Ponerse en forma, combatir el estrés o resolver un rompecabezas vertical son algunas de las bases de la escalada, un deporte de moda en las grandes ciudades que ha incrementado de manera exponencial su popularidad con la apertura de nuevos centros privados y un aumento de más del 24% de las licencias federativas en apenas 4 años.

En España hay alrededor de 320 rocódromos, un dato que confirma la evolución de un deporte en auge con Cataluña y la Comunidad de Madrid, y sus principales urbes, entre las más destacadas al albergar más del 30% del total con medio centenar de centros cada una, según datos recopilados por el medio especializado CMDSport.

Estos rocódromos ubicados en su mayoría en las ciudades, intentan emular las mismas sensaciones de la escalada sin necesidad de acudir a la montaña y, en muchos casos, completan su actividad con gimnasios, talleres para familias o zonas de ocio, lo que les convierte en espacios multifuncionales idóneos para las grandes urbes.

Al contrario de lo que mucha gente pueda pensar, se trata de una disciplina que no requiere de una preparación física previa, sino simplemente ganas de hacer deporte y de desconectar.

La escalada, un deporte muy completo

“La escalada es un deporte muy completo: hace falta coordinación, equilibrio y tiene una parte de ‘mindfulness’ ya que tienes que estar concentrado porque si no no te va a salir el paso. Al final lo que tenéis aquí es un boulder (espacio para escalada sin cuerdas y disciplina olímpica desde 2020). Problemas de escalada que hay que resolver moviendo el cuerpo y moviendo los brazos”, destaca a EFE la directora del centro Sputnik Climbing de Legazpi, en Madrid, Eva Yuste.

Al contrario de lo que puede parecer, se trata de un deporte que no requiere de una preparación exhaustiva. La fuerza no es necesaria, ya que se va adquiriendo, y el aprendizaje es muy paulatino.

“Tenemos bloques para todos los niveles, para iniciarse los bloques blancos, los bloques verdes para ir sintiendo lo que es ir subiendo con manos y pies, como una escalera, y a medida que vas cogiendo esa confianza y te va picando el gusanillo, entonces ya los problemas se van complicando”, añade Yuste.

Este nuevo centro con más de 3.200 metros cuadrados es el cuarto que abre la empresa desde 2016 al calor de una alta demanda y de haberse convertido “en un espacio para compartir (…) Los centros enseguida se quedan pequeños, por eso en esta instalación entran más de 450 personas y estamos seguros que se va a llenar”, detalla.

La influencia del medallista olímpico Alberto Ginés
Otro de los factores de este éxito ha sido el oro cosechado en los Juegos Olímpicos de Tokio por el español Alberto Ginés, el primero de la historia de esta disciplina, lo que ha animado a muchas personas.

“Por supuesto los Juegos Olímpicos han hecho que se popularice, y que la gente vea que aunque hay gente que compite, poco a poco se dan cuenta de que es algo que se puede hacer y no es necesario tener una gran fuerza para escalar”, afirma Yuste.

Se trata, en su opinión, de “un paso más allá de los gimnasios”, ya que no solo se puede hacer fitness, sino además aprender un deporte nuevo y en el que las mujeres han entrado con fuerza.

De hecho, de las más de 289.000 licencias federativas que hay en escalada y montaña actualmente, casi 104.000 son de mujeres, una cifra que supone un aumento de más del 22% en apenas 2 años, según datos oficiales.

Un deporte abierto a todos
Un deporte abierto a todos. Entre sus aficionados se encuentra también Guillermo Peregrín, invidente y escalador. “Yo siempre digo lo mismo, que los límites al final nos los ponemos nosotros y que nadie nos diga hasta dónde podemos subir. La escalada es un deporte súper autónomo. La gente dice ¿cómo un ciego puede escalar? Pero es que al final eres tú y la pared”, destaca a EFE.

Como escalador ha ganado dos plazas y un cuarto puesto en el circuito de Copas del Mundo y dos oros en la Copa de España.
Ahora le toca el Campeonato del Mundo de paraescalada en Berna, en Suiza, donde tiene muchas expectativas y sueña con unas Paraolimpiadas.
“Por ahora no existe esta modalidad. Estamos luchando para que se intente llegar a Los Ángeles 2028. Nos falta visibilizar. Estamos en el camino”, concluye.

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