Cada año se celebra en Argentina el Día de la Escarapela. El motivo es para recordar la institución de este símbolo patrio a pedido de Manuel Belgrano para el Primer Triunvirato de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Si bien la escarapela nacional fue definida el 18 de febrero de 1812, fue el 18 de mayo de 1935 que el Consejo Nacional de Educación declaró el festivo.

A pesar de que existen varias versiones respecto a los orígenes de sus colores (celeste y blanco), el ministerio de Educación de la Nación asegura que fueron utilizados por primera vez en las invasiones inglesas por los Patricios.

Otros en cambio postulan que fueron un grupo de damas de Buenos Aires en una entrevista con el coronel Cornelio Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el día 18 de mayo de 1810.

Sin embargo, los documentos referidos al origen de esta insignia y la razón por la que se eligieron dichos colores son imprecisos y no poseen fuentes que garanticen la veracidad de estas versiones.

La escarapela forma parte del conjunto de símbolos patrios de nuestro país, junto con el escudo, el himno y la bandera nacional.

¿Cuando se usa la escarapela?
Este símbolo puede utilizarse desde el 18 hasta el 25 de mayo, semana que evoca todos los acontecimientos más importantes previos a la asunción del Primer gobierno patrio. A su vez, es utilizada en la conmemoración del Día de la Independencia, el 9 de julio.

A pesar de que en su origen se utilizaba para distinguirse de los enemigos en el campo de batalla, hoy en día ponerse esta insignia distintiva significa expresar el sentimiento de unidad y pertenencia que inspira a generarse en los festejos patrios.

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