20 de noviembre, 2025
Salud

Un equipo de científicos argentinos descubrió un mecanismo por el cual las células que producen insulina pueden volverse más resistentes al daño que provoca la diabetes. El descubrimiento podría abrir el camino a terapias que retrasen la pérdida de función del páncreas y posterguen la insulinodependencia.

Un equipo de investigadores argentinos dio un paso muy importante para la lucha contra la diabetes: descubrieron una forma con la que las propias celulas que producen insulina (las llamadas celulas beta del pancreas) podrian volverse mas fuertes ante agresiones. Este hallazgo abre una puerta para terapias nuevas que podrian retrasar o prevenir el dano que causa la enfermedad.

Los cientificos, del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (IIMT), dependiente del CONICET y la Universidad Austral, vieron que una molecula inflamatoria, la interleucina-1 beta (IL-1b), que suele pensarse como mala para las celulas de insulina, puede tener un efecto distinto si se usa de forma muy moderada.

Lo que hicieron fue exponer estas celulas a dosis muy bajas y por poco tiempo de interleucina-1 beta. Sorprendentemente, bajo esas condiciones, las celulas aprenden a defenderse mejor: preparan sus mecanismos internos para resistir una agresion mayor que podrian sufrir despues. Este proceso se llama hormesis, y es algo asi como lo que te molesta un poco te hace mas fuerte.

Segun el investigador a cargo Marcelo Perone, lo que antes creiamos que siempre danaba a las celulas podria, en ciertas condiciones, protegerlas.

COMO FUE EL HALLAZGO?

La bioquimica Carolina Setula, primera autora del trabajo, detallo que se trabajo con celulas de laboratorio (celulas beta de raton) y con islotes pancreaticos de roedores, es decir, con grupos de celulas endocrinas dentro del pancreas que producen hormonas, como la insulina y el glucagon, para regular los niveles de glucosa en sangre. Esto con el fin de simular lo mas posible lo que sucede en un pancreas real.

Primero, las exponian a la celula interleucina-1 beta en baja concentracion (un entrenamiento leve). Luego, las sometian a un desafio mas fuerte: otras moleculas inflamatorias que normalmente danan a las celulas beta.

Despues, evaluaban si esas celulas entrenadas podian resistir mejor: si seguian funcionando (produciendo insulina) o si morian.

Los resultados fueron solidos: las celulas que recibieron ese entreno previo mostraron mas resistencia, y su maquinaria interna cambio para responder de forma mas adaptada al estres.

POR QUE ESTO ES TAN IMPORTANTE?

La diabetes aparece, en gran parte, cuando las celulas del pancreas que producen insulina empiezan a fallar, se debilitan o se mueren. Si esas celulas no funcionan bien, el cuerpo no puede manejar el azucar en sangre, y ahi aparecen los problemas.

Hoy, en muchisimos casos, cuando esas celulas se danan demasiado, la persona termina dependiendo de insulina externa para vivir (inyectada o con dispositivos).

Lo que lograron estos cientificos es descubrir una forma de hacer que esas celulas sean mas fuertes y mas resistentes al dano, antes de que se enfermen del todo.

Si esas celulas duran mas tiempo y funcionan mejor, la persona puede:

Retrasar la necesidad de usar insulina
Necesitar menos dosis, o incluso evitarla por mas tiempo
Mantener la funcion natural del cuerpo por mas anos
Nuevos tratamientos basados en fortalecer las celulas, no solo en reemplazar lo que ya se perdio

Este hallazgo apunta al origen del problema en la diabetes y propone una manera de cuidar y preservar las celulas que producen insulina, lo que podria mejorar la calidad de vida de millones de personas.

En sintesis, lo que se abre a partir de este descubrimiento es una nueva forma de pensar la diabetes: no solo tratar sus consecuencias, sino intervenir antes de que el dano sea irreversible.

Lo que implica:

Nueva estrategia terapeutica: hasta ahora, muchas investigaciones se enfocan en frenar la inflamacion para evitar que las celulas beta mueran. Pero este hallazgo propone algo diferente: no solo atajar el dano, sino fortalecer a las celulas antes de que sufran un golpe fuerte.
Aplicable a distintos tipos de diabetes: podria servir tanto para la diabetes tipo 1 (donde algunas celulas betas aun existen, aunque esten debilitadas), como para la tipo 2 (donde el estres inflamatorio es cronico).
Posibilidad de medicamentos nuevos: comprender este mecanismo podria permitir disenar farmacos que imiten ese entrenamiento celular sin necesidad de usar interleucina-1 beta directamente para hacer que las celulas productoras de insulina sean mas resistentes.

Claro que no todo esta resuelto: el estudio se hizo por ahora en celulas de laboratorio y animales, no en personas. Los cientificos deben probar si este mecanismo funciona en islotes humanos y cual seria la dosis segura para replicar ese efecto protector sin riesgos.

Tambien hay que entender bien como funciona por dentro: que rutas celulares se activan para dar esa resistencia, para que no se vuelvan efectos negativos.

UN AVANCE CLAVE PARA EL PAIS

Lo que vuelve aun mas significativo este descubrimiento es el contexto en el que aparece: en Argentina, los datos son alarmantes. El 10 por ciento de la poblacion convive con la diabetes y, lo mas preocupante, cerca de 4 de cada 10 personas que la padecen ni siquiera lo saben.

A ese panorama se suma un estilo de vida cada vez mas sedentario, marcado por el sobrepeso y la alimentacion poco saludable, factores que impulsan sin freno la epidemia de diabetes tipo 2.

Pero la diabetes no es solo una cuestion de azucar alta: es una enfermedad que impacta de lleno en el corazon. Las personas que la padecen tienen entre dos y cuatro veces mas riesgo de sufrir un infarto, un ACV o una insuficiencia cardiaca.

El dano silencioso al sistema cardiovascular, a los rinones, a los nervios y a los vasos sanguineos puede avanzar durante anos sin dar senales claras. Y la deteccion tardia, cuando el diagnostico llega recien cuando hay una complicacion, termina de cerrar un circulo peligroso.

En este escenario, el nuevo hallazgo cobra una dimension especial. Porque, mas alla del dato cientifico puntual, este trabajo deja algo en claro: la ciencia importa, y cambia vidas. En un laboratorio argentino, con recursos limitados pero con una enorme capacidad intelectual, un grupo de investigadores logro iluminar un mecanismo que nadie habia visto con esta claridad.

No son figuras publicas ni ocupan portadas. Son cientificos que piensan, prueban, descartan y vuelven a empezar. Ese esfuerzo silencioso, repetido dia tras dia, puede abrir la puerta a terapias que manana le permitan a millones de personas vivir mejor, vivir mas, o simplemente vivir sin tanto miedo.

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