que incluye:

  • Ferrari California
  • Alfa Romeo Stelvio
  • Porsche Macan
  • Porsche 718 Boxster
  • BMW X2 y X4
  • y otros 12 vehículos a nombre de Sur Finanzas

La ostentación contrasta con el origen de muchos de los fondos operados, ahora sospechados de ser parte de un circuito de lavado. Y vuelve a poner a Tapia frente al espejo: ¿Cómo nadie en la AFA se preguntó de qué manera una financiera de tres empleados se convertía, en cuatro años, en un imperio con autos de lujo y vínculos en todo el fútbol?

 

DE ALIADO A RIESGO POLÍTICO

El escándalo estalló en el peor momento para Tapia, debilitado por la polémica decisión que coronó campeón a Rosario Central; criticado por los amistosos contra rivales de tercera categoría; tensionado en su vínculo con dirigentes de peso de la Liga Profesional; y observado por la Justicia y la política.

Aunque Vallejo era su operador financiero externo, hoy es un problema judicial de altísimo voltaje para el presidente de la AFA. El Gobierno, al avanzar penalmente contra el financista, coloca indirectamente a Tapia en el centro del conflicto, porque la trama de Sur Finanzas atraviesa todos los circuitos donde el ex jugador de Barracas construyó poder: clubes, sponsors, intendencias, operadores territoriales y la economía informal del fútbol.

 

LA SOMBRA DE LA AFA

Con la Selección campeona del mundo, campeón de América y faro global del deporte, muchos consideraban a Tapia casi intocable. Su foto con Messi sosteniendo la Copa del Mundo parecía blindarlo.

Pero hoy, la Justicia y la opinión pública observan con lupa sus vínculos personales, su red de alianzas, sus decisiones financieras, su influencia sobre clubes y su capacidad para intervenir en crisis institucionales.

El episodio del título otorgado a Rosario Central, rechazado por Estudiantes y cuestionado por dirigentes de todo el arco futbolístico, dañó aún más su imagen. Fue el primer error político grave en mucho tiempo.

Y ahora, las causas contra Vallejo amenazan con actuar como un espejo incómodo, pues el financista no cae solo, sino que las investigaciones por lavado de dinero pueden destapar una olla más grande. A tal punto que muchos se preguntan hasta dónde llega la sombra sobre el presidente de la AFA.

Si bien las investigaciones no acusan directamente a Tapia, tampoco hay imputaciones formales en su contra, pero sí hay preguntas inevitables, planteadas hoy en la política, el fútbol y la Justicia. ¿Cómo logró Sur Finanzas convertirse en sponsor omnipresente de la AFA? ¿Por qué tantos clubes endeudados sólo recibían “ayuda” a través de esa financiera? ¿Tapia desconocía el origen dudoso de los fondos? ¿O estos vínculos eran parte de una red más amplia de poder deportivo y económico? Son apenas algunos de los interrogantes surgidos en las últimas horas.

Lo cierto es que los expedientes avanzan, y el círculo se estrecha. Tapia, que supo escalar desde Barracas Central hasta lo más alto del fútbol mundial, enfrenta ahora el desafío más inesperado: demostrar que su poder no está al servicio de intereses privados, sino del fútbol argentino.

 

LAS PIEZAS NEGRAS AVANZAN

La Justicia deberá determinar si Vallejo es un empresario que montó un sistema de lavado de forma autónoma, o el engranaje de un mecanismo mayor que prosperó bajo el paraguas del fútbol.

Pero, para Tapia, el daño ya es político. La imagen del dirigente imbatible que gobernaba la AFA con mano firme se agrieta. La lógica del “Gran Ordenador” pierde fuerza. Y su cercanía con Sur Finanzas, con préstamos, fotos, patrocinios y favores cruzados, lo deja más expuesto que nunca.

Si la causa avanza, el tablero del fútbol argentino podría cambiar por completo.

El futuro judicial de Vallejo marcará, inevitablemente, el futuro político de Tapia. Y por primera vez en muchos años, el rey del fútbol empieza a ser jaqueado. En realidad, Tapia ya no sólo está en jaque, sino que ahora, las piezas negras empezaron a avanzar sobre su rey.

 

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