Las Gladiadoras de Boca Juniors vivieron este domingo a la tarde una jornada bautismal en La Bombonera, donde alentadas por una multitud, renovaron el título del Campeonato Femenino de primera división tras vencer a UAI Urquiza 2 a 1 por la 21ra. y última fecha de la temporada.

Cerca de 20.000 personas, registro inédito para un partido femenino en el fútbol argentino, vibraron con los goles de las delanteras Yamila Rodríguez y Andrea Ojeda a los 7 minutos del primer tiempo y 2 minutos del segundo, respectivamente.

UAI Urquiza, que llegaba invicto a la definición, consiguió el 1-1 parcial que le daba la corona con un cabezazo de Daiana Falfán a los 22m. de la primera parte.

Las «Xeneizes» terminaron el torneo con 56 puntos, uno más que sus rivales, tras una campaña de 18 victorias y 2 empates, con 71 goles a favor y 6 en contra. Sumaron el 26to. título de la historia -tercero de la era profesional- y ratificaron su condición de máximas ganadoras.

Pero acaso lo más significativo de la tarde haya sido el inolvidable respaldo que les brindó La Bombonera, casi como un ritual de iniciación.

El partido tuvo una concurrencia récord para la liga femenina argentina, a la altura del marco que presentó el amistoso Argentina-Chile (15.000 personas), disputado en Córdoba en abril de este año.

En las inmediaciones del estadio, la previa de la final anticipaba un clima distinto o más bien igual a la geografía del mítico escenario porteño en cada partido: la alegría de la cumbia, el aroma de los chorizos y las hamburguesas, el sonido de los bombos y los encuentros de hinchas en cada esquina, con una cerveza o fernet con cola en botella cortada, sobre Brandsen, Wenceslao Villafañe, Irala, Aristóbulo del Valle, Pinzón o Hernandarias.

Adentro, una fiesta genuinamente «xeneize»: los listones de «La 12» colgando desde la cabecera de Casa Amarilla -sólo habilitada en la parte inferior-, el recuerdo de «La Raulito», la mujer más emblemática del pueblo boquense, y la presencia de Juan Román Riquelme, mate en mano, en su palco a la altura de la mitad de la cancha.

El partido estuvo envuelto en un ambiente de mucha motivación para las jugadoras: música para animar al público, humo azul y amarillo para la salida de los equipos y el canto constante de la hinchada con su repertorio típico, sin olvidarse de la rivalidad con River.

Un minuto después de que el público detectara la presencia de Román y le regalara una ovación, Boca se puso en ventaja con un tanto de la futbolista más aclamada. Yamila Rodríguez le ganó la posición a la defensora Idanis Mendoza y quedó de frente al arco con pelota dominada para someter a Ariana Álvarez con una definición rasante.

En el festejo de su cuarto gol en La Bombonera, Yamila no iba a perderse lo que seguramente soñó toda su vida. Corrió al encuentro de los hinchas y trepó al alambrado de La Bombonera como Darío Benedetto en el superclásico hace dos semanas o como solía hacerlo el uruguayo Sergio «Manteca» Martínez en la década del ’90.

A la apertura del marcador le siguieron minutos de éxtasis en las tribunas y de tensión en la disputa de cada pelota por la conciencia plena de participar de una jornada histórica para el fútbol de mujeres.

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